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Los idus de marzo

Darle la espalda al Congreso es una provocación jacobina e inútil: nada de lo que se haga sin consenso podrá perdurar ni generar confianza.

Javier Milei
Javier Milei .
Carlos Leyba 22 diciembre de 2023

Es inadmisible que se argumente "necesidad y urgencia" para, por decreto, dar vuelta la trama regulatoria de la vida económica argentina. 

Nadie duda de la necesaria o conveniente revisión de todas las regulaciones que traban y encarecen la vida económica. Algo que debería estar en discusión. 

Que el Ejecutivo someta sus propuestas al Parlamento integrado con diversidad de opiniones e intereses. La lógica de una reforma de esta envergadura, para que conforme un horizonte para las decisiones económicas, exige consenso. 

Una de las necesidades del desarrollo de las fuerzas productivas es la existencia de un consenso normativo: la convicción que el régimen construya un horizonte de largo plazo. 

Federico Sturzenegger
Federico Sturzenegger

Darle la espalda al Congreso, no convocarlo a reuniones extraordinarias, para una reforma institucional de esta envergadura, es una provocación jacobina e inútil: nada de lo que se haga sin consenso podrá perdurar ni generar confianza que es, finalmente, la razón de ser de las normas.

En estas condiciones, el Parlamento no tiene otra alternativa que rechazar el carácter de necesidad y urgencia y dar por caído el DNU. 

Las organizaciones empresarias le han manifestado al PE su acuerdo sobre el contenido del DNU. Pero también es esperable un rechazo sectorial de normas y también el de vastos sectores de la sociedad a muchas de ellas. Este DNU no es la concreción de un "sueño nacional", más allá que el Presidente sienta un llamado interior que lo ha llevado a esta decisión propia de un grupo de jacobinos revolucionarios.

Nada de esto estaba en su programa. Nadie puede argumentar que fue votado. En el mejor de los casos lo habría votado 30%. 

La mayoría de Milei es el rechazo y hartazgo provocado por el kirchnerismo y el desastroso programa de S. Massa. De ahí a creer que 54% de los argentinos avalan este DNU hay un océano de malas voluntades. 

Una elección presidencial no elimina al Parlamento. Nada de lo que está en el DNU es urgente. Es una pretensión ridícula. Algunos economistas, educados en Estados Unidos, no han atinado a recorrer las normas que apuntalan el desarrollo económico de esa exitosa democracia capitalista en la que, por otra parte, no existen leyes que pueda sancionar "una sola Cámara legislativa" como ocurre aquí con los DNU. Los constitucionalistas lo han hecho público. 

Es grave que el ministro de Justicia y el Procurador del Tesoro, avezados abogados del concesionario público Eduardo Eurnekian, no hayan tenido la generosidad de ponerle freno a este descomunal disparate

El método es una calamidad. Lo más probable que en instancia parlamentaria o judicial, la sensatez de por caída la guillotina revolucionaria de los libertarios desatados que aspiran a gobernar en "estado de excepción". 

Venimos de sufrir el atropello continuado del kirchnerismo, la sumisión vergonzosa de sus seguidores, el Congreso convertido en escribanía de las mayorías automáticas. No nos merecemos que, después de la contundente derrota de la última máscara K, aparezca ahora el mismo método del kirchernismo pregonando las ideas libertarias. 

El problema no son las ideas, el problema es el método.El problema no es el contenido del DNU. El problema es el método para imponerlo sin debate y sin consenso. Lo que se hace sin tiempo no dura. Sturzenegger es un jacobino y, como tal, un verdadero peligro. Un jacobino es un fanático que no cuida de las consecuencias de sus actos a los que consideran siempre "actos de justicia liberadora". 

Esperemos que este intento fracase antes de empezar a correr y que el Parlamento delibere sobre estas normas, muchas de las cuales son extremadamente sensatas, aunque, es llamativo que la más gravosa en términos fiscales y de abuso de privilegios no haya sido mencionada: Tierra del Fuego. Jacobinos, pero con los amigos de Mauricio o con la familia, no. Feo. 

Ni el Toto Caputo ni Federico Sturzenegger eran "el equipo de Milei". Tampoco Patricia ¿Recuerda como la despreciaba públicamente? J. Lanata decía que los que rodeaban a Javier eran como "los copitos". Un grupo de improvisados. Quedaron afuera. 

caputo
Ni el Toto Caputo ni Federico Sturzenegger eran "el equipo de Milei".

Entraron "los amigos de la oficina". Casi todos ex Eurnekian. En esto no hay diferencia con Alberto Fernández. 

Patricia entró y trajo a Sturzenegger y Milei compró este paquete, que seguramente tiene un trabajo meritorio de muchos meses. Un paquete salvador de la "imagen". 

Milei -que tiene la impronta mística de reformador social "la fuerza del cielo", el destino transmitido por Conan- encontró en los libertarios, fundamentalmente en M. Rohtbard (1926/1995) la inspiración filosófica: para parar los, ¿sabías Patricia?, piquetes propuso privatizar las calles. Pero Rohtbard no le proveyó las ideas sobre qué hacer con esta economía y con esta sociedad. 

El Toto le acercó sus socios de la consultora Anker y Javier, que es un buenazo, dijo "vengan". Y así nació el programa macro. Patricia le contó su "experiencia" en seguridad y los trabajos de Federico y Milei, místico pero práctico, dijo '¡míos!'. 

Es lo que hoy está lanzado. No es el primero que improvisa. ¿Acaso Carlos Menem pudo gobernar con "la carpa"? Pasó de querer que La Rioja fuera la primera provincia maoísta de América (1973) al más fiel discípulo del Consenso de Washington. Cuando ganó, hasta se hizo cargo del gobierno anticipadamente. Igual que Javier dijo "estoy preparado para asumir ya" y tampoco tenía la menor idea de qué hacer. Le trajeron a Bunge y Born y después le compró el programa a Domingo F. Cavallo. 

Carlos Menem y Domingo Cavallo.
Carlos Menem le compró el programa a Domingo F. Cavallo. 

Pero logró la Reforma del 94 para gobernar 4 años más. Gustavo Beliz, su ministro del interior, renunció advirtiéndole de la gravedad histórica de ese propósito. Nadie lo escuchó. El empresario Alejandro Mc Farlain algún día podrá iluminar cómo llegamos a esto. 

Lo cierto es que esa ambición desmedida engendró los DNU y este es el atajo de la tercera batalla de los libertarios. 

Ahora no es sólo Milei y su hermana, como durante la campaña, ahora son grandes empresarios, muchos dirigentes políticos, economistas y -como olvidarlo- el derrotado candidato a vicepresidente de Boca y hasta ese gesto pícaro de "algo hay entre nosotros" que Cristina le dedicó a su bastón presidencial en el que Milei grabó a sus perros. "La Ferrari es mía". ¿Qué diría el General J. A. Roca? ¿Ay de nosotros...?  

La escenificación del discurso del DNU -como se dice ahora- "con el debido respeto" fue una aproximación a la foto de los "locos Adams". En el Salón Blanco, custodiado por civiles de pie, se destacaba un saco celeste chillón, zapatillas. Figura dominante, Sturzenegger. "Aquí estoy yo". Previamente había anunciado su autoría del DNU, dos pilas enormes de sabiduría en A4. 

En esta cadena de batallas la del discurso del Toto Caputo fue la carga de la Infantería. 

Muchos flancos descuidados, propio de los oficiales que no han superado los cursos de estrategia. Es verdad que "el Toto" ya había demostrado esa fatal carencia bajo la égida de Mauricio. El FMI pidió, en tanto acreedor, la remoción del funcionario. Pero el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. 

Los flancos que dejan las decisiones macro exigían una inmediata cobertura mediática: esa era la verdadera necesidad y la urgencia. Y el aviso del DNU cambió el eje. Los precios provocaban las iras en las cajas del supermercado. Algo había que anunciar. 

Las ideas de Caputo no son las que derivan de la lógica de Milei. Quedó en el olvido. El olvido genera vacío. El anuncio de Toto y las consecuencias inmediatas en los bolsillos, la infantería débil, exigían cambiar el eje de la discusión: la macro puede esperar. 

Javier lanzó la caballería ante el pronóstico de flaqueza de los entusiasmos discursivos agobiados en la caja del super "Mercado". 

Al frente de batalla se lanzó el DNU que configura -para Milei- el exocet que derribará todas las murallas que impiden que la fuerza creadora de los mercados, ahora liberados, nos saque de una vez y para siempre de la decadencia. 

Esta batalla, no la última, pero sí decisiva contó con la previa puesta en valor de las fuerzas, no del cielo, sino las federales a cargo de Patricia. Ella, una de las líderes de los Montoneros que nos arruinaron la vida, preparó la jornada previa al anuncio de la "nueva revolución por decreto". Esta vez no es una revolución por el socialismo, la que militaba Patricia, es por los mercados libres. 

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Armas federales, cuadra por cuadra, garantizaron la libre circulación a pesar de una minúscula manifestación de ideólogos extremistas añorantes de una revolución que arruinó décadas en Europa. Como todas las revoluciones una inmensa pérdida de tiempo, de sangre, de obras, de patrimonio civilizatorio. Siempre obra de idealistas gobernados por fanáticos.  

Por la noche dos columnas de hojas A4 que contenían la palabra "derógase" - a la manera de Chávez - decían: "Esta es obra mía" parado al lado de Javier. Fue lo nuevo del discurso. 

Todo lo demás fue el diagnóstico histórico, profundamente equivocado, y luego acerca del presente, razonablemente cierto. 

Según Milei con este DNU se termina la decadencia. 

La nueva versión de 6-7-8, que se transmite diariamente por los dos canales de noticias privados oficialistas, con el DNU caliente, fue apasionadamente apalancado desde las últimas horas de la noche.  

Plutarco acuñó "todo en su medida y armoniosamente". Esto no es ni en la medida ni armonioso. Pero además Plutarco relata que, antes de ser asesinado, Julio César, en los idus de marzo que auguraban felicidad, fue advertido del peligro y él respondió "Los idus de marzo ya han llegado" y el vidente, según Plutarco, le dijo "Sí, pero aún no han acabado".

La muerte de César (1798), de Vincenzo Camuccini.
La muerte de César (1798), de Vincenzo Camuccini.

Faltan muchas batallas. El DNU es la tercera. Espero que la caballería del DNU sea retirada. 

La infantería de Caputo ya está en el campo y en marzo la suerte estará echada: o se detienen los precios o la segunda devaluación. Alguien dirá "los ajustes aún no han acabado". El día de la marmota y los idus de marzo. 

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