El Gobierno, por medio de funcionarios de la Secretaría de Industria, oficializó una situación que, aunque antipática, no fue sorpresiva en el sector de importadores de autos.
Durante todo el año no podrán acceder a divisas por parte del Banco Central para la importación de vehículos desde el exterior. En otras palabras, una vez más, se endurece el cepo.
Para seguir operando, las marcas deben recurrir a formas de financiación internacional, tal como lo estuvieron haciendo durante los tres últimos meses del 2021, cuando se comenzó a instaurar esta práctica ante la caída de reservas. A diferencia de la modalidad anterior, en la que recibían del BCRA una cantidad de dólares determinada para ese ingreso, ahora deberán tomar créditos en el exterior.
Hugo Belcastro, presidente de la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Automotores (Cidoa), comentó a Infobae: “Antes, el BCRA nos adelantaba los dólares pero desde hace unos meses estamos tomando créditos con nuestros proveedores. Cada marca fue haciendo las gestiones correspondientes. A los 180 días del embarque o más recién ahí obtenemos los dólares o 360 días en el caso de vehículos de más de US$ 35.000” y agregó que “hoy está bastante flexible la posibilidad de financiamiento en el exterior con una baja tasa de interés anual, del 3%. Se va a incrementar un poco el precio final del producto. Y siempre existe el riesgo argentino”.
Los principales damnificados por esta medida son los distribuidores de marcas importadas que no tienen fábricas en el país, ya que las terminales radicadas en Argentina podrán seguir importando bajo el sistema actual de entrega de divisas, en tanto generen exportaciones.
Asimismo, ante la venta de un auto se plantean dos escenarios. En el caso de recibir divisas extranjeras, por más de que la operación se registre en pesos, éstas podrán ser destinadas al pago de créditos. En tanto, si se obtiene moneda nacional, se deberá acceder a los mercados cambiarios alternativos al MULC para hacerse de dólares que permitan saldar las deudas.
Otra arista que se verá afectada por esta medida es la disponibilidad de autos que habrá en 2022 ya que la oferta estará limitada a las posibilidades de cada importador de acceder a financiamiento y, además, de la cantidad que le otorguen. Por eso, la cantidad de unidades está estrechamente ligada al financiamiento, en una relación directamente proporcional.
Esto, a su vez, se ve en el mercado con distorsiones ya que la falta de vehículos da lugar a sobreprecios y la exigencia de pago en dólar billete. También, como comentó Belcastro, todo este nuevo mecanismo conlleva un mayor costo de importación que, indudablemente, deberá ser afrontado por los consumidores.
En el 2021, la venta de autos 0 km totalizó 381.777 unidades, es decir, 11,5% más que en 2020. El porcentaje de autos de producción nacional sobre el total de autos patentados fue del 50% el año pasado, contra el 35% de 2020.
A su vez, en una reunión entre el presidente Alberto Fernández y las autoridades de la asociación de agrupa a las fábricas locales (ADEFA) destacaron que para este año se estiman ventas por 400.000 unidades, así como aumentos del 30% en las exportaciones de vehículos.
