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La recuperación económica de Europa y sus desafíos

Casi todos los países de la UE volverán a recuperar su PIB pre-crisis antes a finales de 2022

La recuperación económica de Europa y sus desafíos
Paolo Rizzo 07 octubre de 2021

Como era de esperarse después del retroceso de 2020, el continente europeo está viviendo una poderosa recuperación económica. Así como sorprendió la magnitud del retroceso de 2020, sorprende ahora la magnitud de la recuperación. 

En 2020, la economía de la UE cayó 6% y algunos países fueron más afectados que otros. La economía se contrajo más en países como Francia (-7,9%), Italia (-8,9%) y España (-10,8%). Menos en otros como Alemania (-4,8%) y Países Bajos (-3,7%). En 2021, la economía de la UE rebotaría 4,8% y los países que han sido más afectados por la crisis tendrán una mayor recuperación económica. 

Según distintas proyecciones oficiales, en Italia, España y Francia la economía crecería entre 5% y 6%. En Alemania y Países Bajos alrededor del 3,5%. De ser así, casi todos los países de la UE volverán a recuperar su PIB pre-crisis antes a finales de 2022. 

Las razones de la recuperación económica son esencialmente cinco, casi todas relacionadas. 

   1. La primera es el estímulo fiscal que los gobiernos nacionales supieron proporcionar. Durante la pandemia, los países europeos han financiado regímenes de desempleo temporal, ingresos para los trabajadores por cuenta propia, subsidios para los trabajadores y, sobre todo, un mayor acceso a la protección social. Estas medidas, brindadas tanto en 2020 como 2021, han permitido sostener la economía y respaldar la actual recuperación. 

   2. La segunda razón es que los países europeos pudieron financiar sus gastos con tasas de intereses históricamente bajas. Más bajas que durante la crisis de la Eurozona de 2012 y, sobre todo, más bajas que antes de la pandemia. Es decir que, a pesar de la pandemia, de la recesión y del creciente stock de deuda, los gobiernos nacionales pudieron financiar sus gastos extraordinarios sin pagar intereses, o en algunos casos, con un interés negativo. 

   3. El tercer motivo es estrictamente relacionado con el segundo. De hecho, en marzo 2020, para evitar que la crisis económica se volviera en una crisis financiera, el Banco Central Europeo (BCE) se comprometió en comprar, en el mercado secundario, títulos públicos de la eurozona por un valor total de 1,8 billones de euros. Desde entonces hasta ahora se han comprado títulos por un valor total de 1,3 billones de euros. Así el BCE ha comprado el equivalente del 8% de la deuda italiana, el 10% de la española y el 12% de la alemana. Esta política monetaria ha contribuido de forma decisiva a que los rendimientos de los bonos nacionales quedaron a niveles históricamente bajos. 

   4. La cuarta razón es el conjunto de medidas de 750.000 millones de euros acordados a nivel comunitario para gestionar la crisis. Pero, también, la coordinación entre las medidas sanitarias nacionales y la introducción del pase sanitario han generado beneficios evidentes. Desde hace algunos meses, es bastante fácil viajar entre los 27 países de la UE. Los pasajeros solo necesitan el pase sanitario emitido por cualquier país del UE y la recopilación de un formulario de control sanitario. Los ciudadanos europeos han podido así vivir un verano boreal casi normal. 

   5. La quinta razón es el éxito de la campaña de vacunación. A finales de septiembre Europa había vacunado al 62% de su población. La media de los 27 países queda por encima de Estados Unidos (55%). Está en línea con Reino Unido (66%) e Israel (64%), pero atrás de Chile (73%) y Uruguay (74%). El éxito de las campañas de vacunación europea disminuyó drásticamente el exceso de mortalidad y, sobre las bases de estos datos, los gobiernos pudieron levantar muchas de las medidas sanitarias.

La recuperación económica de los últimos meses es, entonces, la consecuencia de un conjunto de medidas. Si bien algunos sectores han logrado recuperar y hasta superar el nivel de actividad prepandemia, otros se muestran todavía afectados. Por un lado, la producción industrial está por arriba del nivel prepandemia (+1%). Por otro, el número de vuelos comerciales de agosto 2021 cae 31% respeto 24 meses antes. 

Sin embargo, empiezan a emerger nuevos desafíos para la economía. Primero, el stock de deuda que ha aumentado sensiblemente en los últimos dos años. Según previsiones optimistas, el ratio deuda/PIB de Italia y España debería volver a los niveles prepandemia solamente a finales de la década. Con estos datos el margen de maniobra de la política fiscal quedará limitado.

El segundo desafío viene de la política monetaria. A comienzos de septiembre, el BCE ha anunciado que empezará a disminuir sus compras de títulos de deuda pública. Hablando en términos técnicos, el BCE, igual que la Fed, ha empezado el tapering. Habrá que evaluar cómo reaccionará el mercado en los próximos meses. La decisión del BCE tiene en cuenta la poderosa recuperación económica pero también la inflación, ya que el objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios y una inflación del 2%. Pero la tasa de inflación interanual creció sensiblemente en el último año hasta superar el 3%. No sorprende entonces que el BCE quiera reducir el ritmo de compra de títulos para no generar aún más inflación. En pocas palabras, frente a estos porcentajes de inflación también el espacio de maniobra de la política monetaria queda limitado. 

En fin, habrá que evaluar cómo reaccionará la economía a tres desafíos globales. Primero el reciente aumento de los precios y la crisis energética. En Europa los precios subieron 3,4% en un año, empujados por una suba del 17,4% de la energía. Segundo, las consecuencias de la falta de trabajadores especializados. Tercero, la falta de microchips. Solo en las últimas semanas, empresas del sector automotriz como Volkswagen, Stellantis o Daimler han anunciado la parcial suspensión de la producción. 

En definitiva, Europa está viviendo una recuperación económica que ha dejado cortas a las estimaciones oficiales de crecimiento. Pero el vigoroso rebote económico se enfrenta a algunas fragilidades e incertidumbres. Si bien Europa esté a punto de salir de la crisis, es demasiado pronto para cantar victoria.

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