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La tensión nuclear sigue en aumento en Ucrania

Mientras Rusia envía bombas atómicas a Bielorrusia, continúa la preocupación por la planta nuclear ucraniana de Zaporizhzhia

La tensión nuclear sigue en aumento en Ucrania
14 junio de 2023

La tensión nuclear sigue en aumento en el marco de la guerra en Ucrania: mientras que la llegada de bombas atómicas rusas a Bielorrusia es inminente, el jefe nuclear de la ONU, Rafael Grossi, retrasó el miércoles su visita a la central nuclear de Zaporizhzhia.

Por un lado, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, confirmó que su país comenzó a recibir armas nucleares tácticas rusas, algunas de las cuales ꟷsegún dijoꟷ son tres veces más poderosas que las bombas atómicas que Estados Unidos lanzó sobre Japón en 1945.

"Tenemos misiles y bombas que hemos recibido de Rusia. Las bombas son tres veces más poderosas que las que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki", manifestó.

Hasta el momento, dichos bombardeos representan la única vez en la historia de la humanidad en la que un país lanzó bombas nucleares: el 6 de agosto de 1945, EE. UU. lanzó la bomba Little Boy sobre Hiroshima, provocando la muerte de unas 80.000 personas, mientras que tres días después, el 9 de agosto, lanzó la bomba Fat Man sobre Nagasaki, que mató a otras 40.000 personas.

En este sentido, si se tiene en cuenta que la bomba de Hiroshima fue de 16 kilotones (1 kilotón son 1.000 toneladas de TNT), las que poseerá Bielorrusia son de, al menos, unos 45 kilotones, por lo que tiene un nivel de destrucción muchísimo más elevado. 

Este representa el primer despliegue de Moscú de armas nucleares fuera de Rusia desde la caída de la Unión Soviética, aunque no constituye una violación al Tratado de No Proliferación de 1970, ya que los artefactos continuarán estando bajo control ruso. 

Sin embargo, Lukashenko, lejos de bajar la tensión, minimizó la idea de que el control ruso de las armas fuera un impedimento para usarlas rápidamente si sentía que tal medida era necesaria, ya que él y Putin podían comunicarse por teléfono "en cualquier momento".

Por su parte, el diplomático argentino Rafael Grossi, director de la OIEA, retrasó el miércoles un viaje a la central nuclear de Zaporizhzhia por razones de seguridad, ya que Moscú y Kiev informaron de intensos combates en el sur de Ucrania.

Grossi necesita visitar la planta, la más grande de Europa, para verificar los niveles de agua después de que el embalse cercano perdiera gran parte de su agua debido a la destrucción de la presa Kakhovka.

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