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La pobreza va a dar alta un mes antes de las elecciones

El aumento grande de la pobreza se va a ver el 27 de setiembre cuando se publiquen los datos de pobreza del 1° semestre de 2023

En el tema pobreza, la suerte del Gobierno está echada
En el tema pobreza, la suerte del Gobierno está echada .
Jorge Colina 21 marzo de 2023

La inflación en febrero subió fuerte de la mano de los alimentos. Cuando suben los alimentos, sube la Canasta Básica Total (CBT) o Línea de Pobreza que es la canasta de consumos mínimos que una familia debe alcanzar para no ser considerada pobre. A febrero, la Línea de Pobreza viene creciendo a razón de 111% anual.  Viene acelerada porque en diciembre de 2022 pasó a una velocidad del 100%.

Cuando se compara la evolución de los salarios con la Línea de la Pobreza aparece que el salario formal de la economía venía creciendo a diciembre de 2022 (último disponible) a razón de 102% interanual, o sea, en consonancia con la Línea de Pobreza. El tema delicado está en el salario de los informales que viene creciendo a apenas el 65% anual. Muy por debajo de la línea de la pobreza.

Esto preanuncia que la pobreza va a aumentar.

El próximo dato de pobreza se publicará el 30 de marzo y corresponderá al 2° semestre del año pasado. Aquí el aumento no va a ser alto porque la aceleración de la inflación comenzó a darse sobre el final del año. El aumento grande de la pobreza se va a ver el 27 de setiembre cuando se publiquen los datos de pobreza del 1° semestre de 2023

Este dato va dar alto porque el semestre comienza con la Línea de Pobreza escapada de los salarios informales. Justo cuando falte un mes para las elecciones generales, que serán el 22 de octubre. Parece una tragicomedia. 

Que el salario informal vaya por detrás de la Línea de Pobreza aumenta la pobreza porque los hogares pobres, o cerca de serlo, obtienen sus ingresos de la informalidad; y los informales son los únicos que aumentaron desde que el actual Gobierno asumió. 

Según los datos del Indec, entre finales del 2019 y finales del 2022, se crearon 1 millón de nuevos ocupados en el mercado laboral. 

Del millón de nuevos ocupados, 350.000 se insertaron como asalariados no registrados, otros 300.000 como cuentapropistas, la mayoría informales, y hasta aparecieron unos 100.000 que empezaron a declarar como ocupación principal un plan asistencial.  Los restantes 250.000 se insertaron como empleados públicos. 

Sacando los 250.000 que se insertaron como empleados públicos, quedan 750.000 nuevos ocupados que son eminentemente informales. No hubo crecimiento de los asalariados registrados en empresas privadas que hoy ven crecer sus salarios al 102% en consonancia con la Línea de Pobreza.   

Una gestión que asume el Gobierno con una inflación de más del 50% y termina por encima del 100%, donde lo único que se creó es empleo informal, cuyos ingresos son muy precarios como para acompañar una inflación tan rampante, no es paradójico que termine con una mala noticia de pobreza justo antes de las elecciones presidenciales. 

A esta altura, el lector debe estar pensando que la última apuesta electoral será masificar la ayuda asistencial. Es factible que no funcione.

La estrategia del Ministro de Economía fue la de pisar el crecimiento del gasto público en la 2° mitad del 2022, para no pedirle emisión al Banco Central, y darle margen para que la emisión se utilice en la obtención de dólares (dólares-soja, dólar-turismo, etcétera). Se podría decir que esta fue emisión de origen cambiario. Esta emisión es la está provocando la aceleración actual.

En el 2023 va a ser complicado seguir posponiendo gasto público. Entonces, a la emisión de origen cambiario se le va a sumar la emisión de origen fiscal contenida. En este marco, querer ganarle a la inflación con más gasto asistencial es más nafta al fuego.

Además la pobreza no se elimina con asistencialismo. Actualmente las familias pobres reciben el 50% de los ingresos del hogar desde fuentes no laborales, donde es preeminente la ayuda asistencial. El otro 50% es de fuente laboral, donde es preeminente la informalidad. Si la mitad de los ingresos van perdiendo (los de la informalidad), no se va a poder más que compensar con la otra mitad (asistencialismo).

En el tema pobreza, la suerte del Gobierno está echada.

¿Y el próximo gobierno?

Si aspira a hacer lo mismo que en 2015 - 2019, pero "mejorado", le va a ir igual. Los problemas de informalidad estructural e inflación crónica y creciente ya no se pueden solucionar con arreglitos en el margen y tampoco con fuertes ajustes ortodoxos.

Hay que entender que el Estado en Argentina, en sus tres niveles (nación, provincias y municipios), está muy presente, pero es disfuncional. O sea funciona, pero muy mal.

El ejemplo de Rosario es patético pero muy ilustrativo de la disfuncionalidad del Estado argentino. Rosario tiene un municipio, un Estado provincial y un Estado federal para sumar más presencia del Estado. Esto no le hizo mella a los narcotraficantes. 

Los narcotraficantes tuvieron miedo cuando la gente tomó la Justicia por mano propia a raíz de la disfuncionalidad del Estado. 

La única forma de salir de la decadencia es con un ordenamiento integral del Estado. 

Una gestión que asume el Gobierno con una inflación de más del 50% y termina por encima del 100%, donde lo único que se creó es empleo informal, cuyos ingresos son muy precarios como para acompañar una inflación tan rampante, no es paradójico que termine con una mala noticia de pobreza justo antes de las elecciones presidenciales. 

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