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Otro parche que no produjo cambios: la huída continúa

Massa anunció que comprará deuda en dólares para ver si puede frenar la suba de los tipos de cambio libres. Pero eso no ocurrió: el dólar MEP subió y se acercó al blue.

Bonos y acciones trepan en medio del trade electoral. El viernes el Tesoro deberá tomar más deuda.
Bonos y acciones trepan en medio del trade electoral. El viernes el Tesoro deberá tomar más deuda.
Luis Varela 23 enero de 2023

La tensión del mercado financiero argentino sigue con la misma tónica que se repite desde hace 120 días: acciones y bonos locales siguen recuperando valor emergiendo de un quinto sótano, y al mismo tiempo con el dólar sube sin parar. En ese lapso los bonos suben 67% en dólares, las acciones trepan 40% en dólares y el dólar blue saltó 37%, de $274 a $376, subió más de $100 en cuatro meses. Todo bajo el mando del triple ministerio de Sergio Massa.

La semana pasada, en términos promedio, el BCRA gastó casi US$ 100 millones por día para frenar la corrida. Las reservas líquidas vuelven a estar en zona de mínimos y, "Houston, tenemos un problema", a partir de este año el acuerdo con el FMI cambia: la entrega de oxígeno para seguir entubados ofrecerá menos aire.

El Fondo entregará DEG, pero los vencimientos de los pagos son mayores, por lo que los DEG que entren y salgan. Lo cual quiere decir que el Fondo se llevará más reservas y por bonos emitidos por Martín Guzmán hay que pagar US$ 1.030 millones el 9 de julio próximo.

Para frenar la estampida, en medio de las licitaciones de deuda que ya van quedando desnudas (porque los privados percibieron cuál es la trampa y ya no renuevan prácticamente nada), el ministro Massa lanzó un anuncio que no cambió nada. Sacó un nuevo conejo de su galera, ya ni blanco ni marrón como hasta ahora sino un conejo negro: dijo que el Tesoro saldrá a comprar US$ 1000 millones de deuda en dólares, sin explicar demasiado de dónde saldrían esos fondos, en el mercado se supuso que el Tesoro le colocaría al BCRA una letra intransferible, y que Miguel Pesce le daría US$ 1.000 millones por lo que su nivel de reservas líquidas se achicará aún más rápido de lo que viene sucediendo. Eso, sin contar con la deuda en Leliq y pases que es gigantesca y que paga intereses mensuales enormes, que se convierten en pesos que también huyen.

Esa medida de Massa fue esencialmente para frenar la corrida cambiaria, porque había riesgo de que la suba del dólar se lo llevara puesto, y que a la coalición oficial no le quedara otro fusible para colocar en el Ministerio de Economía. Dicho de otro modo, Massa se hace de dólares para ponerle una tapa a los dólares financieros, algo que preocupa mucho al Gobierno por el impacto que tiene esto sobre la inflación, que sigue fuera de control. Pero qué ocurrió, los dólares financieros volaron.

El enésimo parche de Massa duró muy poco. Operadores, analistas e inversores compararon la montaña de dinero que se debe con el anuncio del ministro y concluyeron en que es una gota en un océano. Es otro parche aislado, que afecta a reservas que ya son escasas, por lo que el dólar mep (el del colchón o de las cajas de seguridad) subió en la semana 3,6% hasta $352,52, récord de todos los tiempos (subió $68 desde que Massa asumió el triple ministerio). El contado con liquidación (o dólar fuga) trepó 3,4% y el blue aumentó 1,9%, mientras que el peso oficial argentino se sigue atrasando, con un aumento semanal del 0,9%. Con esto, la brecha cambiaria volvió al 97%, a pesar de gran intervención del BCRA y de manos amigas, insostenible....

La estrategia del Central

A partir de hoy, con la misma estrategia, el BCRA emitirá pesos para sostener los bonos en pesos. Y el Tesoro usará dólares para intervenir los dólares financieros, intentando encepar también ese sector del mercado, pensando que con un dedo logrará tapar todo el cielo. Detrás de esa movida, se multiplicaron los dólares cripto y los dólares ADR. La fuga siempre encuentra una fisura por donde escapar. Cuánto más grande es el bloqueo, más temor y más fuga genera. Y junto con el ataque a la Corte Suprema y a la Magistratura, sucedió algo inédito: una carta con más de 500 empresarios firmantes con nombre y apellido advirtieron que las inversiones (y la creación de empleos) quedan absolutamente en riesgo, y que todo esto destruye aún más la poca confianza que hay en el Gobierno.

