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Dólar, actividad e IPC: cómo sigue el "veranito" de Massa

Por ahora, el "veranito" de Sergio Massa podría extenderse unos meses más. Hay que pasar el verano y, quizás el 2023.

Sergio Massa con su hijo Toto y el streamer Luquitas Rodríguez
Sergio Massa con su hijo Toto y el streamer Luquitas Rodríguez
Leandro Gabin 24 octubre de 2022

El "veranito" económico y financiero se extiende para Sergio Massa. Después de unos nubarrones por la salida de fondos en pesos, algo que se revirtió en los últimos días, el equipo económico respira más aliviado e incluso tuvo la buena noticia que vino del EMAE mostrando que el nivel de actividad todavía tracciona. "La actividad económica continúa mejorando, superando con comodidad los niveles prepandemia y va por su quinta suba consecutiva mes contra mes", dicen en Economía.

Lo cierto es que el pantallazo general muestra cierta estabilización (precaria) de las distintas variables que podrían hacer extender la calma que se ve incluso en los dólares financiero, que habían picado en punto luego del "dólar Qatar" pero que volvieron a tranquilizarse y siguen por debajo de la cotización que pagan los argentinos que viajan al exterior. 

En lo que respecto al nivel de actividad, luego del EMAE que mostró un avance de 0,4% mensual contra julio y un acumulado de 6,4% en lo que va del año; los consultores creen que seguirá cierta estabilidad. "Para los próximos meses, esperamos que la actividad siga estable de la mano de la calma cambiaria que trajo el Plan Massa y algunas ayudas (paritarias, Ganancias), pero sin fuerza por el impacto de la elevada inflación y el control de importaciones. Igualmente, estimamos que el PIB de 2022 crezca un piso de 5%", afirmó Fernando Marull, director de FMyA. 

Y desde Ecolatina esperan que la evolución de la economía exhiba cierto enfriamiento en lo que resta del año. "Los últimos meses estarán afectados por las restricciones a las importaciones, que podrían impactar en la disponibilidad de insumos importados para producir en determinadas industrias, pero que por el momento no ha mostrado importantes efectos negativos sobre el nivel agregado de actividad", apuntan. 

Luego de la suba de la semana pasada, los tipos cambio paralelos operaron estables e incluso a la baja. La calma cambiaria también es una buena noticia para Massa. El blue se mantuvo en $291 para la venta (mismo valor que una semana atrás), el CCL cerró a $304 (-3% semanal). Así, ambas brechas perforaron el 100% y se ubican en 98% con relación al tipo de cambio oficial. Respecto a diciembre, el aumento resulta del 50% para el CCL y del 40% para el blue, por debajo del 66% de inflación acumulada.

"Las alteraciones en la marea del resto del mercado no se sintieron en las costas del dólar. Es que la desaceleración de la inflación y la morigeración de las expectativas de devaluación jugaron a favor de la paz de las cotizaciones financieras, que retrocedieron 2,5% en los últimos 5 días", señala GMA Capital.

La compañía financiera resalta que esa debilidad relativa de los dólares financieros es aún más visible en el caso del CCL a $303 y el MEP a $291. "Cuestan lo mismo que en marzo y abril de 2020, el momento de la irrupción de la pandemia y de los desequilibrios asociados", acotan. 

¿Cómo sigue? Marull dice que el dólar blue va a seguir estable pero ahora está viendo que luego del plan soja, el "dólar convertibilidad", un buen proxy del paralelo, volvió a subir a $330 desde $316 hace un mes. "Esto es porque suben los pesos por Leliq, y ahora volvieron a caer las reservas. Esperamos mayor demanda del dólar paralelo en los próximos meses, ya sea por el nuevo SIRA (que dejará afuera a importadores) o por el dólar Qatar; pero es una suba coyuntural y no de crisis cambiaria", advierte el consultor y ex funcionario del equipo económico durante la gestión macrista. 

El ítem que peor anda para la gestión Massa, que es la inflación, incluso estuvo mostrando mejores números. El 6,2% de septiembre fue "festejado" en Economía pero saben que todavía queda el impacto del aumento de tarifas (que se sentirá en octubre) y que el "piso" sigue siendo altísimo. Las negociaciones con empresarios para congelar una canasta de productos es sólo mostrar proactividad mientras que la inflación y la caída del poder adquisitivo haga el "trabajo sucio".

De hecho, lo que aparece para octubre no es para nada favorable. La consultora LCG dice que durante la tercera semana de octubre, el Relevamiento de Precios de los Alimentos que elaboran marcó un aumento del 1,9%, acelerando 0,3 puntos respecto a la semana previa. "Producto de un aumento de precios del 2,1% promedio semanal, en octubre ya se acumula un incremento del 6,5%, una dinámica similar a la observada en las mismas semanas del mes de septiembre", explican. 

Y desde Ecolatina prevén que el índice desacelere en la segunda parte del mes, por lo que registraría una variación en la zona del 6% en octubre, acumulando 88% en los primeros diez meses del año. "Si bien la inflación núcleo volvió a mostrar una desaceleración -indicador de la tendencia del nivel general de precios-, la elevada inercia inflacionaria se ve reflejada en una velocidad de ajuste de precios mayor a la de los meses previos, sumado a plazos de renegociación más cortos en los contratos tanto formales como informales, que deja como resultado una dinámica inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo", advierten.

Massa sabe que el tema inflacionario es la clave para que el oficialismo tenga chances electorales. "No creo en las cosas mágicas que dicen que en un chasquido se resuelve la inflación. Hay que tener métodos para construir algo sano", dijo el ministro en una reciente entrevista en Vorterix. 

Y dijo: "El país está un poquito mejor que cuando me tocó hacerme cargo, más estabilizado pero todavía es complicado y el esfuerzo más grande es seguir estabilizando lo que tiene que ver con los dólares y bajar la inflación despacito".

Por ahora, el "veranito" de Massa podría extenderse unos meses más. Nadie se juega a qué pasará ya para el inicio del año que viene cuando esté más cerca la larga campaña de cara a las elecciones. Hay que pasar el verano y, quizás el 2023. 

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