El Economista - 70 años
Versión digital

sab 27 Abr

BUE 15°C
Panorama

Se emite sin parar y los dólares van a otro récord

Los dólares libres volvieron a pegar un salto. El más afectado fue el dólar blue que alcanzó un récord histórico sin precedentes.

Los bonos y las acciones, medidos en moneda dura, perdieron el impulso que venían registrando en las últimas semanas.
Los bonos y las acciones, medidos en moneda dura, perdieron el impulso que venían registrando en las últimas semanas.
Luis Varela 28 diciembre de 2022

Con cuádruple emisión del BCRA, con algunos analistas que dicen que se están imprimiendo mil billetes de mil por segundo, mientras Riquelme tenía más audiencia en su discurso que la vicepresidenta Cristina Fernández, la corrida con el dólar volvió a ser el gran tema del día, a una rueda de nueva colocación de deuda y a tres días del final del dólar soja 2.0.

Varias voces oficiales salieron a decir que esta suba del dólar es sorpresiva y especulativa, pero los profesionales de las finanzas no la encuentran de ninguna manera como algo inesperado, sino que estaba esperado por todos, que primero pegara un importante salto el dólar blue, que luego lo siguiera el dólar MEP y que recién para reyes realice un salto importante el contado con liquidación, y la expectativa se está cumpliendo al milímetro.

Las razones de la suba

¿Por qué está subiendo tanto el dólar en este momento? Simple, para tener un diciembre medianamente tranquilo desde lo social, el Gobierno emitió 14 bonos en pesos para diferentes sectores. Además de eso, el Banco Central está realizando una cuádruple emisión bruja: emite para comprar bonos y sostenerlos (aunque ayer ya no logró hacerlo), emite para pagar intereses de las Leliq,  emite para abastecer a los organismos públicos para que participen en las licitaciones del Tesoro y que no sean un fracaso y emite además para ayudar al Ejecutivo por otros gastos.

Además de todos esos pesos, el bono por decreto que obliga a los privados a pagar $24.000 a cada empleado, más los aguinaldos, estás haciendo que mucha gente pueda cubrir gastos, intentar realizar algún tipo de consumo adicional como una vacación corta, pero directa o indirectamente toda esa montaña de pesos van pasando rápidamente de mano en mano, nadie se quiere quedar con ellos, y se termina en consumo de productos no perecederos y finalmente en la compra de dólares, ya que el peso pierde valor segundo a segundo, no para de caer.

Todo este movimiento se dio, además, en un día en el que gracias al dólar soja 2.0, que finaliza pasado mañana, el BCRA pudo llevarse del mercado US$ 147 millones, pero que al final del día (por operaciones de comercio exterior) significó un aumento de reservas por US$ 109 millones. Y lo más preocupante del caso es que en todo este movimiento el Central chupó de los bancos depósitos por otros  $749.741 millones en Leliq cortas, que vencerán dentro de 28 días.

Con tasas inmóviles en 75% anual, a pesar de que el stock de plazos fijos en los bancos quedó prácticamente estancado desde el 9 de noviembre a esta parte, la maraña de pesos hizo que ayer el dólar blue pegara otro brinco de $10, para llegar a otro récord histórico sin precedentes de $356, con el dólar Qatar en $366,34 y con un salto de $7,77 para el dólar MEP hasta $335,39 y un alza de $1,72 para el contado con liquidación hasta $336,88. Por esa razón, la brecha entre el oficial y el blue vuelve a rozar el 95% y la del CCL y el mayorista fue del 92%. 

Esta movida en el mercado cambiario local se dio con un dólar global mixto. En el exterior el dólar saltó 1,3% en Brasil, 0,5% contra el yen, 0,4% en México y 0,3% contra la libra, pero bajó 0,1% contra el euro y el yuan, y se redujo 0,4% en Chile. De la mano de estas movidas globales, a nivel local, medidos en pesos, el euro oficial subió 2,12 hasta 187,37, la libra subió 1,52 pesos hasta 211,73 y el real bajó 12 centavos hasta 33,30. Pero cuidado: la libra blue llegó ayer a un precio inédito de $411,62, por lo que algún turista inglés, si es que hay, la debe estar pasando mejor que nunca.

La disparada de todos los dólares hicieron que ayer el presidente del Banco Central Miguel Angel Pesce se quisiera reconvertir en Jerome Powell, el titular de la Reserva Federal de EE.UU. y salió a marcar un horizonte de lo que pasará con el dólar y las tasas a lo largo de 2023, para intentar aplacar los ánimos y que nadie se saliera de su carril. Pero, casi como en el cuento del pastorcito, que dijo cien veces "viene el lobo", y nunca fue cierto, ahora hay muy pocos inversores que se toman el trabajo de seguir con atención lo que sale del BCRA. Y, como le pasó al pastorcito, que no tuvo ayuda cuando el lobo vino realmente, el mensaje del Central pasó casi desapercibido.

El mensaje del Central

¿Qué se dijo desde Reconquista 266? Se delineó qué se hará con la tasa de interés y el tipo de cambio en los próximos meses. En el Informe de Política Monetaria (IPOM) que acaba de publicarse el BCRA anticipó que a pesar de la desaceleración de la suba de precios que se evidenció en noviembre, no habrá cambios en las tasas de interés en lo inmediato. "En el marco de la significativa desaceleración de la tasa de inflación en noviembre, el BCRA decidió mantener la tasa de política monetaria sin cambios, propendiendo a consolidar un entorno de tasas de interés reales positivas que favorezca la estabilidad financiera y cambiaria, y a reforzar la tendencia de gradual desaceleración de la inflación en el mediano plazo", destacó el IPOM. 

