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Massa va a Washington a buscar crédito y respaldo para su gestión

La suba de los titulos argentinos se frenó. Entre lunes y jueves pasado las acciones y los bonos bajaron. Y el dólar libre estuvo tranquilo porque el BCRA pagó más tasa de interés y perdió reservas.

Los tiempos que vienen asoman con mucha inquietud.
Los tiempos que vienen asoman con mucha inquietud.
Luis Varela 05 septiembre de 2022

El intento de magnicidio ocurrido el jueves por la noche y los sucesos posteriores tienen a Argentina absorta, en estado de conmoción. Y en esta columna en la que nos referimos al focalizado mundo de las inversiones, la incertidumbre es aún mayor porque estamos en estado de ceguera: el viernes no hubo negocios locales por el feriado nacional y hoy no habrá negocios en EE.UU. por el Día del Trabajo. Por lo que apareció un cisne negro, y estamos navegando sin brújula.

Para peor, también el jueves, surgió una frase que dejó a muchos con la boca abierta: "Subir la tasa de interés no va a ser suficiente, esta vez estamos obligados a bajar el gasto público". Por más que sorprenda, la expresión no se dijo en Buenos Aires, fue un consejo de economistas profesionales al jefe de la Reserva Federal de EE.UU. Jerome Powell, en la reunión de bancos centrales, en Jackson Hole, Wyoming. Le plantaron de golpe al número uno de la Fed "si no bajamos el gasto, la moneda está en riesgo" ¿Cuál moneda? El dólar, que está en una cumbre de veinte años (jamás estuvo tan fuerte contra el euro y está en un máximo de 24 años contra el yen), puede entrar en problemas si los mercados no responden a la estrategia de Powell.

El estado de emergencia en todas partes es parecido. Hay 60% de posibilidades de que Powell suba la tasa corta en 75 puntos básicos este mes, y retirará de Wall Street en septiembre US$ 95.000 millones vendiendo bonos, endeudándose. Eso empinó las tasas largas de los bonos norteamericanos: la tasa a 1 año en los bonos de EE.UU. llegó el viernes al 3,5% anual, bloqueando todo. A la espera de más tensiones y más situaciones caóticas los inversores conservadores del mundo volaron hacia esos bonos y ratificaron el súper dólar. Así, la semana pasada el dólar subió 2% en Brasil, 1,9% contra la libra, 1,7% contra el yen, 1,5% contra el franco suizo, 0,4% contra el yen y 0,2% contra el euro, con la moneda única europea más defendida porque el BCE anunció que seguirá detrás de la suba de tasas de la Fed y porque en tres semanas se vota en Italia, y la ultraderecha viene primera en las encuestas, con un mensaje de guadaña como emblema: "este gasto público no puede seguir" (Italia tiene deuda pública récord y su tasa a 10 años está en la cumbre de la Unión Europea: Italia paga 3,8% anual, Alemania 1,5% y Suiza 0,8%.

El mercado cambiario local

En cambio, hasta que lo ocurrido con Cristina Kirchner, la situación cambiaria argentina fue diferente. En una semana que terminó el jueves, que no tuvo negocios el viernes y que tendrá valores sin referencia de Wall Street hoy (donde se opera con papeles argentinos más que en Buenos Aires) el dólar en Argentina fue dual: el tipo de cambio oficial subió 0,8%, casi al ritmo de lo ocurrido con las monedas globales, pero los dólares libres tuvieron una semana en baja: el MEP y el contado con liquidación achicaron 1,3% y el dólar blue bajó 2,4%.

Esta baja del dólar no fue gratuita. El Banco Central acaba de subir la tasa de los plazos fijos y de las Leliq al 69,5% anual (hasta una posición aún negativa contra la inflación). Eso hará que en los próximos meses se paguen de intereses por las Leliq una inmensidad de más de $6 billones, que esperan ser licuados perjudicando a la gente que se queda en pesos. Y detrás del anzuelo de la tasa nominal más alta el stock de depósitos en pesos, cada vez más en posiciones ajustables por inflación, acumularon según datos oficiales del BCRA un aumento del 10% en agosto. En tanto que la baja de depósitos en dólares siguió pero más moderada: el stock que hay en esa moneda se achicó 0,9% en todo el mes, pero las últimas seis semanas cayó 6,9%, de de US$ 15.642 millones a US$ 14.558 millones, porque Sergio Massa negoció con las exportadoras cerealeras que adelanten dólares depositados, que tendrán retribución y garantía de un BCRA que sigue cada vez más vacío.

Las reservas del BCRA

La semana pasada, entre operaciones de mercado, comercio exterior y caída del yuan, las reservas del BCRA bajaron en US$ 289 millones. Desde que el FMI entregó los últimos DEG el 28 de junio último, la autoridad monetaria acumula pérdidas.  Como avanzada, Massa acaba de enviar a Washington al viceministro Gabriel Rubinstein, el titular del Indec Marco Lavagna, el jefe de asesores Leonardo Madcur, el secretario de Finanzas Eduardo Setti, el secretario de Hacienda Raúl Rigo y atención: Lisandro Cleri por el BCRA (iba a viajar Miguel Pesce, pero por alguna razón no lo hará). 

