El Economista - 73 años
Versión digital

mar 17 Sep

BUE 20°C
Análisis

Elecciones en Venezuela: ¿una radiografía de América Latina?

Tras las elecciones en Venezuela y el accionar de los países en la región, se abre la disyuntiva sobre el devenir democrático. El caso venezolano refleja una tendencia regional, ¿se puede hablar de un fracaso de la democracia?

Elecciones en Venezuela: ¿una radiografía de América Latina?
Delfina Giorgis 15 agosto de 2024

Probablemente hayas leído o visto en otros medios lo que está sucediendo en Venezuela. En resumen, el domingo 28 de julio tomaron lugar elecciones presidenciales en dicho país y se proyectaba una jornada histórica. 

La opinión pública esperaba un cambio presidencial con Edmundo González Urrutia, apoyado por María Corina Machado, pero el proceso presentó tales irregularidades que desataron cuestionamientos de fraude. 

Ahora, tras el reporte de Monitor de Víctimas de 23 fallecidos, más de 1.000 arrestos relevados por Foro Penal, y persecuciones y secuestros a la oposición, se puede decir que la jornada fue histórica pero no en los términos que se esperaba.

La situación venezolana merece especial atención internacional: el régimen chavista lleva 25 años de gobierno ininterrumpido y de mantenerse Maduro en el poder, aumentaría este número en 6, lo cual resultaría en 31 años de chavismo, que podrían prolongarse aún más. 

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, al mes de junio del corriente año resalta más de 7,7 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en el mundo. Si la situación se mantiene, la represión continúa y el desabastecimiento abunda, gran parte de la población que aún reside en el país optará por la difícil decisión de migrar. 

Por lo tanto, dado que América Latina es la región mayormente receptora, lo que suceda en Venezuela impacta directamente en la política interna de los países de la región.

No obstante, al observar el panorama regional identificamos los recesos en términos de prácticas democráticas como una tendencia

En revés a la "tercera ola de democratización" señalada por Samuel Huntington a principios de siglo XX, el informe publicado por la consultora Latinobarómetro en 2023 identifica un "declive y vulnerabilidad (...) después de una década de deterioro continuo y sistemático de la democracia". 

Actualmente el 98% de los latinoamericanos viven en regímenes defectuosos, críticos o bajo gobiernos autoritarios.

Estableciendo como corte el alivio de restricciones frente a la pandemia del SARS-CoV-2 a partir de 2021, en estos casi cuatro años observamos en la región los siguientes eventos: en Perú, hubo un fallido intento de golpe de Estado por el expresidente Pedro Castillo en el 2022. 

Además, en Brasil, las alegaciones de corrupción a su ex-mandatario Jair Bolsonaro y a su actual presidente Lula da Silva, mientras que en El Salvador se observa el fenómeno Bukele, el cual presenta reveses en términos de prácticas democráticas: el actual presidente se presentó a la reelección este año, pese a que la Constitución de dicho país prohíbe mandatos consecutivos. 

Por otra parte, en Bolivia, el pasado junio hubo un intento de golpe institucional por parte de un grupo de las Fuerzas Armadas. Y, como estos, hay tantos casos más: la dictadura Sandinista en Nicaragua de la mano de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el sistema de partido único cubano, entre otros.

En consecuencia, se vuelve inevitable pensar en el devenir democrático en América Latina. 

Levitzky y Ziblatt afirman que la gravedad de la situación "híbrida" en la que se encuentran estos sistemas es recién detectada cuando se convierten en un autoritarismo. 

En otras palabras, la opinión pública se percata de esto cuando la democracia ya se debilitó y/o el líder ya se consolidó en el poder

Sin embargo, habría tres formas fundamentales para evitar este desenlace: partidos políticos fuertes que funcionen como un primer muro de contención; instituciones y normativas independientes; y una ciudadanía organizada y vigilante, que salga a protestar ante el líder. 

Mientras tanto, debemos permanecer atentos y cuestionarnos: ¿Cuáles son las motivaciones que generan esta recesión democrática? ¿Hay espacio para una reconstrucción del sistema?

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés