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Los mercados se dieron vuelta y llegan dos decisiones clave

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Luis Varela 28 septiembre de 2020

Por Luis Varela

Con menor cantidad de muertes sobre el total de contagiados detectados y con la llegada de las vacunas cada vez más cerca, los mercados del mundo acaban de rotar, iniciando una nueva etapa.

Hasta hace un mes los principales bancos centrales del mundo (Fed, BCE, BoJ, entre otros) inundaban los mercados de liquidez sin fin: tasa cero y dinero disponible era la regla de oro, todo con la intención de que la pandemia no se convirtiera en un crac financiero que complicara las cosas todavía más.

El aquel contexto, las bolsas crecían sin parar y los activos refugio volaban. El índice Nasdaq llegaba a 12.056 puntos. La onza de oro tocaba inéditos 2.067 dólares. La onza de plata arañaba los US$ 30. Y el bitcoin se ilusionaba elevándose hasta US$ 12.330.

Por supuesto, el virus no terminó: de hecho está por llegar a matar a casi un millón de personas en diez meses. Tremendo. Pero hasta ahora en los dos países más castigados de la tierra, Perú y Bélgica, el porcentaje de población que falleció fue mínimo: 0,09% de los habitantes.

El vuelo de muchos activos y la abundancia de liquidez empezaron a despertar la inflación mundial. Hace un par de semanas el petróleo se acercó a los niveles que tenia en febrero. Metales básicos como el cobre y el aluminio fueron a precios máximos en dos años. E incluso los granos se despertaron, con recuperaciones del 20% y mayores valores desde 2018.

Con todo eso, los signos de inflación mundial, incluso con muchos países funcionando a un cuarto de máquina por la cuarentena, empezaron a mostrar subas peligrosas, superiores al 3%, que cuando lleguen las vacunas pueden convertirse en 5% anual, o más.

Así, los bancos centrales siguen diciendo que la tasa cercana a 0% continuará, pero las liberaciones de liquidez empezaron a acotarse un poco. Y, además de todo eso, llega una gran incógnita muy decisiva: estamos a apenas cinco semanas de la elección presidencial en Estados Unidos, Donald Trump hizo declaraciones temerarias (como desconocer votos que lleguen por correo), y la incertidumbre crece.

Con esta movida, el dólar abandonó su ciclo descendente que, sin dudas, continuará una vez que los norteamericanos voten. Pero la semana pasada el dólar subió contra todas las monedas del mundo: avanzó 3,2% en Brasil y Chile, 1,9% contra el franco suizo, 1,7% contra el euro, 1,4% contra la libra, 1% contra el yen e incluso subió 0,8% contra el yuan.

Y en Argentina, ni hablar: el supercepo recargado aplicado por el titular del BCRA, Miguel Angel Pesce, asustó tanto que los dólares libres volaron. El contado con liquidación subió 5,4% en la semana, el MEP creció 4,3% y el blue 3,6%, muy por encima de los dólares oficiales, que siguen con su cansino crawling peg del 0,6% por semana.

Para peor, el supercepo recargado generó tanto temor y tantos rumores que puso al mercado en gran tensión.

Lo concreto es que durante miércoles, jueves y viernes hubo un persistente goteo de depósitos, con fuerte caída de reservas en el Banco Central, generando una situación de desconfianza, que se multiplica más por el cúmulo de decisiones económicas de Alberto Fernández que van en contra de la inversión (más impuestos, congelamiento de alquileres y desalojos, impedimento de despedir, entre otros).

La suba de los dólares libres volvió a ampliar la brecha cambiaria, acercándola otra vez al 90%, favoreciendo las importaciones y complicando la exportaciones, que retroceden desde hace 120 días y que, además, se privatizan, postergando a niveles mínimos las exportaciones industriales, que son las agregan empleo local.

El supercepo, además, encarece y provoca escasez de productos importados. Con eso los mayoristas en bloque presionan a los supermercados, que los denuncian ante el Gobierno por no entregar productos o por pedir aumentos de hasta el 20% en los precios, o que de otro modo no podrán entregar.

Y la suba mundial del dólar que se desarrolló en los últimos días le puso un tope a muchos productos y generó desplomes en varios valores burbuja. El índice Nasdaq, por ejemplo, bajó casi 10%, de 12.056 a 10.913 puntos. El oro también se desplomó 10%, de US$ 2.067 a US$ 1.861. La onza de plata se hizo añicos: cayó 22%, de casi US$ 30 a menos de US$ 23. Y el bitcoin achicó casi 13%, hasta US$ 10.754.

La amenaza de inflación y la cercanía de las vacunas plantea que probablemente las tasas bajas no duren tanto como lo prometido ahora. Y con eso la semana pasada las Bolsas bajaron en bloque: Frankfurt cayó 4,9%, Madrid 4,4%, el Dow Jones de New York achicó 1,7%, San Pablo cedió 1,3% y Tokio achicó 0,7%. Sólo el Nasdaq logró sostenerse, con una suba del 1,1%, con una batería de anuncios increíbles de parte de las tecnológicas.

Y dentro de todo ese espectro, los papeles argentinos sufrieron considerablemente. La Bolsa local volvió a mostrar su clásica ilusión: subió 1,3%, pero bajó 2,3% semanal en dólares, con caídas verticales en varios ADR argentinos que cotizan en New York. Solo por dar dos muestras: YPF cayó 46%, de US$ 6,81 a US$ 3,68. Y el Grupo Financiero Galicia achicó 44%, de US$ 13,27 a US$ 7,40.

Muchas de las bajas de los papeles argentinos están totalmente ligadas al supercepo. Hay un cúmulo de empresas que están endeudadas con ON en dólares que tienen vencimientos en los próximos tres meses y el Banco Central ya les informó: "No les podremos vender todos los dólares a precio oficial y el 60% de lo que deben lo deberán buscar en otra parte".

Obviamente, todo esto, sin que el Gobierno entregue una sola señal de pretender realizar un ajuste fiscal, provocó un desplome de los títulos argentinos nuevos, tanto los que cotizan en Buenos Aires como los que cotizan en Nueva York. Hubo caídas del 18% y sus tasas a vencimiento se estiraron del 10,5% al 14,5% anual, en un desbarranque inédito para papeles recién reestructurados, sin vencimientos importantes en los próximos tres años.

Junto con esto apareció una gran noticia para Argentina: con China reactivándose, el precio de los granos se despertó. La soja subió 5% en Chicago. Y en Rosario el sorgo saltó 17%, el girasol subió 15%, el trigo 3,3%, la soja 2% y el maíz 1,4%.

A pesar de esto, el Banco Central sigue emitiendo pesos para abastecer al Tesoro. Y Martín Guzmán sale hoy a emitir más deuda (Letes en pesos y Bonos ajustados por CER), por lo que enfrentará otra prueba de confianza en el mercado local. Esto es a días de otros dos detonantes: la Corte se reúne para definir qué hace con los jueces desplazados por el Senado. Y en una semana llega la misión del FMI.

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