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Por política, China y Brasil resbalan y Argentina rebota

China sufrió por la radicalización de Xi. Brasil está intranquilo por el balotaje. Y en Argentina los bonos mejoraron porque Máximo dijo que Cristina no juega.

Mientras el mercado norteamericano tuvo un buen día, hubo tres países que tuvieron movimientos productos de la política.
Mientras el mercado norteamericano tuvo un buen día, hubo tres países que tuvieron movimientos productos de la política.
Luis Varela 25 octubre de 2022

Desde principios de 2020, con foco inicial en el Covid, los mercados de todas partes se vieron sumergidos durante treinta meses dentro de una volatilidad no vista desde hace años, y con cimbronazos pocas veces vistas en la historia del  mundo financiero del último siglo. En general, cada suba o baja es siempre impulsada por un motivo: la cantidad de muertes y contagios de la pandemia, la invasión rusa, la suba de tasas de interés o ahora los números de la inflación y los primeros impactos recesivos.

Ayer, sin embargo, no hubo indicadores significativos ni del Covid, ni de Ucrania, ni de mediciones económicas destacadas. En general puede decirse que en términos promedio fue un día más o menos tranquilo pero sobresalió una gran volatilidad, un clima ultra selectivo, esta vez originado en cuestiones eminentemente políticas, y los focos que se salieron de escala fueron los números de China y Brasil, que sufrieron un resbalón, y las cotizaciones de la Argentina que mostraron un buen rebote, esencialmente para los títulos públicos.

Castigo en Asia

El arranque de los negocios, en el amanecer asiático, mostró un durísimo castigo a los mercados asiáticos, con duras caídas en las Bolsas chinas y debilidad en las monedas de esa región. Y el motivo de ese movimiento tuvo que ver con el Congreso del Partido Comunista Chino que le dio a Xi Jinping la extensión de otro mandato (algo no visto desde la época de Mao) y la autoridad para que nombre al politburó con toda gente leal a su causa, lo que fue leído en el mundo de los negocios como un mayor control comunista, una menor posición pro mercado. Xi ya se había manifestado últimamente fundamentalmente en contra de las empresas tecnológicas. Y eso determinó un derrumbe de más del 6% en la Bolsa de Hong Kong, que derivaron en el cierre del día en desplomes del 10% al 18% en compañías chinas que cotizan en Nueva York. Además de verse afectado también el yuan, que volvió a retroceder hasta su nivel más bajo desde 2007, hace quince años.

El segundo llamado de atención provino desde Brasil, donde a medida que se acerca el balotaje del domingo van surgiendo encuestas que entregan resultados con una cada vez más cercana paridad, siempre con Lula apenas arriba de Bolsonaro. Y hay mucha inquietud porque se anticipa que puede haber reacciones intensas si una u otra parte termina siendo derrotada, en un final con tensión frenética. Eso determinó que la Bolsa de San Pablo acusara una consistente caída del 3,3%, en un día en el que las bolsas de Occidente estuvieron casi todas en alza. Además subió fuerte el dólar contra el real. Y también en Wall Street hubo resultados también muy malos con caídas del 5% al 12% para los papeles brasileños en Wall Street.

Mejoran los bonos locales

Y el tercer elemento político que movió precios fue precisamente aquí, en  Argentina. De manera si se quiere indirecta, Máximo Kirchner dijo en un reportaje que Cristina Kirchner no será candidata en 2023, que el peronismo no tiene ningún candidato que sobresalga y que ve raro que Alberto Fernández termine siendo candidato en una PASO del Frente de Todos. 

Esa suerte de reconocimiento de que el poder pasará a manos de una coalición o a un partido más amigable con los mercados despertó el movimiento de algunos inversores altamente especulativos, que salieron a comprar bonos que estaban hundidos en el fondo del barro, los titulos públicos repuntaron 5%, la mejor mejora en un día en mucho tiempo, y del fondo del pozo pasaron a zona fangosa, donde todavía se espera un default o reestructuración por delante, pero el riesgo país cayó 160 unidades, hasta 2.522 puntos básicos, el menor nivel de los últimos 30 días.

El resto de los mercados siguió condimentado con la misma música de los últimos días. Toros esperanzados por balances empresarios que entran con ganancias. Osos gruñendo porque se espera todavía un largo período con tasas norteamericanas altas. Si se mira estrictamente lo que pasó en Wall Street, puede decirse que hubo un buen comienzo de última semana entera de octubre. Está completándose la temporada de balances, y todo el mundo está absolutamente expectante. En horas entrarán los números de nenes chiquitos como Facebook, Coca Cola, General Motors, Google, Apple, Amazon, Visa, Exxon y Chevron. Todos quieren ver si sus números siguen llegando con ganancias aún firmes, aunque algo declinantes respecto de los últimos trimestres. Por ahora, a pesar de la suba de tasas de la Fed, el 70% de los estados contables presentados llegaron con utilidades, incluso mejor que las esperadas; eso sí, la relación precio ganancia, que venía en 21 veces, ya bajó a 17 veces. Y hay analistas que dicen que irán a 12 veces, por lo que en precios ven mayores caídas. 

Ayer llegó en EE.UU. el dato de actividad comercial, que se debilitó otra vez -por cuarto mes seguido-, indicando que va en camino a una recesión, con un freno llamativo, como no se ve desde el covid o desde la crisis de 2008.

El dólar manda

Sin embargo, al final del día, a pesar de volver a empinarse las tasas largas de EE.UU. (4,6% anual a 1 año, 4,3% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,4% a 30 años), el dólar global sigue reinando y Wall Street terminó sonriendo: el Dow subió 1,3%, el S&P avanzó 1,2% y el Nasdaq mejoró 0,9%. 

