Mediante las resoluciones 3.915 y 3.916, publicadas en el Boletín Oficial ayer con la firma del titular de la AFIP, Alberto Abad, el Gobierno oficializó el régimen de compras en el exterior puerta a puerta que despertó críticas entre varias entidades del mundo empresarial e industrial. El sistema entrará en vigencia a partir del 26 de agosto.
Cómo será el sistema
La primera de las resoluciones regulará los envíos que se realicen por correo oficial y se divide en dos procedimientos distintos, según el valor y peso del producto enviado. Si la mercadería pesa menos de 2 kg. y tiene un valor menor a US$ 200, el comprador tendrá que ingresar en la web de la AFIP el número de seguimiento del envío que proporciona el Correo, y declarar el valor y la descripción de los productos recibidos. “Estos envíos tienen derecho a usufructuar una franquicia anual de US$ 25”, informó la AFIP, mientras que por el saldo se deberá pagar un impuesto equivalente a 50% del excedente.
En cambio, si el envío es de más de 2 kg. o tiene un valor superior a US$ 200, deberá ser retirado por la sucursal. En ambos casos el comprador deberá “poseer cuit, cuil o clave de identificación y clave fiscal”, añade la norma, que deja al margen a “libros, impresos y documentos seleccionados por el servicio aduanero”, que serán entregados siempre puerta a puerta.
La resolución 3.916, en tanto, regulará los envíos por correo privado, que tendrán un límite de US$ 1.000 (se podrán realizar 5 al año) y de 50 kg. y podrán contener hasta 3 unidades del mismo producto. En todos los casos, sin presumir finalidad comercial. El comprador deberá notificar su recepción a la AFIP dentro de los primeros treinta días corridos en el sitio en Internet del organismo, y en este caso, el prestador del servicio debe realizar la declaración a la AFIP.
Más quejas de CAME
A propósito del lanzamiento del régimen de compras al exterior, la Confederación General de la Mediana Empresa (CAME) reiteró sus críticas y volvió a expresar su preocupación ante el ingreso de productos del extranjero. “Se permiten compras anuales de US$ 1.000 por persona. Esto, masificado a nivel país, son US$ 4.000 por familia, por cinco envíos al año, son US$ 20.000 al año. Por un millón de familias son US$ 20.000 millones que se irían a buscar productos chinos”, dijo Vicente Lourenzo, secretario de prensa de CAME.
“Masificar la posibilidad de comprar un producto chino vía Internet, y que te lo entreguen en tu casa, para el consumidor es tocar el cielo con las manos. Obviamente la gente va a comprar, le cuesta 60 u 80% más barato, aún pagando la tasa del 50%”, explicó. “Los productos de China tienen un dumping, reciben subsidios para que puedan vender al mismo valor que les cuesta producirlos, además que el salario del obrero chino es más barato que el del obrero argentino. Competir es imposible”, agregó en línea con lo que ya habían manifestado en los últimos días la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), la Cámara de la Industria del Calzado (CIC) y la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), entre otras entidades privadas.
