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Ajustan el cepo, pero la brecha es la más grande desde agosto

Massa siguió usando munición gruesa para frenar la corrida. Vendió dólares, aumentó el cepo cambiario, aceleró el crawling peg, intervino con bonos. Pero no logró evitar que el blue y el CCL pegaran un salto y que la brecha subiera al 105%, la diferencia más grande desde agosto.

Ajustan el cepo, pero la brecha es la más grande desde agosto
Luis Varela 03 mayo de 2023

El gasto de dólares, la venta de bonos y la aceleración de la micro devaluación que aplica el Gobierno no alcanzaron ayer para controlar la corrida cambiaria. El dólar blue y el dólar fuga (contado con liquidación) volvieran a subir fuerte. Enfocados en el dólar financiero, apenas pudieron contener el dólar mep, con los bonos repuntando, el riesgo bajando apenas, con la Bolsa porteña debilitándose, mientras en Wall Street entregan algunas señales que asustan, con todos los ojos puestos en lo que hará hoy la Fed con su tasa de interés  base. 

El nerviosismo de la primera rueda hábil de mayo para Argentina se desató el viernes pasado, cuando el First Republic Bank terminó asumiendo su quiebra, y su derrumbe no hizo explotar todo porque inmediatamente fue absorbido por uno de los bancos norteamericanos grandes: JP Morgan. Pero el horno no está para bollos: el banco de inversión Morgan Stanley adelantó que despedirá a 3.000 empleados en el segundo trimestre del año (lo que será una segunda ronda de despidos tras una que hizo hace poco) al tiempo que IBM hizo girar la cabeza de todo el mundo ya que hizo público que analiza sustituir 7.800 empleos por Inteligencia Artificial.

Una inflación resistente

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Además de todos esos sectores que están crujiendo, muchos países empiezan a mostrar datos de precios y se comprueba que la inflación mundial sigue siendo resistente. El viernes se difundió el índice de precios de los gastos en consumos personales de Estados Unidos: se esperaba una variación del 4,5% anual, pero el dato 4,6% algo más alto que lo esperado pese a las últimas subas de tasas la la Fed, algo que sí está impactando sobre la masa total de ofertas laborales, que se redujo en todo Estados Unidos de 9,8 a 9,5 millones, cuando se esperaba 9,7 millones. Pero, del otro lado del mundo, el Banco Central de Australia subió su tasa base en 25 puntos básicos, de 3,35 a 3,6% anual. Y hoy todo el mundo estará con los ojos puestos en la Fed, que supuestamente va a subir otros 25 puntos básicos su tasa base, de 5% a 5,25% anual, y luego hará otra reunión en junio vigilando el empleo y la inflación (se está por conocer un inminente dato laboral, se espera que la creación sea inferior a 200.000 empleos, cuando la Fed busca que se estabilice en 100.000). Sin embargo, los inversores de Wall Street parecen convencidos de que la suba de hoy será la última, mientras que Jerome Powell repite que este tasa alta durará más de un año y James Bullard, de la Fed de Saint Louis, va más allá: advierte que la tasa corta seguirá subiendo.

Con todo ese combo de bancos en problemas, empleos que van y vienen, en el día previos a la decisión de la Fed, las tasas largas de EE.UU. bajaron: se pagó 4,7% anual a 1 año de plazo, 3,5% a 5 años, 3,4% a 10 años y 3,7% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar subió 1,2% en Brasil, 0,8% contra la libra, 0,3% en Chila, 0,2% en Japón y 0,1% contra el euro y bajó 0,1% en México.

Lejos de ese cuadro general, en Argentina ocurrió todo lo contrario. El Gobierno sigue al pie de la letra lo que le va diciendo el FMI. El sábado publicó en el Boletín Oficial una suba en las tarifas del gas y se viene una importante suba en la electricidad. Al tiempo que el BCRA está acelerando de manera consistente las microdevaluaciones denominadas "crawling peg". La CNV cambió las reglas para que se opere de manera acotada con los dólares financieros, aumentó el cepo para operar con dólares MEP o CCL, pero igual la corrida se  mantuvo igual, a pesar de una gran pérdida de reservas y un aumento de deuda de Reconquista 266 que ya asusta.

