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Afuera volatilidad extrema, adentro más de lo mismo

En Argentina la Bolsa tuvo un buen día, pero los bonos siguieron en un pantano y los dólares libres se empinaron más.

El dato de inflación de EE.UU. fue malo, provocó una apertura muy negativa  en Wall Street.
El dato de inflación de EE.UU. fue malo, provocó una apertura muy negativa en Wall Street.
Luis Varela 14 octubre de 2022

Los mercados mundiales desarrollaron ayer una jornada extremadamente volátil, particularmente extraña, en tanto que la plaza financiera argentina siguió repitiendo la misma abulia que lo caracteriza desde hace más de tres años, es decir desvaneciéndose, sin ningún tipo de sorpresas.

La notable inestabilidad externa estuvo ligada a dos pinzas: la inflación de EE.UU. y la evolución de los pedidos de ayuda por desempleo, que entregaron dos datos contrastantes. Muy temprano se conoció que el dato de inflación norteamericano fue peor de lo que se esperaba: septiembre dio 0,4% (se preveía 0,2%), la "core" dio 0,6% (contra 0,5% esperado), y la anualizada es del 8,2% (contra 8,1% esperado). Eso generó una inmediata ola de ventas en la apertura de la Bolsa de Nueva York, tanto que en el inicio los índices llegaron a caer más de 3%. Sin embargo, luego se difundió que repuntaron las solicitudes de subsidios de desempleo, sobre todo tras el paso del huracán Ian: hubo 228.000 pedidos, 9.000 más que en el dato anterior. Con esos dos datos en la licuadora, el mercado empezó a entender que la tasa ya alta de la Fed ya está logrando un efecto, los precios se dieron vuelta y Wall Street pasó de un arranque demoníaco a un cierre casi festivo.

Mejoran las acciones locales

En Argentina, los papeles privados también tuvieron una buena jornada, pero los bonos no logran salir del fondo del pozo, el riesgo país cedió apenas (bajó 21 unidades) pero sigue en las alturas de 2.800 puntos básicos, casi 9 veces más alto que lo que mide el riesgo de los países vecinos de nuestra región. Y lo que más llamó la atención fue que, sin dólar soja, y con los 16 dólares totales, incluidos los nuevos, los capitales siguen en fuga: el Banco Central se vio obligado a vender reservas por quinta rueda consecutiva y, así y todo, el dólar blue volvió a subir, pero los que más escalaron fueron los dólares financieros libres, sobre todo el contado con liquidación, que registra las divisas que se escapan diariamente del país.

Hoy, a las 16 horas, el Indec difundirá el IPC de septiembre, que según consultoras estaría en la zona del 6,8% mensual, pero con el renglón de alimentos viajando mucho más arriba (variable que es la que más pobres e indigentes genera).

Tomando los temas de mayor a menor, la inflación todavía muy alta norteamericana no cayó bien en los analistas. 

El nivel de inflación norteamericana empinó las tasas largas de EE.UU. que se siguen invirtiendo de manera más aguda. Ayer se pagó 4,5% anual a 1 año (el nivel más alto desde 2007, previo a la gran crisis), 4.2% a 5 años, 4% a 10 años y 3,9% a 30 años. Y si se quiere lo más llamativo es que con estas tasas tan contundentes el súper dólar no fue tan súper: en el exterior el dólar subió 0,2% contra el yen que sigue en recesión, avanzó 0,1% y rompió paridad contra el franco suizo (herido por la debilidad del Credit Suisse), no cambió en México, y bajó 0,3% contra en Chile, 0,4% en Brasil, 0,8% contra el euro y se desplomó 2,1% contra la libra.

En Argentina, el economista Víctor Beker de la Universidad de Belgrano advirtió que "evidentemente estamos en una etapa en la que la inflación pasa a tener un piso del 6% mensual, veremos qué dice este viernes el Indec, pero teníamos un piso del 2%, luego del 3%, bueno ahora ya estamos en un piso del 6%, lo cual anualizado es 100% que es lo que la mayoría de los analistas estimamos para este año, y si no aplican una modificación a lo que venimos haciendo desde hace rato la expectativa es que, sin plan, esto va a seguir creciendo, vamos cada vez más cerca del precipicio y en general dando un paso hacia adelante. