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Se liberan vencimientos hasta abril y el mercado respondió

El dólar no se movió, el BCRA sumó reservas, los bonos subieron, el riesgo país bajó y la Bolsa mejoró, con alza en bloque para los ADR.

La aceptación de los privados al canje de deuda que se hizo el martes mejoró en 11 puntos respecto del canje anterior.
La aceptación de los privados al canje de deuda que se hizo el martes mejoró en 11 puntos respecto del canje anterior.
Luis Varela 05 enero de 2023

El canje de bonos realizado por Sergio Massa este martes tuvo una mejora de 11 puntos en la aceptación de los privados y eso permitió que, en línea con su "Plan llegar", se descomprimieran los vencimientos del primer trimestre y el resultado que tuvo ayer el mercado fue de tranquilidad cambiaria, alza de reservas, suba de bonos, baja de riesgo país y alza de la Bolsa, con mejora en bloque para los ADR argentinos que cotizan en Nueva York.

Este muy buen resultado local vino coronado por un mercado internacional en el que van apareciendo datos contradictorios, con datos de inflación que ceden, pero situaciones de empleo que se sostienen, por lo que a nivel global hay dudas en los inversores sobre la confiabilidad en las políticas de los bancos centrales: todos esperan una recesión, hay baja en commodities clave como el petróleo, los metales básicos y los granos, pero sin embargo las bolsas resisten.

Los datos del exterior

Un ejemplo claro del mareo generalizado que tienen los inversores se plantea en EE.UU. Se anunció ayer que ese país tiene un nivel de contrataciones que sigue firme: hay 10,4 millones de puestos, el número cedió apenas, pero fue mucho mejor a lo esperado ya que se esperaba que el total se achicara hasta 10 millones. Por otra parte, algo en línea con la muy leve reducción de empleos, salió un indicador de precios mayoristas que marcan deflación, con el tramo más largo de debilidad desde 1974. Lo cual demuestra que la suba de tasas que se está aplicando va teniendo un efecto sobre la economía.

Pero, al mismo tiempo, también ayer, se conocieron las minutas de la Fed. En ese informe se dijo que todavía hay 1,7 puestos de trabajo ofrecidos por cada 1 desempleado y que la desocupación sigue en el 3,7%, lo cual es considerado pleno empleo. Esto indica que si bien la inflación va cediendo, van a ser necesarias más subas de tasas. Y en la letra chica de los 18 directores de la Fed se indicó que no va a haber baja de tasas en 2023. Recién habrá descenso del costo del crédito en 2024, y habrá que ver qué pasa con la inflación.

En suma, tal como vienen diciendo desde hace un año, se irá evaluando mes a mes qué pasa con la inflación y el empleo. Esto plantea que dentro de cuatro semanas, Jerome Powell anunciará un nuevo incremento de tasa corta, que hoy está en 4,5% anual. Pero como dato alentados, en la minuta se vio que los 18 directores de la Fed afirmaron que la suba de 0,5% en cada reunión deberá atenuarse, para que la economía no vaya a una recesión fuerte.

Hasta ahora las opiniones están muy divididas. El 2 de febrero el titular de la Fed anunciará de cuánto será el aumento. ¿De cuarto o medio punto? Como único dato que puede indicar lo que puede suceder debe decirse que ayer las tasas largas de EE.UU. cedieron apenas: en la tasa a 1 año se pagó 4,7% anual, en la tasa a 5 años 3,9%, en tasa a 10 años 3,7% y en la tasa a 30 años 3,8%.

Frente a esto, lo que más caracterizó a los negocios de casi todas partes fue una importante volatilidad, con los inversores dudando, por momentos todo hacia abajo, al rato todo hacia arriba, todo sin rumbo muy definido. Sucede que mañana se difunde el segundo dato más importante que mueve el joystick de la Fed después del dato de inflación: se conocerá el dato oficial laboral norteamericano. Si el empleo sigue firme, es posible que la suba de tasa corta sea consistente dentro de cuatro semanas.

El mercado local

A nivel local, mientras tanto, lo más significativo fue la reacción que tuvieron los inversores después del canje de deuda, cuyo resultado fue anunciado el martes a última hora. Desgranando lo sucedido, se concluyó en que hubo adhesión de casi 70%, pero  el 50% estaba asegurado por participación del sector público, pero en resto de los que entró fueron inversores privados. Y el número que hizo mover los ojos tuvo que ver con que en el canje anterior del 100% de privados entraron 22% y no entró el 78%. Mientras que este viernes sobre el 100% de privados, el 33% renovó (canjeó) y el 67% no entró y espera cobrar los pesos, y pasarse a otras posiciones.

En suma, se mejoró contra el llamado anterior pero todavía no da para festejar porque solo una pequeña parte ya se pudo pasar al 2024 que es el objetivo de Massa, hacer que pague todo el Gobierno que sigue. Además, si bien las aceptaciones fueron relativamente buenas, quedan muchas dudas por los plazos. O sea, el problema sigue, ya que se liberó lo que hay que pagar de acá a fines de marzo, pero hay vencimientos que se abultaron aún más en los meses previos a las PASO de agosto.

