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Nos ofrecen continuidad o repetición del pasado. "Lo mismo pero más rápido" anunció Mauricio. Como decía Martín H., no pensamos.

La mesa del FdT es sólo "una nube de humo" para despistar.
La mesa del FdT es sólo "una nube de humo" para despistar.
Carlos Leyba 17 febrero de 2023

Salí de Río Cuarto. Ha trascendido que el Gobierno Nacional tiene un Plan Integral de Desarrollo Económico y Social (PIDES 2023/2033). 

Revela un Alberto estratega de fuste. Sí, sus rastros desconciertan a baqueanos de la política. Va en una dirección, pero va en la contraria. Actúa con un objetivo que no revela. No es tero que pone grito en un lado y huevo en otro, disimula con meneo de pato criollo. 

Un empresario me anticipó -11/12/2019- que Alberto sería como "el mamboretá", capacidad de adaptación y difícil destino.

Al asociarlo a la mantis religiosa no apuntó a rasgos físicos: Rogelio Frigerio, el verdadero, "el tapir"; R. Balbín, "el chino" o H. Yrigoyen "el peludo". Algo de la personalidad había en llamarlo "el bisonte" a O. Alende. "Mamboretá" no sólo sugiere el final, sino que describe el disimulo, por ejemplo, de recorrer el país anunciando su candidatura sabiendo que no será. 

Alberto cita sus logros: colas interminables en restaurantes, boom consumista del crecimiento chino; su inspiración anti meritocrática de la revolución pedagógica que, el maestro de la lengua, Axel Kicillof "Sarmiento del SXXI", anuncia con la eliminación de la repetición en la educación secundaria lo que liberará a los jóvenes de la rémora de aprobar materias. 

La pléyade de científicos que lo acompaña, a los que se suma ahora un CEO de verdad, nos da otras noticias. 

Dicen "trabajamos para el futuro, no para una elección". La mesa del FdT es sólo "una nube de humo" para despistar. Alberto no busca la reelección. Aunque sabe que la tendrían ganada sin segunda vuelta.

Estos científicos y CEOs (A. Aracre) distraen, mientras el PIDES será una "bomba" cuando lo anuncien. 

La designación de A. Rossi es para eso. Rossi no redujo a la AFI a investigar narcotráfico, lavado de dinero o qué hacen los chinos en Tierra del Fuego junto a Caputo. No. Por eso no alertó la penetración china por Tierra del Fuego ni la rusa por Ezeiza, camuflada por embarazadas. Es un estratega de defensa nacional que no debe ser ajeno a la visita de Fernández a Putin antes de la invasión a Ucrania y al ofrecimiento de la Argentina como desembarco ruso en América Latina; ni tampoco ajeno al reconocimiento a la China de Mao y de Xi como "el modelo del ideal peronista". 

Rossi puso la AFI en vena de geopolítica y geoeconomía: le hizo saber a Alberto que Joe Biden promueve "la estrategia industrial americana para el SXXI: (el) fortalecimiento de cadenas de valor, reconstruyendo nuestra industria" (21/1/22) para enfrentar la nueva globalización. Cambio de paradigma. 

Rossi asignó sus agentes a la verdadera "inteligencia" del mundo futuro y no a la berreta tarea de espiar la vida de los famosos. 

El anuncio del PIDES 2023/2033 será acompañado de la renuncia de Fernández a ser reelegido: un giro copernicano en el escenario. 

El PIDES, que inspiró Fernández, es la estrategia para enfrentar las amenazas a nuestro futuro. Citamos: programa de derrota de la pobreza infantil del hogar maternal a la escuela secundaria. En 2028 ningún niño vivirá en pobreza, que es la principal amenaza del futuro. Alberto ha desarrollado este programa con el apoyo del Banco Mundial, fundaciones internacionales e incentivos fiscales para inversores argentinos.

La segunda amenaza al futuro es la hiper concentración urbana. La estrategia PIDES, diseñada con los gobernadores, promueve la migración inversa: poblamiento de ciudades del interior motivado por disponibilidades de infraestructura y proyectos productivos centrados en el agregado de valor a las materias básicas de la región. El inventario es enorme: objetivos, instrumentos y financiamiento.

El PIDES se habrá de sostener con las inmensas oportunidades aún no aprovechadas. Vaca Muerta, que requiere inversiones en producción de fertilizantes, química del gas, licuación y distribución, abastecer y reemplazar equipos generadores que - por obsolescencia -encarecen costos energéticos. Incentivos a la generación eólica y solar, con producción local del equipamiento para reducir el costo sistémico de la energía. También el litio y el hidrogeno verde, cuyo resultado, dicen en la Rosada, demorará más allá de 2033. 

La urgencia por dólares, como señala el Dr. M. Cuervo, los hace apostar a "las cajas más a mano": el Banco Nación apostando al agro e incentivos fiscales. También para la minería y atención: la sustitución de importaciones "para exportar" manufacturas. 

PIDES señala prioridades, por ejemplo, aumentar índices de preñez a 90 %, duplicar el stock ganadero, acrecentar en 50% las tierras trabajables con las que hoy están yermas, regar 2 millones de hectáreas adicionales generando el aprovechamiento, un caso, del Paraná y promoviendo la industria nacional del sistema de riego. 

