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Malas señales volvieron a espantar a los inversores

Los mercados tuvieron ayer malos resultados en todas las variables.

Entre los anuncios e interpretaciones que hace el Gobierno local y la firmeza de la economía de EE.UU.
Entre los anuncios e interpretaciones que hace el Gobierno local y la firmeza de la economía de EE.UU.
Luis Varela 06 diciembre de 2022

En un día con duras complicaciones desde lo económico y desde lo político, el mercado financiero argentino experimentó claras reacciones negativas en todos los frentes: subieron 15 de los 16 dólares de Alberto (con la cotización fuga volando), la Bolsa porteña también perdió precios y hubo caída en bloque para los ADR argentinos que cotizan en Nueva York, y los bonos tuvieron otro resbalón, que provocó una segunda suba del riesgo país, que saltó 52 unidades hasta rozar otra vez los 2.300 puntos, un nivel nueve veces más alto que el de los países vecinos.

El Gobierno hizo ayer diferentes gestos que en vez de invitar a los argentinos a sumar inversiones y a generar empleos genuinos locales ahuyentan todavía más a los
que pueden reunir algo de dinero.

Intercambio con Estados Unidos

Una de las dos malas señales de ayer fue puramente administrativa. El ministro Massa anunció avances en el intercambio de información financiera con EE.UU., donde supone que hay cuentas con depósitos no declarados de argentinos por unos US$ 100.000 millones. El ministro cree que con eso se podrá aumentar la recaudación buscando gente que eludió impuestos. Y la respuesta inmediata de tributaristas expertos fue contundente y única: EE.UU. tiene acuerdos de este tipo con cien países, brinda datos puntuales, por pedidos únicos, y si encuentra que hay algún tipo de filtración en la información, suspende inmediatamente el intercambio, como hizo con México, entre otros países. Y, ayer mismo, la página del Indec fue hackeada y sus números fueron espiados, por lo que este camino seguido por Massa se parece más a una intimidación, enviando al mismo tiempo un proyecto de ley de blanqueo, a un Congreso que está en llamas desde la sesión escandalosa de la semana pasada.

Y el otro elemento que dejó boquiabiertos a los inversores fue el hackeo que se le hizo al celular de un funcionario de la Ciudad de Buenos Aires donde supuestamente encontraron datos de una reunión de empresarios, jueces y políticos en el sur, y eso llevó al presidente Alberto Fernández a realizar un mensaje masivo a la población donde dijo que "lastima a la democracia ver la promiscuidad antirrepublicana". Lo dijo un día antes de que hoy otro poder de la República falle en el caso de Vialidad, donde se conocerá finalmente si en primera instancia hay condena por defraudación o incluso por asociación ilícita para todos los involucrados.

Malos datos del exterior

Eso ya creó un mal ambiente en el mercado local, pero la situación se complicó porque apareció un ventarrón aún más fuerte desde el exterior. Después de los buenos datos conocidos el viernes en la economía de EE.UU., con creación de 230.000 empleos no agrícolas cuando se esperaban 200.000 y con el índice de salarios subiendo y la tasa de desempleo estable, ayer el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) dijo que su PMI no manufacturero aumentó de octubre a noviembre de 54,4 a 56,5 puntos. Esto mide la actividad del sector de servicios, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, que demuestra no ser afectada hasta ahora por los aumentos de tasas de interés que viene aplicando la Reserva Federal.

Este firme aumento en la actividad comenzó a mover otra vez las brújulas de los analistas. Hasta el jueves pasado pensaban que Jerome Powell ya estaba en la cumbre de la tasa corta de la Fed, ya que aplicaría un incremento de medio punto en diciembre y otro de un cuarto en febrero. El viernes, tras el dato de empleo, ya se empezó a hablar de una suba de 50 puntos básicos en diciembre y de otra de igual magnitud en febrero. Y con la estadística de ayer surgió el temor de que el miércoles de la semana próxima Powell puede llegar a subir la tasa otra vez 75 puntos básicos y que recién sería menor en febrero. 

Por supuesto, todas esas son puras especulaciones, pero lo concreto es que ayer rebotaron las tasas largas de los bonos del Tesoro norteamericano: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,8% a 5 años, 3,6% a 10 años y 3,6% a 30 años. Y con eso, el dólar global -que venía claramente en baja desde hacía casi un mes- tuvo un rebote contra casi todas las monedas. Ayer en el exterior el dólar subió 1,8% contra el yen, 1,7% contra el mexicano, 1,4% en Chile, 1,2% en Brasil, 0,9% contra la libra y 0,5% contra el euro. Y el billete verde sólo bajó 0,8% contra el yuan, porque Xi Jinping flexibilizó los encierros en Shangai, Beijing, Tianjin, Shenzhen y Chengdu, por lo que la actividad china renació.

