Un hito trascendental en la historia de América Latina cumple este lunes su quincuagésimo aniversario: el golpe de estado chileno que tuvo lugar en el Palacio de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, que dejó una huella indeleble en la nación y que aún resuena en la memoria colectiva de los chilenos.
Aquel fatídico día marcó el inicio de un régimen de corte autoritario encabezado por el general Augusto Pinochet. Esta abrupta transición de poder sumió al país en un periodo de represión, violencia y cambios socioeconómicos drásticos que moldearían su futuro por décadas. Hoy, a 50 años, el tema sigue siendo relevante y marcó la agenda este año en diferentes ámbitos.
Bajo el liderazgo del presidente Gabriel Boric, el Estado chileno ha resaltado numerosos simbolismos y actos conmemorativos que rememoran su pasado histórico. Sin embargo, el cambio sustantivo ha sido esquivo, pues se encuentra atrapado entre el clamor nacional mayoritario por una reforma constitucional y la falta de respaldo a la propuesta presentada. Boric personifica un potencial liderazgo progresista en la región, con su crítica abierta al régimen venezolano, lo cual lo distingue de la izquierda tradicional del siglo XXI y la ola de movimientos populistas reconocida como el fenómeno de la marea rosada.
En el contexto de este aniversario desde la toma de poder por parte de los grupos militares "putschistas", el Departamento de Estado estadounidense ha desclasificado dos documentos que detallan cómo el entonces presidente Richard Nixon fue informado de los sucesos acontecidos en Santiago del 8 al 11 de septiembre. "La divulgación de hoy reafirma nuestro compromiso duradero con la asociación entre Estados Unidos y Chile, en consonancia con nuestros esfuerzos por promover la democracia y los derechos humanos tanto en nuestros países como en todo el mundo", declaró la Oficina del Portavoz del Departamento de Estado.
Por su parte, Boric lanzó el "Plan de Búsqueda Verdad y Justicia" el pasado 30 de agosto, con el propósito de identificar a las 1.092 personas desaparecidas durante los 17 años del régimen dictatorial.
En otro orden de ideas, artistas chilenos han asumido un papel destacado en esta conmemoración: Desde el 30 de agosto hasta el 9 de septiembre, en el Festival de Venecia, se presentó "El Conde", una comedia oscura dirigida por Pablo Larraín y producida por Netflix, que retrata a Augusto Pinochet como un vampiro. El film se estrenó 7 de septiembre en cines argentinos.
Por su parte, la prestigiosa cadena de noticias británica BBC presentó un fascinante documental que arroja luz sobre un archivo histórico compuesto por una colección de videos capturados por un equipo de periodistas que viajó pocos meses después del golpe. Este documental ofrece cautivadoras entrevistas con militares y prisioneros políticos, brindando una perspicaz mirada sin precedentes sobre cómo se experimentaron esos primeros meses de incertidumbre.
En Aviñón, Francia, el diario El Economista obtuvo acreditación para asistir al prestigioso Festival Off de Aviñón, el evento teatral más grande del mundo. En este escenario, destacó la obra "Allende", dirigida y concebida por la chilena Jessica Walker.
Presentada por la compañía teatral catalana "Laboratorio Teatro", esta obra de dramaturgia conmemorativa rompe la linealidad temporal de los acontecimientos, saltando entre la niñez, la campaña política de Salvador Allende, extractos de discursos y canciones emblemáticas de la izquierda chilena como "el pueblo unido jamás será vencido". Doce lámparas de metal, evocando los antiguos centros de tortura en la capital chilena, iluminan la escena y dan vida a un emocionante debate en torno a las secuelas de aquellos años. Asimismo, la obra aborda las experiencias de minorías, como grupos LGTB, durante los tiempos autoritarios en Chile.
Tras los grandes aplausos de pie del muy crítico público local, la directora Walker se dirigió a ellos y dio agradecimientos con un par de palabras en francés. A pesar de su intrigante propuesta artística, la obra a veces peca de simplificar excesivamente los hechos históricos. Sin embargo, indudablemente, ofrece una perspectiva valiosa que incita al cuestionamiento y la reflexión sobre los legados de aquel período turbulento en la historia chilena. En el festival de Aviñón de 1977, se acogió también, en el famoso palacio de los papas, un museo en solidaridad a Allende, con donaciones de distintos intelectuales y artistas de todo el mundo de la época, como la fundación Joan-Miro.
En el aniversario del golpe de estado en Chile, se observa una profunda reflexión y conmemoración de un episodio que cambió el rumbo de la historia. A pesar de las divergentes perspectivas políticas y enfoques de liderazgo, el país continúa buscando la verdad, la justicia y la reconciliación en relación con los acontecimientos de esa época oscura. Además, el papel de los artistas y la cultura en esta conmemoración destaca la importancia de la expresión artística como una herramienta para recordar y cuestionar los eventos históricos.