Los recursos naturales abundantes son oportunidad y fuente inmediata de dólares y son sostén material de la lucha contra las amenazas (pobreza, concentración demográfica).

En lo que hace a desafíos, el PIDES dispone incentivos para la inversión generadora de empleo urbano de alta productividad: instrumentos para crear por año, durante diez, 600.000 empleos productivos. Y además, fundamental, la transferencia entrenada de empleo público a áreas nacionales, provinciales y municipales en las que radica la mayor necesidad (educación, seguridad y salud incluyendo asistencia a ancianos o desamparados). Establece congelar en todo el país el empleo público (administración, servicios, etc.) por diez años e integrar a las Universidades al entrenamiento y formación del personal para fortalecer las áreas más frágiles del sistema público.

La fortaleza del PIDES, dicen, está en el consenso logrado en silencio público. 

Todas las fuerzas políticas y las organizaciones sociales y empresarias incluidas. 

El mayor mérito de la estrategia del disimulo de Alberto: el consenso en silencio para acordar proyectos concretos. No fraseología hueca. 

Ejemplos: entusiasmaron a R. Baradel, para romper con la pobreza infantil, la extensión de jornada completa y la reducción de las vacaciones anuales a 45 días más la revisión de todas las carpetas médicas, etc., con congelación de vacantes. A los Moyano para apoyar la construcción y funcionamiento de 100.000 kilómetros de FFCC que, con la participación del gobierno francés, tendrán transferencia de tecnología y 70% de equipamiento local. El programa de empleo público cuenta con el apoyo de Andrés Rodríguez y los líderes de la CTA. 

El silencio de los colaboradores de Alberto, con esta estrategia de largo plazo consensuada, habilita el retorno -en diez años- de US$ 200.000 millones de argentinos para financiar y capitalizar este proceso.

Un cimbronazo, por los baches de la ruta, me despertó a la altura de Pergamino. La consecuencia de una autopista inconclusa iniciada en la época de C. Menem me sacó del sueño. 

Volví a la realidad de "Axel Gobernador", "Santilli Gobernador" y a la voz de Alberto por radio: "Estamos bien y vamos mejor". ¡Insistía en la reelección! 

Desconsuelo. Ni el PIDES ni nada parecido existe y no pasa, por ejemplo, por la cabeza de Mercedes Marcó a cargo del CEyS. 

La Argentina pulverizó el Conade y la vocación de pensar el largo plazo y se quedó sin rumbo, sin FFCC y sin industria, hace ya casi medio siglo. En eso somos únicos. Ya en 1995, menemismo full, lograba el 18% de desempleo sin subsidios. Íbamos en retroceso.

No hay futuro propio sin programa de desarrollo "material" de largo plazo. 

En esta ausencia retrocedemos sin consenso, que es la consecuencia del gobierno de los hechos. Los hechos nos gobiernan, respuestas improvisadas, mientras las amenazas se agigantan (60% de pobreza infantil concentrada en el Gran Buenos Aires) y las oportunidades se despilfarran (una década para poner un caño).

Para nuestra clase política actual (casta y anticasta) oficialistas y opositores, "la política" no es pensar el futuro. Es gritar; unos sobre los males del presente y otros, a su turno, sobre los del pasado. Lamentable. 

Hemos llegado al punto en que "la política", para los ciudadanos de a pie, sólo existe en las divagaciones de un sueño para atrás. 

Soñar lo que ocurrió recordando los grandes proyectos nacionales que tuvieron resultados indiscutibles. La generación del '80 y también la que, en los '30 y a la salida de la Segunda Guerra Mundial, diseñó el reemplazo del motor agotado del primer proyecto, en base a industria, pleno empleo y Estado de Bienestar. 

Frutos de un país pensado, que llegó con desarrollo humano, hasta que el huevo de la serpiente de la violación del "no matarás", realizada por guerrilleros, terroristas y genocidas, nos arrastra -con sus consecuencias- desde hace 48 años.

Estamos aquí. Tenemos gigantescas posibilidades de desarrollo material y amenazas colosales que pueden desbaratarlo todo. 

"Amenazas" que hemos construido, pobreza y desempleo productivo; y falta de dólares para una economía dependiente de la deuda externa. La segunda amenaza hace inviable el corto plazo y la primera, es una barrera al largo plazo. 

Ambas nos inmovilizan: no hay registro de pensamiento concreto, material, que esté brindando herramientas para escapar de ellas.

La política cotidiana le escapa a las propuestas. Solamente se regodea en la búsqueda del culpable. 

El cambio de paradigma que J. Biden anuncia, en la todavía primera potencia, es un escenario para emular. 

Claro, primero hay que conocerlo. Pero la telaraña de la mirada corta de nuestros políticos no les permite observar más allá de su propio metro cuadrado. Cuando la realidad los empuje, va a ser demasiado tarde. 

Finalmente, Alberto será engullido por la Doctora. Pasados estos cuatro años estaremos más lejos de una salida. 

Nos ofrecen continuidad o repetición del pasado: "lo mismo pero más rápido" anunció Mauricio. 

Como decía Don Martín H., "lo grave de esta época grave es que no pensamos". 

Sin pensar no podremos conducir nuestro destino. Nos queda soñar que aquél pasado estupendo pueda inspirar otro despertar y no el del bache de cada ruta, la metáfora del gran bache de Nación que hemos cavado.

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