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Lime arranca esta semana con 500 monopatines en Buenos Aires

25 septiembre de 2019

De la noche a la mañana, los scooters eléctricos pasaron de ser un divertido, aunque de nicho, dispositivo recreativo a aparecer repentinamente en cada esquina de casi todas las ciudades de los EE.UU., Europa y ahora también se puede empezar a ver en Argentina.

El éxito inesperado de las compañías para compartir monopatines electrónicos, dominadas por Bird y Lime, fue sin duda una de las mayores locuras tecnológicas del año pasado.

La empresa de alquiler de monopatines eléctricos Lime inició sus operaciones en Argentina este martes con el servicio de movilidad sustentable en la ciudad de Buenos Aires, mientras aún estudian el resto del mercado nacional.

Se trata de una de las startups más importantes del sector, que nació como una app hace poco más de dos años y comenzó un agresivo proceso de expansión a partir de fuertes inversores desde Google y Uber.

Esta semana desembarcó finalmente en las veredas y calles porteñas con la prestación del servicio de alquiler de sus monopatines, en principio con 500 unidades y espera ir creciendo hasta alcanzar los 2.000 antes de fin de año, el cual es un número por demás de ambicioso teniendo en cuenta que en total, Lime tiene alrededor de 1500 e-scooters en Miami, Fort Lauderdale y Tampa.

"El servicio es más rápido que los medios de movilidad tradicionales y más barato que un taxi. Nuestros monopatines no son genéricos, tenemos un equipo trabajando en la innovación. Son más robustos y con baterías que duran más. Por ejemplo, en París estamos lanzando un equipo especial con amortiguación. Tratamos de que se adapten a cada ciudad”, explicó a CNN Radio Gonzalo Prieto, gerente de operaciones de Lime Argentina.

El arribo estará delimitado a los barrios de Palermo, Villa Crespo, Recoleta y Retiro para medir la demanda por el servicio. “Es un lanzamiento pequeño para ver cómo los usuarios reaccionan al producto y, más adelante, ir creciendo orgánicamente para llegar a los principales nodos”, puntualizó French.

No se podrá utilizarlos fuera de este perímetro, ya que, fuera de estos barrios, no podrá desbloquearse.

Pero hay un lado oscuro en el uso compartido de scooters (y no estamos hablando del vandalismo o el caos que generan en las veredas o incluso de los ciclistas lesionados). Los números fundamentales de las principales compañías en realidad no cuadran porque los scooters no aportan suficiente dinero para cubrir sus costos.

Compartir viajes es insostenible, y si el negocio continúa en su camino actual, es muy posible que estos scooters terminen en un cementerio masivo como esas fotos virales que se difundieron de China.

Todo se reduce a la economía de la unidad (cuántos ingresos aporta cada scooter individual para la empresa) y el número más importante a considerar es la vida útil de cada scooter. Cuantos más viajes y kms pueda cubrir una solo unidad, mejor será para las compañías de scooters que tienen que recuperar el costo de cada vehículo antes de que puedan comenzar a ganar dinero.

Para utilizar el servicio los usuarios deben descargarse la app de Lime y leer el código QR que cada equipo tiene en la parte superior. Así, se desbloquea y ya se puede utilizar. Para la devolución, se hace el mismo procedimiento.

Los monopatines están programados para acelerar a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora y, en Buenos Aires, estiman un tiempo promedio de uso de entre 10 y 15 minutos por usuario.

Lime ya está presente en más de 100 ciudades y entre lo que resta de este año y el que viene esperan avanzar en su expansión en América Latina, donde ya están presentes en las principales ciudades de esta región. En Argentina esperan avanzar en Rosario, Córdoba y Mendoza.

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