Digitalización no es sinónimo de transformación digital. Así lo explica el informe de la consultora, que tras estudiar cientos de casos de compañías de distintos sectores, concluyó que solo el 10,8% ha llegado al grado de desarrollo más alto.
Debido a la pandemia del Covid-19 muchas empresas tuvieron que volcar sus operaciones hacia canales digitales. A pesar de que el 41% se considera embarcado en esta transformación, el 34% de ellas siguen operando como Digital Beings. Esto significa que aún realizan prácticas propias del estadío inicial. Seguido, está el 22% de los encuestados, en la etapa de Digital Optimization, afinando herramientas y procesos digitales. En un tercer puesto, el 33% de las empresas se percibe en un estadío avanzado o Digital Data Driven, con la adaptación de sus actividades y plataformas al entorno digital. Por último, el 10,8% logra el grado más alto (Deep Digital) y se maneja con una visión de planificación y ejecución completamente digital.
Solo 29% de éstas companías genera apenas más del 20% de sus negocios en canales digitales, lo que evidencia que, más allá de que se hayan volcado al uso alternativas digitales, el grado de completa transformación es más importante y no acompaña esas necesidades del negocio.
Por eso, la cuestión no recae solamente en las estrategias y los procesos elegidos sino que está ligado a un cambio cultural (Deep Digital Journey) que debe acompañar esta transformación. “Una verdadera transformación requiere más que solo nuevas tecnologías. Requiere una visión estratégica y compromiso por parte de las altas instancias de la organización para replantear y reorganizar los tres atributos principales de la empresa moderna: su cultura, sus procesos y su tecnología. Cualquier líder de la empresa eficaz le dirá que introducir una nueva tecnología es la parte más sencilla; son los cambios en la cultura y en los procesos los que pueden frustrar el progreso de la transformación”, afrima Mike Walker, Director Global, Red Hat Open Innovation Labs.
En esta línea, una de las principales fallas es que el 57% de las empresas se centran en ellas mismas, en la comunicación de su marca y sus productos, en lugar de en sus clientes, los verdaderos protagonistas. Así, la estrategia People Centered resulta fundamental para esta tarea.
Otra falla es la omisión de herramientas que permitan mejorar la calidad del trabajo. Por ejemplo, es importante incluir el uso de First Party Data ya que es un recurso de información valioso que permite afinar las estrategias de comunicación y marketing y los objetivos del negocio. Por otro lado, el 73% de éstos departamentos tampoco utiliza modelos de inteligencia artificial en sus comunicaciones o campañas, perdiendo allí un elemento clave de la cadena.
Ibo Sanz, Global Tech & Digital Strategy de LLYC, destaca: “Los departamentos de marketing y comunicación tienen un rol fundamental en el fenómeno de la transformación digital y en los avances en los procesos de digitalización. Su trabajo como responsables de la interacción entre las marcas y las personas que les importan los sitúa en el centro de la exposición de la disrupción provocada por las tecnologías exponenciales”.
Transformación por sectores
En base a los datos recopilados por la consultora. los rubros que lideran la transformación digital son Turismo y Ocio (aerolíneas, plataformas de viaje, empresas de entretenimiento), con 30% de las compañías en el estadío Deep Digital; seguidos de Tecnología y Telecomunicaciones y Consultoría y servicios legales, con casi 20% en la misma etapa.
En cuanto a los menos avanzados se encuentran Energía y Minería, y Transporte, Logística y Automotriz, ambos en estadíos iniciales en su gran mayoría.
Por último, Farma, el Sector Público y el de Servicios Industriales no cuentan con ninguna empresa situada en el estadio más avanzado y su porcentaje en los dos estadios iniciales supera el 50%, 60% y 70%, respectivamente.