Eso fue en parte sostenido porque EE.UU. es una aspiradora de capitales: ayer con esas tasas en el exterior el dólar subió 2,7% en Brasil, 0,9% en Japón, 0,3% en China, 0,2% contra la libra y 0,1% en México, no cambió en Chile y bajó 0,1% contra el euro.

En Argentina, mientras muchos se refregaban los ojos por el repunte de los bonos gracias al hipotético retiro de Cristina como candidata (habrá que ver si es cierto), el mercado cambiario local mostró una generalizada suba de casi todos los tipos de cambio. Cae dramáticamente la liquidación del agro (octubre tendrá la menor cantidad mensual desde marzo de 2020, primer mes duro con Covid) y si bien en el MULC el BCRA salió más o menos empatado, por el duro derrumbe del yuan y un swap costoso que se está convirtiendo en un ancla, Reconquista 266 terminó cerrando el día con una pérdida de reservas por US$  66 millones, un número que pone muy nerviosos a los que ven con claridad que el tipo de cambio argentino se está atrasando, con una inflación de octubre que estará otra vez cerca del 7% mensual.

El mercado cambiario local

Así, el dólar blue no cambió y siguió a $291, pero el dólar Qatar saltó hasta $323,12, el Senebi brincó $13,86 hasta $315,95, el MEP subió $1,26 hasta $291,89 y el Contado Con Liquidación (CCL) subió 32 centavos hasta $303,93.Por lo que la brecha entre el blue y el oficial fue del 80% y la del CCL con el mayorista fue del 96,5%. Con esa debilidad cambiaria, el muy buen día para los bonos no terminó ayudando demasiado a las acciones.

La Bolsa de Buenos Aires terminó 0,6% arriba, con $1.862 millones operados en acciones y $5.616 millones en Cedears. Pero mientras Wall Street subía, no hubo una buena rueda para los ADR argentinos que cotizan en ese mercado, el panel argentino estuvo ultra selectivo, con subas del 1% al 4% para Bioceres, Supervielle, YPF y Loma Negra; con bajas del 1% al 3,7% para TGS, Francés, Central Puerto, IRSA, Cresud, Macro, Mercado Libre, Despegar, Galicia y Pampa E.

Ahora bien, debe destacarse además que la suba de los bonos no fue pareja. Subieron fundamentalmente los bonos dolarizados más largos. Sin ninguna novedad económica, solo escuchando que Cristina no será candidata, que la sobreseyeron en una parte de la causa de los cuadernos y que se reunirá con los jueces por el tema Ganancias, los bonos en pesos siguen colocados en zona de duda: ahí sigue una gran desconfianza. 

Este jueves hay una nueva licitación, vencen $135.000 millones, casi todo en manos privadas. No es un gran monto, pero nadie quiere papeles largos. Según se vio últimamente, Economía tiene que pagar cada vez más tasa y no logra extender los plazos. Y vienen vencimientos gigantescos, casi $17 billones mitad BCRA y mitad Tesoro. 

En noviembre vencen $ 800.000 millones, en diciembre otro tanto, en enero más de $1 billón, en febrero y en marzo igual. Los más conocedores del mercado esperan un evento, un reperfilamiento, canje o algo parecido. Si Economía no logra rolear esa deuda, solo le queda la emisión. Mientras eso sucede, el BCRA defiende los bonos en pesos cortos, los que vencen antes de diciembre de 2023, y después "que otro Gobierno se arregle".

Dentro de 120 días se presentarán las candidaturas. Allí la oposición debería presentar sus planes, decir fundamentalmente qué va a hacer con la deuda en pesos. Una palabra fuera de pentagrama en ese tema puede provocar un salto en el electrocardiograma.

Las dudas globales

Por supuesto, todo está en veremos. Este domingo sabremos si Lula le ganó o no a Bolsonaro. En una semana la Fed anunciará si efectivamente suba su tasa corta en otros 75 puntos básicos, hasta 4%, y dar señales para diciembre y lo que sigue. Por los datos recesivos de vivienda el mercado cree que subirá la tasa solo 0,5% en diciembre y luego menos, 0,25% en febrero y aún menos en los meses siguientes. Pero, como siempre, alguien de la Fed se ocupa de bajarles la fiebre a los toros y a los osos. 

Mary Daly, titular de la Fed de San Francisco dijo todavía no es el momento de dejar de lado los grandes aumentos: insinúa que hay que seguir con cuatro subas seguidas de 75 puntos básicos. Por supuesto todo dependerá de la inflación. Este jueves se conocen datos de empleo y de PIB de EE.UU., para ambos casos estiman números aún positivos pero menores a los anteriores.

Debajo de toda esa orquesta, las commodities siguen bailando su propia música. Ayer hubo suba del 0,7% para el petróleo. Siguió la debilidad de los metales preciosos y de los metales básicos. Los granos mostraron una baja en Chicago, con gran volatilidad en Rosario, soja muy para arriba y girasol muy para abajo, con la sequía y las heladas haciendo que los especialistas en cereales estén como locos. Y en el fondo de la tabla, esperando su oportunidad, hubo una suba del 1% para el Bitcoin con falta de reacción en el resto de panel de las criptomonedas. Están todos estancados en el mismo lugar desde hace seis meses, esperando que la Fed pise el palito, que el súper dólar se quede sin espinaca, y volver a tener su tan esperando momento.

¿Cómo sigue todo para el mercado local? Los dólares están agazapados, listos para ir más allá luego de un gran tiempo de freno, con Massa hipotecando futuro. Este jueves, en una licitación chiquita, se verá qué respuesta da el mercado. De allí puede surgir la receta que deben seguir los inversores, para saber si esta suba de bonos de ayer dio puntapié al rally electoral, o si tenemos todavía que "pasar el verano, el otoño y el invierno". 

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