Rubinstein y toda su avanzada no la tendrán tan fácil. Todos verán a Ilan Goldfjan del FMI y a Gita Gopinath, virtual número 2 de Georgieva en el FMI, con la que en principio Massa tiene una cita personal agendada para el próximo martes 13 de setiembre. Según analistas del mercado, Massa y Rubinstein lograrán pasar la nueva auditoría del FMI, y hasta quizás esta vez no haya que pedir una dispensa o "waiver" por estar muy lejos en la acumulación de reservas en el BCRA. Es decir, Massa volverá con los DEG para seguir haciendo roll over con el Fondo y algunos dólares del BID, para seguir con el plan aguantar.

Ahora bien, el viernes, tras el impacto por lo de Cristina, las operaciones con títulos argentinos en Nueva York mostraron que los bonos volvieron a bajar, que el riesgo se elevó en 36 unidades, hasta 2.424 puntos básicos, pero las acciones siguieron sostenidas, con mayoría de subas en los ADR. Esto fue leído de manera absolutamente contundente por un analista financiero local: "Los inversores no creen en el Estado pero sí creen en los privados". Dicho de otro modo, esperan que la deuda en pesos o en dólares podría tener algún canje, reestructuración o reperfilamiento compulsivo en el futuro, pero consideran que las empresas argentinas son viables, que siguen ganando dinero y que podrán cumplir con las Obligaciones Negociables emitidas en dólares. 

Detrás de la foto del viernes, apareció un indicador de inflación de agosto en Bahía Blanca, mostrando un 7,04% mensual, y son pocos los centros de estudios privados que esperan que el IPC anuncie el miércoles 14 (un día después del encuentro de Massa con Georgieva) un índice inferior al 6,5% mensual, lo que podría llevar la inflación de los últimos doce meses hasta el inquietante 78% anual. Con ese contexto, la nueva tasa que pagan los plazos fijos quedó dos puntos abajo de la inflación (4,5% mensual en los plazos fijos tradicionales) y los bonos argentinos se hundieron en la semana 4% promedio, por lo que el "efecto Massa", que había permitido una notable recuperación del 29% en los titulos públicos argentinos, se diluyó nuevamente.

Las bolsas para abajo

¿Qué pasó con las bolsas? En el balance semanal hubo dos excepciones alcistas: la Bolsa chilena subió 3,5% porque las encuestas repitieron toda la semana que habrá rechazo para cambiar la Constitución y Frankfurt logró repuntar 0,6% porque hizo acuerdos que le darán gas en el invierno, abandonando una situación que parecía completamente sin salida. Pero el resto de las bolsas se rindieron frente a la tasa del 3,5% anual de los bonos del Tesoro, que según varios expertos treparán pronto hasta el 4,5%. El Nasdaq de Nueva York  tuvo un derrape semanal del 4,2%, el Merval porteño en pesos achicó 3,6%, Tokio cedió 3,5%, el Dow de Wall Street cayó 3%, México 2,9%, San Pablo bajó 1,3% (porque ya no sería tan seguro que el favorito Lula gane la presidencial en primera vuelta dentro de cuatro semanas, y el Merval en dólares achicó 1,2%. 

Por supuesto, entre el feriado del viernes y la falta de negocios de hoy en Wall Street, la ceguera de los analistas financieros es total. Solo remarcan que los commodities están siendo doblegados por la tasa de la Fed, pero también advierten que el dólar global acaba de mostrar un signo de debilidad. En lo que va de septiembre, nada, dos ruedas, la onza de plata sube 1% y el oro mejoró 0,2%. Y la soja en Chicago se sostuvo con un avance del 0,5%. Pero todo lo demás fue para abajo: la soja en Rosario cae en lo que va de este mes 4%, el níquel se hunde 3,6%, el cobre 3,2%, el aluminio 2,8%, el petróleo 2,4%, el bitcoin achica 2,2% y el trigo rosarino pierde 1,8%.

¿Marcará este freno en las commodities el fin de este período de alta inflación? Powell adelantó que mantendrá las tasas altas hasta mediados de 2023 porque no quiere repetir la experiencia de los '70, cuando después de la crisis del petróleo la inflación cedió por la suba de tasas, pero cuando se bajaron demasiado pronto volvió a pegar un brinco, que obligó a Paul Volcker en 1981 a llevar a la tasa de la Fed hasta un increíble 15,5% anual que acabó con todo, con EE.UU. dueño de la mayor cantidad de reservas de oro del mundo. Pero ahora el oro tiene un competidor: las criptomonedas son refugio sobre todo para los más jóvenes, por lo que el desafío por lo que viene puede ser mayor de lo que se puede pensar hasta ahora. Y para Argentina, en medio de una conmoción, con más grieta, con gobernadores adelantando elecciones para separarse de la votación nacional, los tiempos que vienen asoman con mucha inquietud. 

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