El BCRA vendió dólares

Pesce: acuerdo con FMI "reduce incertidumbres" y permitirá que "Argentina crezca sustentablemente"
 

Mientras el presidente Fernández, el ministro Massa y el embajador Scioli volaron a Brasil para intentar hacer un acuerdo con Lula para que los brasileños nos entreguen un préstamo en reales para mantener viva la compra de insumos desde ese país, se encontraron la resistencia en el Banco do Brasil, que pide una garantía para entregar la ayuda que pide Argentina. En paralelo, mientras esa realidad nos golpeaba en la cara, el BCRA vendió ayer US$ 133 millones (US$ 102 millones fueron pagos de energía por no tener el gasoducto hecho); al tiempo que los exportadores liquidaron US$ 54 millones por dólar soja (en operaciones que no fueron realizadas por productores). Y si se quiere lo más grave fue que al final del día el BCRA perdió reservas por US$ 218 millones y chupó de los bancos depósitos por otros $ 1,5 billones en Leliq cortas, agigantando un agujero que provoca un déficit cuasifiscal insostenible.

Pese a todo ese esfuerzo, el dólar blue brincó $5 hasta $474, el dólar Qatar saltó $4,92 hasta $464,18, el contado con liquidación brincó $6,73 hasta $459,89 y la brecha entre el dólar oficial y el blue subió al 104% y la del CCL con el mayorista subió al 105%, por lo que se colocaron en el nivel más alta desde mediados de agosto, mes en el que Massa decidió jugar su carta presidencial saliendo del Congreso y tomando la brasa caliente del Ministerio de Economía. La situación es ciertamente inquietante, al tiempo que hubo un informe de Bank of America en el que se deslizó que esperan que para fines de 2023 el dólar mayorista argentino termine a $ 485 y el blue llegue a la zona de los $ 850. Y, con el nuevo Gobierno, y con reformas macro, esperan que en el primer trimestre de 2024, con el nuevo gobierno ya asentado, el mayorista llegue a $ 570 y el blue a $ 912.

Por supuesto, esas son apenas estimaciones, que habrá que ver si se cumplen. Pero lo cierto es que, sin bajar el gasto, Massa sigue poniendo parcha tras parche, buscando más y más crédito, pateando los problemas para más adelante. Encuentran en Brasil lo mismo que en China y en el FMI: la intención es de ayudar, de apoyar, pero piden garantías o movimientos específicos a cambio que el Gobierno no quiere realizar.

Ayer se conoció, además, que por el boom de importación de soja desde Brasil, el déficit comercial argentino con los brasileños fue el más alto de los últimos cinco años. Según Abeceb, la Argentina continuó aumentando el déficit del saldo comercial bilateral con Brasil durante el mes de abril. En rigor, llegó a ser de US$ 776 millones, lo que implicó un crecimiento del 220,7% en relación con igual mes del 2022 -cuando el rojo bilateral había sido de US$ 242 millones. De esta manera, ya es el quinto mes consecutivo en que se empeora el resultado comercial con Brasil, dejando atrás el anecdótico superávit de U$S 54 millones observado en noviembre de 2022.

Caída global de las bolsas

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Con estos oscuros resultados locales, envuelto en sus propios problemas bancarios y con el devenir de su inflación y su lento decrecimiento del empleo, la Bolsa de Nueva York bajó ayer 1,1% en sus tres índices principales, Dow, S&P y Nasdaq. Al tiempo que hubo una caída del 2,4% en la Bolsa de San Pablo y una suba del 0,1% en la de México. En el mercado local, con $4.171 millones de  operados en acciones y $7.719 millones en Cedear, la Bolsa de Buenos Aires bajó 0,8%. Mientras que los ADR argentinos en Nueva York mostraron subas del 1% al 5,5% para Despegar, Galicia y Pampa E; con bajas del 1% al 4% para Edenor, Adecoagro, Mercado Libre, Central Puerto, Cresud, Francés, Loma Negra, Supervielle, YPF, IRSA y Bioceres.

La situación general es muy inestable. Hay varios bancos de tamaño medios de EE.UU. con problemas y China, de modo inesperado dio datos de cierta desaceleración. Lo cual recordó en los inversores bursátiles más viejos esa legendaria frase de bolsa que recomienda vender en mayo e irse a otra parte: "sell in may and go away".

Las materias primas parecen esperar un claro achatamiento por venir. Ayer hubo un derrumbe del 6,4% en el precio del petróleo. Los metales básicos se mantuvieron mixtos. En Chicago los granos siguieron bajando, mientras en Rosario repuntaron con el Servicio Meteorológico avisando que se viene el invierno más cálido de los últimos años. Ni siguiera se salvaron las criptomonedas, con el Bitcoin anotando una baja del 2,3%. Sólo se salvaron los metales preciosos: hay inquietud y la búsqueda de seguridad hizo que tanto el oro como la onza de plata ganaran un escalón y se pusieran otra vez en la mira de los más cautelosos.

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