A esta altura, los inversores en fuga solo podrían volver a creer si se anunciara un plan económico concreto, con corte del gasto, sobre todo en la política. Hay en este país empobrecido miles de funcionarios políticos que cobran más de medio millón de pesos por mes, jubilaciones públicas de privilegio por doquier, una clase política que vive en castillos en barrios cerrados, con 45% de pobres, 20% de indigentes, entre los que están los jubilados que cobran moneditas.

Esta nueva tragedia argentina se dio con un contexto mundial en el que el dólar global ya no cayó en bloque como venía haciendo, sino que estuvo mixto. A diez días de la nueva suba de tasas cortas que anunciará la Fed se observó una leve suba para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,6% a 5 años, 3,5% a 10 años y 3,7% a 30 años.

En este momento analistas e inversores están divididos: la mayoría cree que la suba de tasas cortas que aplicará la Fed será de 25 puntos básicos en febrero y otro tanto en marzo. Pero hay algunos operadores que estiman que puede llegar a ser de medio punto.  La inflación se aplacó, pero el mercado laboral sigue demasiado firme.

De ese modo, durante la semana pasada el dólar subió 1,9% contra el real brasileño (con tensión en Brasil por las dificultades de Lula para imponer sus reformas, protestas en las calles y resistencia en el Congreso) y aumentó 1,3% contra el yen y 1,2% contra el yuan. Pero bajó 0,2% en Chile, 0,3% contra el euro, 0,7% contra el franco suizo y 1,3% frente a la libra.

La sensación global está rotando. La permanente suba de tasas de interés que vienen realizando los bancos centrales está empezando a aplacar lentamente la inflación. Se empieza a creer que ese problema va camino a arreglarse y gana espacio la idea de que la recesión global que hay en puerta no es tan profunda como se temía.

El rumbo de las commodities

De ahí que tras la reapertura china, y a pesar de nuevas amenazas de Putin de profundizar el conflicto en Ucrania, las commodities siguen muy firmes. A lo largo de lo que va de enero los metales básicos esenciales están muy firmes: el cobre sube 11,5% y el aluminio avanza 9,3%. Incluso el petróleo se sostiene con una mejora del 1,5%.

Hubo un gran alivio por la llegada de lluvias a Argentina, con el Inta anunciando que termina la Niña y que comienza el Niño. Y la llegada de agua del cielo a Argentina partió al medio el precio de los granos. El sorgo de Rosario sube 11,7% en dólares en el mes, el maíz rosarino (alimento esencial de humanos y animales) trepa 6,6%. El girasol del puerto santafesino no tuvo cambios. La soja chicago baja 0,7%, la soja Rosario se hunde 7,5% y el trigo Rosario cae 8,1%.

Y con este contexto, teniendo muy en claro que el horno no está para bollos, las clásicas posiciones de reserva se bifurcan: en lo que va del mes el Bitcoin trepa 39% (miles de inversores huyen de las monedas y de los Fiscos), el oro gana 5,8% y la onza de plata mejora apenas 0,2%.

Nuevas licitaciones

Todo este resultado llega a nivel local después de que Massa canjeó buena parte de los vencimientos de la deuda en pesos del primer trimestre para el período que va de abril a septiembre. Ahora tiene que enfrentar una nueva licitación el viernes próximo. Hizo el anuncio de que comprará deuda, avisando que está negociando créditos con bancos internacionales. Y como tema colateral ocurrió algo: el mensaje para avisar que iba a comprar US$ 1.000 millones  en deuda fue grabado, y un día antes hubo triple volumen en los titulos involucrados, como si hubiera habido inside information. Capitalismo de amigos, gente avisada que hizo una operaciones con gran ganancia, como pasó con la pesificación asimétrica en 2002, cuando  las deudas con el sistema financiero fueron pesificadas a razón de un peso por dólar, pero los depósitos en moneda extranjera fueron reconocidos por las entidades financieras a razón de $1,40 por dólar. Capitalismo de amigos y saqueo de los ahorros. Y los protagonistas esenciales que estaban a cargo de esa movida en ese momento son los mismos que están ahora. Los nombres se repiten, se enriquecen, mientras la población es cada día más pobre.

