Visa está decidido a expandirse hacia nuevas herramientas que le brinden una mayor llegada y mejores soluciones para sus clientes. En esta oportunidad, confirmó la adquisición del socio de Ripple, Currencycloud, que permite a bancos y empresas financieras, facilidades en el cambio de divisas para pagos transfronterizos.
La alianza consiste en una asociación estratégica existente entre ambas empresas ya que Visa poseía previamente una participación accionaria sobre Currencycloud. Esta reciente transacción le costó a la primera US$ 936 millones. Con ella, mejorará la transparencia y flexibilidad, la velocidad de las transferencias y los cambios de divisas.
Otra de las estrategias de Visa para facilitar el movimiento global del dinero se presentó en octubre de este año, con el lanzamiento de su canal de pago en Ethereum.
Se trata de un canal de pago universal (UPC, sus siglas en inglés) que facilita las transacciones entre Stablecoins y CBDC (monedas digitales de los banco centrales).
Así, Visa busca crear una moneda digital que equivalga a la experiencia de pago internacional y permita las transacciones en cualquier país con una tarjeta que extraiga los fondos de una cuenta en el país de origen. Esta interconexión de diversas redes Blockchain facilita el intercambio de CBDC construidas en diferentes cadenas, entre otros.
Sumado a esto, en el primer semestre del año, Visa lanzó su primera cripto tarjeta, que le significó un rotundo éxito. En la primera mitad del 2021, se usó por montos superiores a los US$1.000 millones. Para ello, la compañía se alió con Coinbase, BlockFi y Circle para enlazar sus tarjetas con las wallets de los usuarios de estas plataformas. Así, en cualquier punto de venta del mundo donde se acepta Visa es posible utilizar monedas digitales.
Al momento, ya hay más de 70 millones de usuarios cripto vinculados a sus tarjetas y prevén que la cifra siga aumentando.
Sin dudas, en el 2022, Visa apostará aún más por esta tendencia en auge.