Como se preveía, la Reserva Federal mantuvo este miércoles a tasa de interés en un rango de 5,25%-5,50% al término de su reunión de dos días. La reacción inicial de los mercados mostró una suba de las acciones y una caída en el rendimiento de los bonos.
Tampoco hubo grandes modificaciones en las nuevas proyecciones macroeconómicas de la entidad. La más significativa fue la del crecimiento, que pasó de 1,4% de la estimación anterior a 2,1%. La inflación núcleo de 2024 se ubicaría en 2,6% mientras que la tasa de desocupación cerraría el año en 4%.
El recorte de tasas recién comenzaría en junio y sería el primero de tres durante este año según la visión mayoritaria entre los miembros de la Fed.
De todas maneras, Jerome Powell siempre sostiene que las decisiones se irán tomando en función de los indicadores que se vayan conociendo. Antes de la reunión de junio se publicarán tres datos de inflación y otros tantos sobre creación de empleo y nivel de desocupación.
Las tasas de inflación están bajando en todo el mundo. Y lo están haciendo sin caídas significativas del nivel de la actividad ni aumentos bruscos del desempleo.
Esto les da espacio a los bancos centrales para no precipitarse a bajar las tasas de interés hasta tanto la inflación no se acerque más a las metas de inflación de 2%.
También la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, anticipó este miércoles que se podría decidir una baja de la tasa si los próximos datos de inflación y de incremento salariales se mantienen dentro de las proyecciones de la entidad.
