El índice de precios al consumidor de EE.UU., la medida del precio de los bienes y servicios excluidos los alimentos y la energía, aumentó 0,5% en noviembre, según datos publicados hoy.El IPC principal, que mide el precio de todos los artículos, subió 6,8% en los últimos 12 meses, lo que marca el mayor salto en 39 años. Contra octubre, la sube fue de 0,8%.
La suba de 6,8% es la mayor desde 1982. Y la incidencia de la energía fue determinante: el subíndice de energía escaló 33,3% interanual, con el de alimentos escalando 6,1%.
- El aumento mensual del 0,5% para el IPC básico o “core” está alineado con las predicciones de los economistas de un aumento del 0,5%, según FactSet.
Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales se producen después de que la lectura de la inflación del mes pasado revelara que las subas de precios estaban cobrando impulso.
- La inflación “core” subió 4,9% respecto al mismo mes del año anterior.
Impacto en los consumidores
Una encuesta reciente de Gallup informó que el 45% de los estadounidenses dijo que los aumentos de precios están causando dificultades financieras a sus familias; el 35% afirmó que el impacto es "moderado" mientras que el 10% lo considera "severo".
Las familias de bajos ingresos son más propensas a sufrir el agotamiento: el 71% de las personas en hogares que ganan menos de US$ 40.000 al año dicen que los recientes aumentos de precios han causado dificultades financieras a sus familias, frente al 47% en las familias de ingresos medios y el 29% en hogares de altos ingresos.
Tanto el presidente de la Fed, Jerome Powell, como la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, admitieron que es hora de retirar el término "transitorio" para describir la inflación. Powell dijo al Congreso: "Los factores que empujan la inflación al alza se mantendrán hasta bien entrado el próximo año". Por lo menos.
En el mercado anticipan que la persistencia de la inflación apurará los tiempos de la Fed. Se espera que, en su próxima reunión de la semana que viene, la Fed aceleará el retiro de la compra de activos (un proceso conocido como "tapering"): pasará de una reducción mensual de US$ 15.000 millones como la actual a una de US$ 30.000 millones. Eso permitirá que la Fed empiece a subir las tasas de interés a mediados de 2022, o incluso antes.