Los dólares en Argentina

Mientras el dólar global levantaba cabeza nuevamente, las decisiones de Massa y de Alberto, atacando siempre a los privados y llamando antirrepublicanos a un grupo de personas detectadas a través de un celular hackeado, todo un día antes de que otro poder del Estado emita el fallo por Vialidad. Con eso, los dólares de Alberto subieron en bloque, con sólo el blue estancado sin cambios en $312 porque "el chiquitaje tuvo que seguir vendiendo el canuto para pagar los gastos de almacén", pero los que consiguieron pesos sobrantes se fueron de cabeza al dólar, tanto que el dólar Qatar subió $2,40 hasta 352,88, el MEP subió $2,47  hasta 321,14 y el contado con liquidación saltó $4,07 hasta 330,97.  Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 77% y la del CCL con el mayorista saltó a 96%.

Toda esta situación de ataque a los privados de manera permanente, esperando seguir rasguñando recaudación hasta el infinito sin dar señales claras de achicamiento de un Estado que el sector privado no está en condiciones de sostener, hicieron que se cortara la extendida suba que venían mostrando los títulos públicos argentinos, que ayer tuvieron una baja de más del 1%, con caídas  importantes en bonos de alto volumen de papeles dolarizados, lo cual refleja que el nivel de confianza fue herido nuevamente.

Las bolsas para abajo

Debajo de todos esos movimientos, la suposición de que Powell puede ser nuevamente halcón el miércoles 14 de este mes hicieron que la Bolsa de Nueva York sufriera una estocada: el índice industrial Dow Jones bajó 1,4%, el S&P 500 cedió 1,8% y el tecnológico Nasdaq achicó 1,9%. Mientras que las bolsas latinoamericanas también sufrieron el recorte: la de San Pablo cayó 2,3% y la de México cedió 0,8%.

Y a nivel local las cosas estuvieron mucho peor. Con $3.554 millones operados en acciones y $5.102 millones en Cedears, hubo una caída del 3,1% en la Bolsa de Buenos Aires. Y lo que ratificó este empeoramiento local fue que los ADR argentinos que se operan en Nueva York tuvieron una baja en bloque del 1% al 6,8%, con Mercado Libre, Galicia, Macro, Central Puerto, YPF, Francés y Pampa E, como los papeles más perjudicados.

Hubo, además otros datos que provocaron mucha preocupación en el mercado interno. La Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa) informó que en noviembre la producción local se sostuvo, ya que mejoró 1,8% contra el número logrado en octubre, pero lo que dejó a los analistas sin aliento fue que la exportación de noviembre contra octubre se derrumbó 16,3%. Y ante ese número los especialistas ratificaron lo que vienen advirtiendo desde hace rato: "esta inflación desbocada con un crawling peg que sigue a la suba de precios desde atrás, está encareciendo los productos de exportación argentinos, y si no hacemos una reforma económica estructural con urgencia el superávit comercial, única fuente de financiamiento genuina que nos queda, terminará convirtiéndose en otro agujero".

La mirada general no es auspiciosa. incluso antes de conocerse que el sector servicios de EE.UU. estaba tan firme, el Banco de Inversión Morgan Stanley sacó un informe donde ratificó que con esta coyuntura sigue siendo vendedor de acciones en el corto y mediano plazo, ya que ve por delante una clara recesión mundial. Y detrás de MS, inmediatamente también reiteraron una posición pesimista similar los Bancos de Inversión Goldman Sachs y JP Morgan. Y por si a alguien le quedara alguna duda, Deutsche Bank afirmó que espera para Wall Street una caída del 33%.

Durante el fin de semana, la Opep+ se reunió para resolver qué hará con la oferta de petróleo a partir de enero, con la mirada muy puesta en China y su apertura. Y después de mucho cabildeo resolvió no mover nada, y dejar la oferta tal cual está, pero ayer el petróleo se desplomó, y los miembros de esa organización petrolera llamaron a una nueva rediscusión si es que el precio del barril no se estabiliza.

Alivio en el BCRA

Ayer, detrás del repunte global del dólar, todas las commodities actuaron en consecuencia. Hubo una dura caída del 3,7% para el petróleo. Se registró debilidad para los metales preciosos. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago, la soja subió 0,1%, pero el maíz bajó 1% y el trigo se hundió 2,8%. Y en Rosario hubo suba del 1,4% para la soja y baja del 0,4% para el maíz, pero con todas las organizaciones advirtiendo que esta nueva ola de calor compromete aún más la siembra, y que puede haber incluso graves problemas con la lechería. Finalmente, con un mercado ahora mucho más disminuido, el Bitcoin bajó 0,4% también con debilidad para el resto de las criptomonedas.

Al final del día, en el BCRA respiraron un poco aliviados. Mientras CAME advierte que las ventas minoristas caen 3,1% en noviembre, la autoridad monetaria pudo comprar ayer por el dólar soja apenas US$ 74 millones, una cantidad mucho más reducida que los números de las ruedas anteriores y ni que hablar de las compras de septiembre. Pero como subió el yuan, el swap cobró más valor y las reservas brutas pudieron mejorar en US$ 275 millones, son casi decorativas, pero por lo menos es algo positivo que se puede mostrar.

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