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Política exterior

Las islas Malvinas en la agenda libertaria: ¿qué podemos esperar?

Javier Miliei y Diana Mondino fueron cuestionados por sus declaraciones sobre lo que se debería hacer con las islas.

Las islas Malvinas en la agenda libertaria: ¿qué podemos esperar?
Luciana Pagella 27 noviembre de 2023

En un contexto de 41 años de conmemoración de los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas, es fundamental imaginar qué camino tomará una de las pocas políticas de Estado en la Argentina. Para realizar este ejercicio, partimos de las declaraciones de Javier Milei y Diana Mondino; de las propuestas en su plataforma electoral; y repasamos brevemente las medidas de Carlos Menem (1989-1999) y de Mauricio Macri (2016-2019), ya que representaron posiciones políticas más cercanas al espacio libertario. 

Declaraciones y propuestas libertarias 

A lo largo de la campaña, los referentes libertarios han sido cruzados debido a los términos utilizados para referirse a las Malvinas. Una de las declaraciones más recientes de Milei fue en el último debate presidencial, donde dijo, "Vamos a agotar todas las instancias diplomáticas para que las Islas vuelvan a ser argentinas". 

Luego de reiterar que Margaret Thatcher fue una líder histórica, fue interrogado sobre si creía o no que los kelpers tienen derecho a la autodeterminación, y respondió diciendo que a la Argentina le tocó perder la guerra. Recordemos que para el derecho internacional la derrota argentina no menoscaba sus derechos sobre los archipiélagos ni las resoluciones previas de Naciones Unidas que llaman a la negociación. Entonces, ¿por qué recalcar que perdimos la guerra, si eso no cambia el estado de negociación en el que estamos?

Por su parte, en septiembre, Mondino dijo ante el medio británico The Telegraph, que los derechos de los isleños serían respetados. Esto va totalmente en contra de la Resolución 2065 de la AGNU, la cual explicita que la disputa de soberanía es sólo entre los dos países, y se las invita a continuar las negociaciones, teniendo en cuenta los intereses de los isleños. 

La diferencia entre intereses y derechos es radical: dentro de los intereses encontramos, por ejemplo, mantener su idioma; si decimos "derechos", hablamos de la autodeterminación. Este derecho concebido en el contexto de descolonización hace referencia a que un pueblo pueda decidir su propio destino tras haber sido subyugado por una potencia colonial. 

No es el caso en las Islas Malvinas, ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña desde 1833. Muchos estimaron que la futura canciller había cometido un furcio en los términos utilizados, pero aun así es un suceso indeseable frente a un medio de comunicación inglés.

En el mismo mes, Milei señalaba que, para recuperar la soberanía sobre las Islas, debía llegarse a un acuerdo similar al de Hong Kong: en 1997, el Reino Unido le permitió a China crear una Región Administrativa Especial en Hong Kong, ex-colonia británica, con la condición de que tenga cierta autonomía política por los próximos 50 años. 

El Reino Unido no perdía las relaciones económicas que había forjado durante su dominio, y a cambio, China ganaba un canal de inserción internacional. Esta propuesta fue criticada por Gustavo Martínez Pandiani, quien expresó que toda propuesta que no incluya un claro reclamo de soberanía va en contra de esta política de estado. La principal distinción entre el caso Hong Kong y Malvinas radica en que los archipiélagos del Atlántico Sur jamás fueron cedidos a perpetuidad mediante ningún tratado, como el primero, sino invadidos.

Por otro lado, la plataforma electoral de La Libertad Avanza no habla de relaciones internacionales. Sólo bajo el apartado de Seguridad Nacional y Reforma Judicial encontramos: 29) Promover la reafirmación soberana nacional en todas las áreas geográficas donde se viera amenazada o peligre la supervivencia del Estado garantizando y manteniendo la seguridad territorial y estilos tradicionales de vida (...). 36) Promover el posicionamiento geopolítico consensuado como políticas de Estado. 

La propuesta 29 podría interpretarse como una expansión de los dichos de Mondino y Milei al espacio de los archipiélagos, reafirmando la soberanía y respetando el estilo de vida, como indica la Resolución 2065 de la AGNU. El punto más interesante es el 36, ya que lograr un modelo de inserción internacional con el acuerdo de las principales fuerzas políticas va a ser uno de los principales desafíos del próximo gobierno libertario. Según las declaraciones de sus dirigentes, las relaciones exteriores estarán principalmente regidas por el mercado y alineadas al mundo libre (encabezado por Estados Unidos e Israel), dejando en un plano secundario a la región latinoamericana y a los países del Sur Global (región hacia donde está fluyendo el poder mundial). 

En este último grupo de países encontramos una gran cantidad de apoyos a los derechos argentinos sobre las Islas (Mercosur, Unasur, Celac y a reanudar las negociaciones en G77, ASPA, ASA, entre otros) en oposición al apoyo (nulo) que puede encontrarse en Estados Unidos y la Unión Europea. 

Entonces, ¿cuál será la estrategia para mejorar la posición de negociación de la Argentina?

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Similitudes con gestiones anteriores

Este tipo de visión sobre las relaciones exteriores no es novedoso en la historia argentina reciente. Los ejemplos están en el gobierno de Menem y de Macri. En la gestión menemista, Argentina buscaba alinearse a los EE.UU., y restaurar las relaciones diplomáticas con el Reino Unido, a través de los Acuerdos de Madrid I y II, para favorecer las inversiones extranjeras y el comercio con la Comunidad Económica Europea. 

En la era Macri, uno de los instrumentos más trascendidos y polémicos fue el Comunicado Conjunto Foradori-Duncan (2016), donde se acordó la eliminación de las sanciones económicas argentinas a las empresas que explotan recursos hidrocarburíferos y pesqueros en las Malvinas con licencias otorgadas por el Reino Unido. Una consecuencia positiva de este Comunicado fue el proceso de identificación de los soldados argentinos no identificados en el cementerio de Darwin, tarea realizada al día de hoy con más de 100 héroes identificados. Estos acuerdos son ejemplos de cómo puede lucir una cooperación menos confrontacionista con el Reino Unido, ¿pero qué obtendrá Argentina a cambio?

Reflexiones abiertas 

Estamos viviendo un momento de inflexión en el que las potencias tradicionales, además de hacerse cargo de sus acciones en siglos pasados, están desafiadas por países que buscan ser respetados y rediseñar un sistema que no fue creado para ellos. 

Alineada detrás del mundo libre, Argentina sería el faro moral de la región (como dijo Milei ante Tucker Carlson), un socio confiable de Occidente, y así mejoraría sus condiciones para negociar con el Reino Unido. Pero, en un contexto mundial de puja por los recursos naturales en el océano y potencialidad de explotación de la Antártida, donde los archipiélagos son un enclave estratégico para la potencia inglesa, ¿qué estaría dispuesta a ceder la Argentina para recuperar el ejercicio de soberanía?

Los furcios cometidos y la poca frecuencia con que se mencionó la Cuestión Malvinas dejan entrever desconocimiento por la historia de las Islas y que no serán una prioridad en las relaciones exteriores de la Argentina. Se puede estimar que las políticas abordadas serán de perfil bajo, y que, aunque el Estado no se interpondrá entre los privados (en teoría), la agenda internacional tendrá como eje principal las necesidades económicas. 

De todas formas, las declaraciones sirven para reabrir el debate sobre cuáles son las cosas que Argentina estaría dispuesta a negociar a cambio de recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. 

Diana Mondino con Javier Milei
Diana Mondino con Javier Milei

 

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