El Economista - 70 años
Versión digital

vie 26 Abr

BUE 17°C

La estrategia de los demócratas para ganar en noviembre

Biden-harris
Biden-harris
19 agosto de 2020

La segunda jornada de la Convención Demócrata que se realizó ayer, tuvo varios matices.

Un dato muy destacado fue que el anuncio de a quien apoyaban los delegados de cada estado, paso previo para formalizar la candidatura presidencial, lo hicieron personas de diversos segmentos sociales  demostrando una enorme diversidad, algo que sólo pueden exhibir los demócratas.

También, al igual que en la primera noche, se apeló al voto republicano mostrando un video que daba cuenta de la gran amistad entre Joe Biden y John McCain, un senador de larga trayectoria que compitió por la presidencia en 2008 y de pésima relación con Trump.

Lo que muchos analistas consideraron como algo negativo fue que a Alexandria Ocasio-Cortez, un estrella ascendente en el universo demócrata, se le dio solo un minuto para hablar.

A su vez, Bill Clinton, pronunció un discurso consistente, pese a  que su imagen está desgastada porque algunas de sus comportamientos resultan inadmisibles en los tiempos del #MeeToo. Tanto es así, que las opiniones estaban divididas sobre si debía hablar, pese a que su gobierno fue muy exitoso.  En su mensaje apuntó a las falencias del liderazgo de Trump en tiempos de crisis y a sus errores que llevaron a que Estados Unidos, con sólo el 4% de la población mundial tenga el 25% de los muertos por el Covid-19,  y que es el único país desarrollado en el que la tasa de desempleo se multiplicó por tres.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de Jill Biden que genera mucha empatía, y si bien nadie vota por la primera dama, volver  a tener una que pueda cumplir en serio con su función, sería un avance.

Hoy será el turno de Hillary Clinton, de Barack Obama, que es sin lugar a dudas la gran figura del partido, y de Kamala Harris. Mientras que mañana cerrará la convención Joe Biden, que tiene menos potencia política que los últimos candidatos presidenciales demócratas.

Históricamente los partidos subían algunos puntos en la intención de voto cuando se realizaba su convención. Este año, por ser virtuales, tal vez el incremento sea menor, pero como se comprobó en 2016, unos pocos miles de votos pueden permitir ganar en aquellos estados en los que finalmente se decidirá la elección.

Los demócratas están tratando de mostrar una imagen de unidad y procurando movilizar a los segmentos del electorado que le son favorables porque el nivel de participación será clave. Los que apoyan a Trump son menos, pero están más movilizados y entusiasmados con su candidato.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés