Es sabido que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, varios integrantes del régimen nazi huyeron de Alemania y se ocultaron en Argentina. Entre ellos se puede destacar la figura de Josef Menguele, el médico que realizó experimentos mortales con prisioneros y que llegó a ser conocido como el "Ángel de la muerte".
Sin embargo, sin dudas Adolf Eichmann, uno de los responsables directos de la "Solución Final", fue uno de los criminales nazis más famosos que se ocultó en Argentina. Eichmann saltó a la fama cuando, en mayo de 1960, fue capturado en San Fernando por el Mossad y trasladado a Jerusalén, donde fue enjuiciado y ejecutado.
Este suceso, además de elevar las tensiones entre los gobiernos de Israel y Argentina, dio inicio a una serie de incidentes antisemitas en varios países de Sudamérica. Pero la población judía, lejos de esconderse, comenzó a crear grupos de autodefensa para enfrentarse a sus atacantes.
Este tema es abordado por el historiador israelí Raanan Rein en su libro "Cachiporras contra Tacurara", recientemente publicado por la editorial Sudamericana.
En diálogo con El Economista, Rein, profesor de la Universidad de Tel Aviv y miembro correspondiente en Israel de la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina, no solo dialogó sobre las principales características de su investigación, sino que también abordó algunas cuestiones de actualidad en torno a la relación bilateral entre Argentina e Israel.
- ¿Cómo surgió la idea de realizar esta investigación sobre los grupos de autodefensa judía en la región?
Desde hace treinta años que estoy trabajando, entre otros temas, sobre las relaciones bilaterales entre Israel y Argentina, a partir de la partición de Palestina en noviembre de 1947. A lo largo de estos años, escuché más que una vez varias referencias a las organizaciones de autodefensa judía en Sudamérica de las últimas décadas. Sin embargo, mis intentos de entrevistar la gente involucrada en estas actividades fracasaron en la mayor parte de los casos y se enfrentaron con un muro de silencio. Por otra parte, la documentación relevante está en su mayoría en los archivos del Mossad y los investigaron no tenemos acceso a los mismo.
Así que dejé de lado este proyecto de investigación por unos años. Pero poco a poco encontré valiosos documentos en los archivos de la cancillería israelí en Jerusalén, la American Jewish Committee en Nueva York y los archivos de varios movimientos políticos sionistas en Tel Aviv. Además, por mi red de contactos empecé un proyecto oral de entrevistas hasta llegar a unos 130 entrevistados entre ex militantes en estos grupos, veteranos diplomáticos, funcionarios jubilados de la Agencia Judía y algunos ex agentes o dirigentes del Mossad. Cachiporras contra Tacuara está basado en esta gran variedad de fuentes.
- En su nuevo libro, uno de los detonantes de la creación de estos grupos fue el secuestro de Adolf Eichmann. ¿Por qué ese suceso generó tanto temor entre la comunidad judía en Argentina?
La crisis diplomática entre Argentina e Israel a raíz del secuestro del criminal de guerra nazi, Adolf Eichmann, en Buenos Aires en mayo de 1960 duró pocas semanas. Sin embargo, la ola de antisemitismo que provocó esta crisis duró varios años e incluía varios incidentes violentos, el más conocido es el caso Sirota cuando matones de Tacuara secuestraron una estudiante judía en 1962 y le tatuaron una cruz esvástica en el pecho como represalia por la ejecución de EIchmann en Israel.
Un ambiente de pánico se creó entre muchos argentinos-judíos. Este pánico tiene que ver con el hecho de que todo esto sucedió relativamente pocos años después de terminar la Segunda Guerra Mundial y el holocausto judío. Las memorias de esta tragedia estaban grabadas en la mente de muchas personas que estaban decididos de no quedarse pasivos frente a una agresión contra los judíos. La dirigencia israelí también pensaba en estos términos de una posible hecatombe o una serie de pogromos en Argentina y por lo tanto decidió entrenar a muchos jóvenes judíos en tácticas de autodefensa y alentarlo en tomar una serie de represalias para mostrar a los antisemitas que los judíos no volverán a ser víctimas de una violencia racista.
- Pese a que estos grupos de autodefensa surgieron en varios países de América Latina, su trabajo se centra en Argentina y Uruguay. ¿A qué se debe esto?
El proyecto inicial de esta investigación incluía también los casos de Venezuela y Chile. Sin embargo, muchos venezolanos-judíos no querían colaborar conmigo por miedo de un posible daño a la cada vez más reducida presencia judía en este país que está sufriendo de una situación catastrófica. En Chile, los largos años del autoritarismo todavía tienen su impacto y en este país también me enfrente con un desafío al hablar del tema con gente relacionada con las actividades semi-clandestinas de la organización de autodefensa judía. Así que decidí publicar un libro dedicado a los casos de Argentina y Uruguay y dejar para otro momento el estudio de esta actividad en Venezuela, Chile, Colombia, Perú y México.
- En pleno año electoral en Argentina, qué opina sobre como el gobierno actual ha abordado las tensiones en torno al conflicto entre Israel y Palestina. Israel se mostró muy crítica del comunicado de la cancillería argentina que condenaba "la operación militar israelí en la Franja de Gaza".
Argentina no ha sido una excepción en criticar la operación israelí en la Franja de Gaza. Muchos gobiernos lo han hecho, así como muchos israelíes. El gobierno de Alberto Fernández se ha destacado por su esfuerzo de estrechar las relaciones bilaterales de Israel, desde el primer viaje del presidente argentino al exterior. A esta visita ha seguido una serie de visitas de otros dirigentes argentinos. Si quieres, la recepción ofrecida a la selección juvenil israelí en el mundialito fue una muestra adicional de la solidez de relaciones bilaterales más allá de lo político o diplomático.
- Hoy en día, y a grandes rasgos, ¿cómo se encuentran la relación bilateral entre Argentina e Israel?
Desde que la Argentina fue el primer país latinoamericano en abrir una embajada a Israel (y enviar un embajador judío, Pablo Manguel, para representarlo) las relaciones han crecido constantemente. Los distintos gobiernos civiles y militares, radicales y peronistas, han mantenido buenas relaciones con el Estado Judío, en parte para evitar obstáculos en sus relaciones con EE.UU. Curiosamente, fueron peronistas los únicos dos presidentes que han visitado al Estado de Israel.
- Desde hace varios meses se registran importantes protestas en Israel contra el gobierno de Benjamín Netanyahu debido a las reformas que quiere implementar. ¿Cuál es la situación hoy en día? ¿Qué opina sobre dichas reformas?
La sociedad israelí está más polarizada y más dividida que nunca, frente a un gobierno de extrema derecha que tenemos y que incluye algunos elementos clerical-fascistas. Los intentos de un golpe institucional por parte del gobierno de Netanyahu han provocado una fuerte reacción por parte de la sociedad civil. Ya son 25 semanas consecutivas que salimos a las calles para protestar los intentos de darle al poder ejecutivo el control sobre el poder judicial y los intentos de imponer leyes religiosas sobre la sociedad. Es difícil adivinar como se van a desarrollar las cosas, pero el peligro de un enfrentamiento civil, para no decir una guerra civil o se puede descartar.
