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El "éxito" de Caputo y el aguante social, charlas sin respuesta de un mítico inversor extranjero por Buenos Aires

Caputo muestra urgencia por lograr el objetivo de "un dígito" de inflación en abril que le de algo más de aire al Gobierno mientras se acomoda la economía.

En el Gobierno creen que hay solidez suficiente para bancar los embates que sean, incluso lo que ocurrió cuando el Senado bochó el mega DNU de Milei.
En el Gobierno creen que hay solidez suficiente para bancar los embates que sean, incluso lo que ocurrió cuando el Senado bochó el mega DNU de Milei. .
Leandro Gabin 14 marzo de 2024

El Gobierno se aferra a defender a capa y espada al único dato económico "exitoso" que puede contener el malestar social: la inflación en descenso. A tal punto, que ahora está en tela de juicio por las "avivadas" de uno de los sectores económicos como las empresas alimenticias. 

Luis Caputo se enteró de los precios irrisorios en dólares de la canasta básica por uno de sus colaboradores que, en chiste, le dijo que el negocio ahora era poner un supermercado en lugar de una "cueva". 

El ministro de Economía no solo salió a aleccionar a las empresas sino que en privado vaticinó que son los culpables de que la inflación no sea más baja. "La gente la está pasando mal, le pedimos que aguanten, y hay un grupo de vivos que siguen de fiesta como si nada hubiera pasado. Eso se terminó", dijo Caputo a la salida de una de las reuniones que mantuvo con empresas del sector. 

La apertura de las importaciones no hace mella al negocio de los grandes supermercados, que solo son un "pasamanos" en la cadena y cuya misión consiste en tomar la lista de precios de los proveedores y adicionar la ganancia deseada. 

"La culpa la tenemos siempre nosotros, las pymes. El ministro en lugar de abrir las importaciones debería sentarse a ver los costos que tenemos. Y los márgenes que otros formadores le ponen a los productos que nosotros vendemos. Lo que va a pasar es que los precios no van a bajar y nos van a inundar de productos importadores con el riesgo de que cierren más Pymes", dicen desde Industriales Pymes Argentinos (IPA). 

Daniel Rosato, presidente de IPA, pide que las mismas pequeñas empresas tengan acceso a los dólares que Caputo le prometió a los importadores. "Por qué nosotros tenemos que importar insumos pagando impuestos y le regalan los dólares a quienes traen productos terminados. No es lógico", dice el empresario.

dolar milei
 

Caputo muestra urgencia por lograr el objetivo de "un dígito" de inflación en abril que le de algo más de aire al Gobierno mientras se acomoda la economía. 

A la par, el ministro está negociando con los funcionarios del Tesoro de Estados Unidos que estuvieron por estos días en Buenos Aires el apoyo a un nuevo plan con el FMI que contemple dinero fresco. 

El Presidente le mandó a decir que, con US$ 15.000 millones, levanta el cepo al día siguiente. Caputo lo frena y le dice que hay que ir paso a paso y que, en realidad, lo máximo que puede sacar el Gobierno es entre US$ 5.000 y US$ 7.000 millones. Piensa el ministro que lo restante, o sea la mitad, podría conseguirse por la venta de divisas del campo. "El número puede cerrar antes de lo que varios se imaginan", dicen en pasillos oficiales. Ni Caputo ni Milei se muestran desesperados por sacar el cepo. Sin pesos en la economía, los riesgo de que el mercado lo corra son mínimos. Y sin cepo, es difícil en términos de recaudación por el impuesto PAIS, que explica un punto del PIB. 

Pero en el Gobierno creen que hay solidez suficiente para bancar los embates que sean, incluso lo que ocurrió cuando el Senado bochó el mega DNU de Milei. El Presidente, no obstante, lejos de ir a negociar irá por enviar otros DNU por separado para que no pierda vigencia lo más importante que quiera instalar. Si bien el rechazo de la propuesta libertaria no es absoluta, porque debería ser bochado por Diputados para que caiga, algunos creen que podría generar cierta inestabilidad en los mercados. Caputo y su equipo creen que no.

  • Sea como fuere, la pregunta en el ámbito político y económico, hacia adelante, es cuánto más bancará la sociedad el ajuste sin chistar y esperando la luz al final del camino. Para Carlos Fara, la opinión pública está dividida en medios. 

"Para mi gusto era esperable, porque esto lleva nada más que tres meses, la gente durante todo el año pasado nos dijo una y otra vez que este era un proceso, eran problemas muy profundos, de larga data, que iban a tardar en solucionarse, que las soluciones nadie se las imaginaba agradables. Entonces yo te diría, en tres meses me parece que es absolutamente normal, a mí me parece que antes de los seis meses es muy difícil que la opinión pública empiece a sacar alguna conclusión sobre Milei", explica. 