Las próximas licitaciones

A partir de ahora, en enero,  en las dos licitaciones que quedan (los días 18 y 27) aún deben renovarse vencimientos por $390.000 millones, en febrero se deben pagar $411.000 millones y en marzo $690.000 millones. Son cantidades menores a las anteriores, pero se cree que todo eso está en manos privadas, que están en su mayoría saliendo de los bonos en pesos, y lo harán con mayor intensidad a medida que se conozca cuál es el destino de la política.

Además, se limpió lo que vence hasta marzo pero en abril hay vencimientos por casi $2 billones, en mayo por $1,5 billones, en junio por $2 billones, en julio por $2,65 billones, en agosto por $1,5 billones y en septiembre por $1,7 billones. O sea, el canje del martes alivió el corto plazo, pero queda mucho por pagar, en un momento en el que además la sequía plantea que no entrarán muchos dólares hasta abril. Además, el próximo lunes vence el pago de cupones del canje que hizo Martín Guzmán en agosto de 2020. Son US$ 1.100 millones, esta vez una cantidad muy grande porque la renta es en general baja, entre 0,5% y 3,8% según cada bono. Pero la situación plantea que el pago del lunes se hará seguro y en consecuencia los bonos pudieron subir ayer 1,8%, por lo que en consecuencia el riesgo país bajó 64 unidades hasta 2.089 puntos básicos.

El dólar en el exterior

Este positivo componente local vino con un mercado internacional en el que los inversores volvieron a alejarse un poco del súper dólar. En el exterior el dólar subió ayer 1,3% contra el yen, pero luego bajó 0,1% en México, 0,3% en Brasil, 0,4% contra el euro y el yuan, 0,5% en Chile y 0,7% contra la libra. Y en el mercado cambiario local todo estuvo muy tranquilo, con el BCRA comprando US$ 3 millones en el Mulc, pero sumando US$ 81 millones a las reservas porque el bloqueo a las importaciones es muy fuerte.

Con todo esto, se está dando una leve desaceleración en el crawling peg, lo cual plantea que la inflación que tiene la Argentina también es en dólares. Y, junto con el corte a las importaciones, se dan varias paradojas. Por un lado, la fabricación de autos en Argentina terminó el año apagada: en diciembre se armaron 30,5% menos unidades que en noviembre y 6,9% menos que en diciembre 21. Y en diciembre se exportaron 28% menos autos que en noviembre y 3,5% menos que en diciembre 21. Y lo más sorprendente del caso es que se vio a miles de argentinos cruzando desde Mendoza hacia Chile solo para comprar neumáticos, con ahorros importantes, en un sector jaqueado por los conflictos gremiales.

Así y todo, con menos presión gracias al canje de deuda en pesos, el mercado cambiario local estuvo tranquilo. El dólar blue se mantuvo sin cambios en $354, el dólar Qatar subió 46 centavos hasta $372,44, el Senebi saltó $10,42 hasta $362,50, el dólar MEP bajó $1 hasta $329,70 y el contado con liquidación bajó $3,40  hasta $340,73. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue sigue en 90% y la del CCL con el mayorista fue del 91%.

Las bolsas para arriba

Los datos contradictorios entre empleos e inflación, mantuvieron a los índices bursátiles de Wall Street en un permanente ida y vuelta. Al final el S&P y el Nasdaq subieron 0,7% y el Dow mejoró 0,4%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo repuntó 1,1% y la de México saltó 2,3%. Como se ve, ayer hubo un alivio en el mercado brasileño, luego de dos rudas muy negativas tras la asunción de Lula, lo cual es positivo para Argentina.

En el mercado bursátil local hubo una recuperación, con buen volumen. Se transaron $3.547 millones en acciones y $5.162 millones en Cedears, por lo que la Bolsa de Buenos Aires subió 1,4%. Pero la mejor noticia vino del norte: los ADR argentinos que operan en Nueva York anotaron una suba en bloque del 1% al 6,5% con Despegar, Francés, Cresud, IRSA, Macro, Galicia, Telecom y Pampa E a la cabeza.

Sin embargo, hay una luz amarilla que está generando cierta preocupación en los economistas locales. El súper dólar se está pinchando de a poco y, junto con eso, se está dando también una descompresión en los precios de las commodities, porque en todas partes se espera un 2023 recesivo. Y el dato más destacado de ayer fue un derrumbe del 5,2% para el petróleo. Los metales preciosos actuaron mixtos. Los metales básicos retrocedieron. Hubo mayoría de caídas para los granos en Chicago, con Rosario mixto, pero trabado por un conflicto gremial. Y los cripto adictos respiraron: el Bitcoin recuperó 1,1% con mejoras aún mayores en otras criptomonedas, con el Cardano como el mejor del día.

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