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Guía a las elecciones italianas

El próximo primer ministro no tendrá una tarea fácil. Primero deberá formar un Gobierno con otros partidos. Luego, redactar un presupuesto sin más déficit (Italia pasó de endeudarse a menos de 1% a más de 4%) y, además, deberá despejar dudas sobre su posición internacional italiana.

Según los sondeos no cabe duda de que la coalición de derecha ganará las elecciones
Según los sondeos no cabe duda de que la coalición de derecha ganará las elecciones
Paolo Rizzo 23 septiembre de 2022

Italia vota el domingo para renovar el Parlamento después de cuatro años y medio. Las últimas elecciones de marzo de 2018 generaron un terremoto político. El Parlamento terminaba dividido en tres. 

El Partido Democrático (PD), que había gobernado hasta ese entonces, no logró superar el 20% de los votos. La coalición de centro derecha se presentaba unida pero compuesta por cuatro partidos y recolectó el mayor número de votos (37%) principalmente divididos entre la Lega de Matteo Salvini (17%), Forza Italia de Silvio Berlusconi (14%) y Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni (4%). 

El partido que había tomado más votos fue el Movimiento 5 Estrellas (32%). Ninguna coalición o partido tenia los votos para gobernar solo. 

A lo largo de los cuatro años y medio de la legislatura se han formado tres gobiernos cuya duración ha sido similar (alrededor de un año y medio cada uno), pero muy distintos. 

El primer Gobierno fue un experimento nacionalista y populista entre el Movimiento y la Lega. El primer ministro fue el hasta ese entones casi desconocido Giuseppe Conte, un profesor universitario sin ninguna experiencia política. Su Gobierno se enfrentó duramente con la Unión Europea hasta terminar perdiendo la disputa y, además, pagar tasas de interés más altas sobre su enorme deuda pública. El Gobierno se terminó porque la Lega de Salvini quería ir a votar y alcanzar la mayoría parlamentaria que le atribuían los sondeos. Contrariamente a lo esperado se formó otro Gobierno, esta vez europeísta, entre el Movimiento y el Partido Democrático. Conte fue confirmado Primer Ministro. 

Luego, frente a la emergencia pandémica, la campaña de vacunación y la gestión de los fondos europeos se formó un Gobierno de unidad nacional con todos los partidos políticos, menos Fratelli d'Italia. Mario Draghi fue nombrado Primer Ministro. A los pocos días de la formación del Gobierno, una parte del PD liderada por Matteo Renzi, exprimer ministro, abandonó el partido para formar un partido de centro que seguía apoyando Draghi y, mirando a las próximas elecciones, quería repetir el experimento político de Emmanuel Macron. 

A comienzos de 2022, el Parlamento italiano fue llamado a elegir el Presidente de la República, un cargo político de 7 años ocupado desde 2015 por Sergio Mattarella. Con gran sorpresa de todos, el Parlamento no consiguió un acuerdo sobre ningún candidato, ni siquiera sobre Draghi que parecía poder pasar de Primer Ministro a Presidente de la República. Fue así que el Parlamento terminó eligiendo otra vez a Mattarella. 

El fin del Gobierno estaba previsto para marzo de 2023, es decir que Mario Draghi tendría que haber escrito la ley de presupuesto de 2023. Pero en julio una crisis política imprevista y generada antes por el Movimiento, y luego por los partidos de derecha, hizo caer el Gobierno. La única opción que quedaba al Presidente Mattarella era disolver las cámaras y celebrar elecciones anticipadas en septiembre. Se trata una novedad absoluta: nunca Italia había votado en la segunda parte del año. 

Son cuatro las principales coaliciones y/o partidos que se disputan los votos. La derecha se presenta, como en las pasadas elecciones, con cuatro partidos y el gran favorito es Fratelli d'Italia seguido por la Lega y Forza Italia. El Partido Democrático forma una coalición con 3 partidos menores mientras el Movimiento 5 Estrellas se presenta solo. La gran novedad es la formación de una lista de centro en la cual el partido de Renzi juega un papel central. Esta lista reúne políticos moderados de derecha e izquierda que han abandonado su partido de origen. Su líder es el exministro Carlo Calenda. 

Según los sondeos no cabe duda de que la coalición de derecha ganará las elecciones y debería alcanzar la mayoría en las dos cámaras. La gran incógnita es si los tres partidos podrán gobernar juntos y cuál será su posición frente a Ucrania. Fratelli d'Italia parece ser más cercano a Estados Unidos mientras los líderes de la Lega y Forza Italia son cercanos a Vladimir Putin. Aunque la coalición gane las elecciones con un amplio margen no le resultará simple gobernar. 

En fin, existen tres factores que podrían influir sobre las elecciones. 

  1. Primero, la prohibición de publicar sondeos en las dos semanas anteriores al día del voto. Aunque los sondeos se siguen haciendo no se pueden publicar y el electorado no sabe bien cuáles son las intenciones de voto a pocas horas de los comicios. 
  2. Segundo, el factor geográfico: la derecha debería ganar fácilmente en los colegios del norte mientras el partido está más abierto en el sur. Pero si la derecha perdiera en los colegios meridionales podría no tener una mayoría que le permita gobernar con tranquilidad.
  3. Tercero, la nueva composición del Parlamento y la ley electoral. En esta Legislatura se ha aprobado una modificación de la Constitución, confirmada en un referéndum, que reduce el número de diputados de 630 a 400 y de senadores de 315 a 200. Según la ley electoral, el líder del partido nombra los candidatos y el elector solo puede elegir la lista, pero no exprimir ninguna preferencia (solo votando del extranjero se puede votar expresamente por un candidato). El Parlamento será electo por un tercio según el sistema mayoritario y por dos tercios según el proporcional. Se necesitará tiempo para entender la composición del nuevo Parlamento y la combinación entre nuevo Parlamento y ley electoral podría no consignar una clara mayoría. Además, considerando que existen cuatro grandes coaliciones. 

Lo cierto es que el próximo Primer Ministro no tendrá una tarea fácil. Primero deberá formar un Gobierno con otros partidos. Luego tendrá que redactar en menos de dos meses una ley de presupuesto donde Italia no puede permitirse generar más déficit ya que la tasa de interés ha pasado en pocos meses de menos del 1% a más del 4%. 

Deberá despejar dudas sobre la posición internacional italiana. 

En fin, para seguir recibiendo los fondos europeos del Plan de Represa y Resiliencia (191.000 millones de euros) tendrá que seguir el camino de reformas empezado por el Gobierno de Draghi.

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