"Aún cuando se desgasten los próximos tres o cuatro meses, esto es un proceso muy dinámico. Porque a todos les pasó que tuvieron un arranque complicado, después se recuperaron, así que esto es una historia que recién comienza", apunta.

La duda es si el "éxito" de la inflación alcanza. "Hasta acá tenemos una crisis por inflación, que esto es no te alcanzan los ingresos pero la desocupación es relativamente baja. El problema es si esto se convierte, por vía de la recesión, en una crisis por desocupación, porque cuando vos no tenés trabajo directamente no tenés ingreso. Una cosa con la que el Gobierno especula es que la crisis disciplina el reclamo social, que esto es, manteneme el empleo aún con sueldo bajo. El problema es si en algún momento el tamaño de la recesión hace que directamente las empresas no puedan pagar los sueldos, y yo creo que una amenaza así existe", señala el politólogo. 

fara
"El problema es si esto se convierte, por vía de la recesión, en una crisis por desocupación", advierte Fara.

Una de las ideas oficiales para que la recesión no sea eterna fue bajar las tasas de interés. Algo criticado por algunos ya que la inflación sigue siendo muy elevada. "En el mundo, cuando un banco central quiere bajar la inflación, busca tasas reales positivas tanto que la tasa que esté arriba de la inflación. Cuando uno ve que la inflación está subiendo, o que la quieren bajar, o que tienen un plan antiinflacionario, se pone la tasa de interés en un nivel atractivo para que la gente de alguna forma frene un poco la economía. En este caso, ya la economía está refrenada", sostiene Miguel Kiguel, director de Econviews. 

Para el reconocido economista, no hace falta subir la tasa para que la economía pare porque tenemos una "recesión madre". "Yo diría que en ese sentido no importa la tasa, se puede poner a cero y acá la recesión va a seguir. Entonces, si bajando la tasa la gente se va del peso, entonces eso empieza a repercutir en los precios", agrega. 

Para Kiguel, "hoy no se vende nada". 

"Creo que es probablemente de las recesiones más fuertes desde la crisis del 2002. Pero no creo que sea con la tasa que se va a reactivar esta economía". 

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La visión del exterior es alentadora, pero aún esquiva para el gobierno de Milei. Uno de los financistas más reconocidos en el mundo pasó por Buenos Aires después de cinco años: el mítico Mark Mobius. El multimillonario inversor que manejó durante tres décadas el fondo Franklin Templeton se sacó fotos por Galerías Pacífico y tuvo tiempo para llevarse un panorama de la Argentina durante la gestión libertaria. 

¿Qué dice Mobius sobre Milei? 

Que Milei propuso algunas ideas "radicales" para cambiar la economía argentina. "Cuando se está en una situación tan grave como la de Argentina (con una inflación anual superior al 200% y cuatro de cada diez argentinos viviendo en la pobreza), estrategias audaces y arriesgadas podrían ser justo lo que se necesita", dice Mobius. 

Para el avezado inversor y dueño de Mobius Capital Partners, "las drásticas medidas del gobierno han comenzado a mostrar algunos signos prometedores". "Por primera vez desde 2012, Argentina registró un superávit presupuestario mensual en enero. También ha habido un aumento notable en las reservas de divisas del país. Estas son señales alentadoras, pero el camino hacia la recuperación está plagado de desafíos", advirtió. 

Durante su visita, Mobius habló con una variedad de empresas de sectores como el inmobiliario, el aluminio, la banca y los servicios públicos. Dice que hay una sensación de "cauteloso optimismo en el aire". 

"La gente aprecia los esfuerzos del gobierno para arreglar la economía, pero también es realista acerca de los desafíos que se avecinan. Los argentinos están acostumbrados a lidiar con el viaje salvaje de la alta inflación y los problemas cambiarios, y han ideado formas inteligentes de mantenerse a flote. Me impresionó mucho cómo las personas y las empresas de allí están atravesando difíciles condiciones económicas y sociales con tanta resiliencia", sostuvo. 

Para Mobius, el camino hacia la estabilidad económica y la prosperidad para Argentina es "sin duda largo e incierto". "La voluntad del gobierno de abordar de frente los difíciles problemas económicos y los resultados positivos iniciales son pasos en la dirección correcta. El apoyo popular a un cambio dramático y la adaptabilidad de las empresas a las fluctuaciones económicas del país también son motivos para un optimismo cauteloso", sostiene. 

El ex Templeton no está invertido en activos de Argentina pero, dice, "estamos estudiando detenidamente el mercado". "Los problemas del país no me disuaden de invertir, pero necesitamos encontrar la combinación adecuada de factores empresariales para que eso sea factible. El tiempo dirá si los esfuerzos del nuevo gobierno conducirán a una recuperación económica y un crecimiento duraderos, pero por ahora, la historia de Argentina es de lucha, resiliencia y esperanza", afirmó Mobius. 

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