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Mientras Ucrania contraataca, Rusia despliega armas nucleares

Desde la semana pasada, Kiev ha comenzado una contraofensiva que busca recuperar la mayor cantidad de territorio posible. Mientras tanto, Moscú confirmó que próximamente desplegará armas nucleares tácticas sobre Bielorrusia, aunque mantendrá el control absoluto sobre las mismas.

Mientras Ucrania contraataca, Rusia despliega armas nucleares
13 junio de 2023

Días decisivos se acercan en la guerra en Ucrania: mientras que el ejército local continúa recuperando territorio, la llegada de armas nucleares rusas a Bielorrusia es inminente.

Este martes, una bandera ucraniana pudo verse ondear sobre un edificio en la aldea liberada de Neskuchne, lo que confirma que la contraofensiva ucraniana ha comenzado. 

Según Kiev, su contraataque comenzó la semana pasada, después de mantenerse a la defensiva durante siete meses, y, por el momento, ya ha recuperado siete asentamientos: las tropas avanzaron hasta 6,5 km y tomaron 90 km2 de terreno a lo largo de un tramo de 100 km de la línea del frente sur.

La buena noticia para Kiev es que su ofensiva recién está comenzando y aún posee decenas de miles de tropas y cientos de vehículos blindados occidentales que todavía no se han comprometido en la lucha. 

A esto se suma que este martes Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar de US$ 325 millones para Ucrania, que incluirá municiones y vehículos. Desde que comenzó la guerra, el 24 de febrero de 2022, Estados Unidos le ha proporcionado a Ucrania aproximadamente US$ 40.000 millones en apoyo económico. 

Sin embargo, también debe tenerse en cuenta que Rusia ha tenido varios meses para preparar varias líneas defensivas, lo que significa que el avance de Ucrania hasta ahora no equivale necesariamente a una brecha en el frente.

Respecto al supuesto avance ucraniano, el presidente Vladimir Putin no reconoció oficialmente las pérdidas y consideró que, por ahora, no ve la necesidad de una nueva movilización de combatientes para enfrentar la contraofensiva ucraniana.

Además, para condicionar la ayuda de Occidente a Ucrania, sugirió que su país está analizando abandonar el acuerdo de cereales del mar Negro, lo que sin dudas profundizaría la actual crisis alimentaria internacional.

Según Putin, el pacto se firmó porque los funcionarios de la ONU acordaron ayudar a Rusia con sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes, pero esto finalmente no pasó. 

"Estamos pensando en salir de este acuerdo de granos ahora. Desafortunadamente, una vez más nos engañaron: no se hizo nada en términos de liberalizar el suministro de nuestro grano a los mercados extranjeros", explicó el líder ruso. 

Aunque las exportaciones de alimentos y fertilizantes de Rusia no están sancionadas por Occidente, las restricciones de los aliados ucranianos sobre pagos, logística y seguros plantean barreras a los envíos de Moscú.

El acuerdo actual de grano expirará el próximo 17 de julio y Rusia solo aceptaría extenderlo si el Banco Agrícola Ruso (Rosselkhozbank) se vuelve a conectar al sistema de pago SWIFT. Además, exige que se reanuden los suministros de maquinaria agrícola y piezas a Rusia, y que se eliminen las restricciones sobre seguros y reaseguros.

Preocupa el fantasma nuclear

Aunque Ucrania ya ha lanzado su contraofensiva, una de las grandes preocupaciones es que Putin no parece dispuesto a perder. Por ello, muchos temen que, si el tablero se inclina notablemente en favor de Ucrania, el líder ruso utilice armas nucleares.

Hasta el momento, Putin ha reiterado en varias oportunidades que estaría dispuesto a hacerlo, aunque en realidad parecen amenazas que tiene como objetivo evitar que Estados Unidos y el resto de la OTAN se meta de lleno en la guerra, ya que un triunfo ucraniano resulta muy improbable sin la injerencia de las tropas occidentales.

Pero, más allá de cuál sea el objetivo de Putin, la realidad es que en la práctica continúa enviando fuertes mensajes: este martes, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, confirmó que las armas nucleares tácticas rusas se desplegarían físicamente en el territorio de Bielorrusia a la brevedad.

"Todo está listo. Creo que en unos días tendremos lo que pedimos, e incluso un poco más", agregó el líder bielorruso. 

Dicha estrategia es muy conocida por EE. UU., ya que durante todo el siglo XX desplegó sus armas nucleares por países como Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía. 

Justamente, en marzo, cuando Putin realizó el anuncio, comentó que solamente estaba imitando a Washington.  Además, él mismo explicó que, tras el anuncio del Reino Unido de que suministraría municiones de uranio empobrecido a Ucrania, con este movimiento buscaba advertir a Occidente de que no continuasen escalando la guerra.

En este sentido, al igual que sucede en el caso norteamericano, Putin confirmó que Rusia retendrá el control de las armas nucleares tácticas. Este será el primer despliegue de armas nucleares rusas fuera de su territorio desde la caída de la Unión Soviética.

Las armas nucleares "tácticas", llamadas así porque están diseñadas para su uso en el campo de batalla, se enviarían a Bielorrusia, pero no dijo exactamente qué ojivas se desplegarían ni dónde.

Hoy en día, además de EE. UU. y Rusia, solamente siete países tienen armas nucleares propias: Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corean del Norte. 

Hasta el momento, las armas nucleares han sido utilizadas una sola vez en la historia de la humanidad, cuando Estados Unidos bombardeó las ciudades japonés de Hiroshima y Nagasaki en el marco de la Segunda Guerra Mundial.

Grossi visita Ucrania

El diplomático argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica, visitará esta semana la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. 

La planta, que está a solo 500 km del lugar donde ocurrió el peor accidente nuclear del mundo, el desastre de Chernobyl en 1986, es controlada por los rusos desde hace varios meses. Pero el nuevo problema es que la planta también está ubicada cerca de una enorme presa fluvial que fue destruida la semana pasada. 

La OIEA informó que necesitaba acceso a un sitio cerca de la planta para verificar los niveles de agua, ya que la planta nuclear utiliza un estanque de enfriamiento a fin de evitar que sus seis reactores se sobrecalienten. 

Grossi dijo que no había peligro inmediato, pero que era una "situación grave. Es un paso en la dirección equivocada. Es otro paso más hacia el debilitamiento de la red de seguridad que uno tiene en cualquier planta de energía nuclear".

Grossi también manifestó que estaba "muy preocupado" porque la planta nuclear pudiera quedar atrapada en la contraofensiva de Ucrania para recuperar el territorio ocupado por Rusia.

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