Es por esta situación que los privados de hoy no creen más en la moneda nacional. Peso que llega y sobra, se va directamente a consumo o al dólar, sin vueltas. Ningún privado quiere quedarse con bonos que venzan más allá de las PASO. Y el gran desafío es que el año electoral comienza ya, dentro de tres semanas con las primarias en la provincia de La Pampa. Y luego seguirán trece domingos electorales (por elecciones adelantadas de provincias que se quieren separar de la nacional) que irán moviendo la agujas del mercado. En camino hacia las PASO del 13 de agosto, para las que faltan treinta semanas, dentro de noventa días llegará la nominación de cómo quedarán los partidos en el cierre de listas. Todo sumergido en un año con trade electoral, en el que en el mundo de las finanzas, como siempre, se compra con el rumor y se vende con la noticia.

Cumbre en Buenos Aires

En medio de este temblor, mañana se hace en Buenos Aires la cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un desprendimiento para darle menor valor a la OEA, para separase de EE.UU. Ahí Alberto, que a nivel local ya casi no es recibido por nadie, recibirá a los que tampoco son recibidos por nadie en el mundo: Nicolás Maduro y Miguel Díaz Canel, dictadores de Venezuela y Cuba. También estará Lula, que se reunirá con la Celac y por separado se verá con Cristina en el Senado. Esta cumbre regional se concreta en medio de una ola de marchas y muertes en Perú, con reclamos para que la presidenta Dina Boluarte renuncie y haya elecciones inmediatas. Y, mientras tanto, Mauricio Macri recibe por tres días en su casa a Patricia Bullrich, que va intenta ganar y negocia con Javier Milei para hacer una alianza en provincia de Buenos Aires.

Bonos y acciones para arriba

Lo que para algunos sigue apareciendo como inexplicable es que mientras el peso se hunde, también hubo un gran momento para los bonos y las acciones argentinas. A lo largo de la semana pasada los titulos públicos locales subieron 7,3%. Y esto ocurre mientras la suba del dólar está impactando en la inflación: se espera nuevamente que los IPC de los próximos meses no vayan a 4% y 3% mensual como intentó forzar el ministro.  Se esperan IPC superiores al 5,5%, por lo que la tasa de los plazos fijos sigue siendo negativa, y solo las Ledes cortas están algo arriba. Pero con la gran incógnita que tiene el mercado en la cabeza: el temor a un reperfilamiento o una devaluación abrupta, algo que Massa jamás hará porque si lo hace habrá terminado su carrera política.

Y no debe olvidarse que inmediatamente después de la licitación del viernes próximo vienen vencimiento gigantescos de deuda en pesos; algunos de más de $2 billones por mes, y los privados tienen gran parte de esos títulos, muchos están posicionados en bonos duales que vencen en junio, julio y setiembre, y su rendimiento será lo mejor que de entre la marcha de la inflación y el tamaño de la devaluación

El impacto electoral

Y como todo este estruendo fuera poco, el mercado local está convencido de que vamos a un cambio de Gobierno. De ahí que la Bolsa porteña tuvo otra muy buena semana. El índice S&P Merval medido en pesos subió en la semana 2,5% y medido en dólares mejoró otro 0,6%. Mientras que las restantes bolsas internacionales tuvieron un resultado mixto: Tokio subió 1,7%, Santiago mejoró 1,5%, San Pablo 1%, México 0,7%, el Nasdaq de Nueva York 0,6% y Madrid 0,4%. Los únicos que siguieron hacia abajo fueron Frankfurt que perdió 0,4% (la tensión en Ucrania preocupa) y, atención, el Dow Jones Industrial cayó 2,7%, un índice que está integrado por las empresas más atadas al ciclo.

Y, como si todo esto no fuera suficiente crece el uso en los bancos de inversión de de un nuevo elemento, el ChatGPT, un prototipo de chatbot de inteligencia artificial desarrollado en 2022 por OpenAI que se especializa en el diálogo. El chatbot es un gran modelo de lenguaje ajustado con técnicas de aprendizaje tanto supervisadas como de refuerzo. De acuerdo a sus diálogos con sus clientes, este sistema los ayuda a saber qué decisiones tomarán, un par de bancos se adelantaron, y tuvieron buenos balances trimestrales. Compran antes, lo que la inteligencia artificial les dice que sus propios clientes van a comprar, primero compran ellos, les venden lo que compraron, y se quedan con una tajada.

Y a nivel local, como si todo esto fuera poco, como usan el dólar oficial como ancla para ver si frenan la inflación, bloquean importaciones, frenan la actividad, seguirán cayendo las exportaciones. Y hay gran posibilidad de que el superávit comercial vuelva a desaparecer en enero-marzo. Y esa, es la única fuente genuina de divisas que le queda a Argentina.

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