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EE.UU. y el desafío de soportar varios frentes en simultáneo

Tras varios años liderando en el Sistema Internacional sin ninguna dificultad, ahora Estados Unidos se enfrenta a los desafíos de Rusia, China e Irán en simultáneo. Sin embargo, lejos de achicarse, el presidente Joe Biden confía en el poderío de su país para superarlos.

EE.UU. y el desafío de soportar varios frentes en simultáneo
Damián Cichero 17 octubre de 2023

Históricamente, las potencias del Sistema Internacional, sea por la obsesión de obtener más poder, sea por sentirse constantemente amenazadas de perderlo, terminan sobreexponiéndose, lo que en otras palabras significa asumir más riesgos de los que pueden tolerar.

Justamente, esta ha sido una de las principales causas de la caída de grandes países, tal como le pasó a la Francia de Napoleón Bonaparte o a la Alemania nazi de Adolf Hitler, los cuales, no conformes con dominar toda Europa occidental, intentaron invadir Rusia.

Y en una situación similar parece que se encuentra Estados Unidos, país que, desde la caída de la Unión Soviética, se transformó en la potencia predominante de la Tierra.

Así, ante la falta de grandes desafíos, Washington comenzó a expandirse, incluso buscando consolidar un orden liberal en Medio Oriente o Europa oriental para afianzar a EE. UU. como líder indiscutido del Sistema Internacional. Sin embargo, como era de esperar, con el transcurso del tiempo, esto comenzó a pasarle factura a Estados Unidos, tal como le ocurrió en Irak y Afganistán.

El gran problema de la cuestión es que estos desafíos parecen ir en ascenso: mientras Rusia ataca Ucrania, China aumenta cada vez más su presión sobre Taiwán e Irán no deja de darle apoyo retórico y material a grupos terroristas como Hamás y Hezbollah. Y esto desemboca en el siguiente interrogante: ¿Podrá soportar Estados Unidos múltiples frentes en simultáneo?

En este sentido, esta semana el presidente Joe Biden fue consultado sobre si su país podría apoyar, al mismo tiempo, a Israel y Ucrania, en un momento en el que este último país parece comenzar a darse cuenta de que una derrota con Rusia es más que probable.

Al respecto, Biden consideró que sí pueden hacerlo, ya que "somos los Estados Unidos de América, por el amor de Dios, la nación más poderosa de la historia, no del mundo, de la historia del mundo".

Según él, EE. UU. puede ayudar a ambas partes y "seguir manteniendo su defensa internacional global. Tenemos la capacidad de hacerlo y tenemos la obligación. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?".

Xi y Putin presionan a Biden

Tal como hizo con Ucrania hace un par de meses, pese a que Israel está bajo ataque, este miércoles Biden visitará el país judío para intentar darle una clara muestra de apoyo público.

Pero es probable que dicha visita pierda un poco de protagonismo, ya que el mismo miércoles el presidente ruso, Vladimir Putin, visitará a su par chino Xi Jinping en Beijing, al margen del III Foro de la Franja y la Ruta.

En febrero de 2022, justo en la previa de la invasión rusa de Ucrania, Putin visitó China y, junto a Xi, relanzaron la "asociación sin límites" entre sus países.

Prueba de ello es que, pese a que Pekín no le ha enviado armamento a Moscú para su guerra, si la ha apoyado económicamente, algo vital para una Rusia ampliamente sancionada por Occidente.

Por ejemplo, en 2022, China se consolidó como el principal socio comercial de Rusia y el intercambio entre ambos alcanzó los US$ 190.000 millones. Actualmente, Rusia exporta alrededor de 2 millones de barriles de petróleo por día a China, más de un tercio de sus exportaciones totales de petróleo crudo.

Rusia y un nuevo mensaje para EE. UU.

Rusia es consciente de que, sin el apoyo de EE. UU., Ucrania sería derrotada inminentemente. Por ello, desde Moscú intentan enviarle mensajes a Washington para que deje de ayudar a Kiev.

En este sentido, uno de los mensajes más fuertes, y también más peligrosos, es el constante jugueteo de utilizar armas nucleares si Rusia siente que su seguridad está en riesgo.

Y, aunque por ahora esto está lejos de suceder, poco a poco el Kremlin envía mensajes al respecto: este martes el Parlamento ruso dio el primer paso hacia la revocación de la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares.

Desde Moscú dicen que el objetivo es restablecer la paridad con Estados Unidos, que firmó el tratado, pero nunca lo ratificó.

Si bien Rusia dice que no reanudará las pruebas nucleares a menos que EE. UU. lo haga, muchos temen que esto marque el comienzo de una nueva era de pruebas nucleares, algo que Moscú no realiza desde 1990, antes de la caída de la Unión Soviética.

Por su parte, EE.UU. no realiza una prueba nuclear desde 1992, mientras que, en lo que va del siglo XXI, el único país que llevó a cabo este tipo de ensayos fue Corea del Norte (la última vez fue en 2017). 

Biden redobla la apuesta 

Tal como el propio Biden lo ha declarado, EE. UU. está muy lejos de retirarse: actualmente, está considerando una solicitud suplementaria de unos US$ 100.000 millones que incluiría ayuda de defensa para Israel, Ucrania y Taiwán.

Por ello, se espera que a la brevedad le solicite al Congreso que apruebe un proyecto de ley de gasto suplementario, aunque es difícil saber si la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, le dará su visto bueno. 

A esto se suma que este martes la administración Biden emitió una amplia actualización de las restricciones a la exportación de inteligencia artificial avanzada a China y otros países.

Las medidas están diseñadas para evitar que China adquiera los chips de alta tecnología que pueden utilizarse tanto en Inteligencia Artificial (IA) como en cuestiones militares.

Pero las reglas, que entrarán en vigencia en 30 días, también restringen una gama más amplia de chips avanzados y herramientas de fabricación de chips a otros países, incluidos Irán y Rusia.

Sin embargo, la secretaria del Departamento de Comercio, Gina Raimondo, dejó en claro que el principal objetivo es limitar el acceso de China a "semiconductores avanzados que podrían impulsar avances en Inteligencia Artificial y computadoras sofisticadas que son críticas para las aplicaciones militares (chinas)".

Según el Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de la Universidad de Georgetown, de 97 chips de IA individuales adquiridos a través de licitaciones militares chinas durante un período de 8 meses en 2020, casi todos fueron diseñados por Nvidia, Xilinx, Intel y Microsemi.

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