Y a la hora de hablar sobre el dólar oficial, el Central hizo hincapié en la aceleración del crawling peg observada a fin de año y no anticipó cambios inmediatos, aunque si destacó que se irá acomodando a la dinámica inflacionaria. Puntualmente destacó que "la política cambiaria seguirá estando orientada a preservar niveles adecuados de competitividad externa y a potenciar la acumulación de reservas internacionales".

Massa toma más deuda

Con ese marco, el ministro Sergio Massa saldrá hoy a tomar más deuda. Intentará tomar $90.000 millones entre fondos de inversión y creadores de mercado, y para conseguirlos pagará tasas superiores al 117%, en un intento caro porque casi todo lo que vence está en manos privadas. De todos modos, en el mercado todos descuentan que podrá renovar todo sin problemas: en la última licitación tuvo un muy buen resultado, pero el 98% del dinero obtenido provino de parte de organismos públicos. Los privados se llevaron todo lo que vencía, ya lo pasaron al dólar, y esta vez se espera que hagan lo mismo, y con mayor velocidad.

Debe precisarse además, que entre enero y septiembre hay vencimientos de deuda en pesos gigantescos. Y en cada llamado el equipo económico quisiera colocar títulos más largos, pero en conversaciones previas no encuentra paflón, y finalmente sale a colocar títulos cada vez más cortos. Hoy, a los fondos comunes de inversión les ofrecerá una letra de liquidez del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 20 de enero de 2023 (nueva). Mientras que a los denominados creadores de mercado les propone dos papeles: una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (s28a3 - reapertura); y una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de mayo de 2023 (s31y3 - nueva).

Y en el mercado hay bastante preocupación porque en lo que va del mes pequeños inversores realizaron retiros de los fondos comunes por $60.000 millones. A medida que se acerca la definición de los candidatos en abril y las PASO en agosto, no quieren tener bonos en pesos, ni atados al CER ni al dólar. ¿Cuál es la razón? Temen un reperfilamiento, como pasó en los últimos meses de Macri Presidente y Lacunza ministro de Economía.

Todo este escenario interno vino acompañado por una realidad internacional diferente. Afuera la inflación va cediendo sin acuerdos de precios que acogoten las ganancias de las empresas (Massa quiere extender Precios Justos hasta fines de 2023). Pero por la suba de tasas de la Fed y el retiro de dólares, casi todos los analistas internacionales creen que es muy probable que la recesión comience en EE.UU en el primer trimestre de 2023. Y que haya tasas altas por más tiempo que lo esperado y con un ambiente con menor actividad. Un escenario que es poco feliz para las acciones, que siguen débiles y apuntan a posiciones peores.

Ayer, por ejemplo, la Bolsa de Nueva York cerró mixta después del feriado por Navidad: el Dow industrial subió 0,1%, el S&P bajó 0,4% y el Nasdaq cayó otro 1,4% (con gran derrape en Tesla). Mientras que la bolsa de San Pablo cedió 0,1% y la bolsa de México subió 0,3%. A nivel local, mientras tanto, se repitió la ilusión: hubo suba en pesos pero baja en dólares. Con $3.450 millones operados en acciones y $10.879 millones en Cedears, hubo una suba del 1,8% en la Bolsa de Buenos Aires, hasta un S&P Merval récord histórico en pesos. Al tiempo que los ADR argentinos en Nueva York estuvieron mixtas, con subas del 1% al 7,3% para Cresud, Central Puerto, Telecom, TGS, Loma Negra, Bioceres, IRSA, Pampa E, Supervielle y Macro; y bajas del 1 al 3% para Edenor, Mercado Libre, YPF y Despegar.

El movimiento de los bonos

El tema de los bonos muestra un escenario todavía más divergente. En el exterior, las tasas largas de EE.UU. volvieron a afirmarse ayer (se pagó 4,7% anual a 1 año, 4% a 5 años, 3.9% a 10 años y 4% a 30 años). Cada vez más capitales cash se van colocando en bonos cortos, a pesar de que la inflación todavía está algo arriba del 7%. Temen que si la tasa corta de la Fed se queda en 5,1% anual durante unos 15 meses el índice S&P500 (que hoy cotiza en 3.830 puntos) pueda resbalar hasta 3.500 si la recesión es suave, pero con chance de que achique hasta 3.100 si aparecen sorpresas, como más quiebras inesperadas.

Por eso la movida es tratar de comprar bonos de empresas AAA que pagan tasas a vencimiento del orden del 6 o 7%, con buenos cupones, y atravesar el temporal de la mejor manera posible. Confían en que colocándose en activos de calidad puedan sobre vivir a la crisis que se ve venir. ¿Qué pasa con los bonos argentinos? En las últimas semanas subieron muy fuerte sobre todos los dolarizados porque permiten eludir el pago de bienes personales, pero hay marcada salida de bonos en pesos, tanto que el BCRA no logra sostenerlos ni apantallando emisión. Ayer tuvieron un resultado dispar y el riesgo país cerró a 2.154 puntos. El resultado de la licitación de hoy será la antesala de un enero complejo. Muchos tenedores de bonos se irán, hay vencimientos de deudas en pesos que superan el billón de pesos en los próximos 30 días, y habrá que ver si Massa resiste un dólar todavía más alto.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés