La canciller argentina, Susana Malcorra, pidió ayer que no se toma como un ataque personal sino como una cuestión de “ánimo general” la advertencia de su colega venezolana, Delcy Rodríguez, en cuanto a que ella y su par de Chile, Heraldo Muñoz, se tenían que “lavar la boca” antes de hablar de Venezuela, además de caracterizarlos como “vulgares”. “Es una gran profesional defendiendo a su país y es, además, una persona de enormes emociones”, sostuvo la ministra argentina de Relaciones Exteriores de Rodríguez, en el marco de una ponencia magistral en la Universidad Torcuato Di Tella. “Con qué cara vienen a hablar de Venezuela, yo les he dicho, y me disculpan que lo diga en estos términos, pero antes de hablar de Venezuela tienen que lavarse su boca, antes de pronunciar nuestro nombre”, había dicho Rodríguez en una rueda de prensa. Rodríguez se pronunció después de que los cancilleres, reunidos en Buenos Aires, consideraran positivamente los primeros indicios de diálogo en medio de la situación conflictiva que vive ese país. “Estamos acompañando de la mejor manera posible. Nosotros creemos en el diálogo y eso me ha generado muchas críticas de muchos sectores”, señaló Malcorra. “El Gobierno tiene expectativa positiva sobre el acompañamiento a la situación que inició el Vaticano porque está levantando el perfil del diálogo”, concluyó la funcionaria argentina, con ánimo de clausurar el contrapunto.
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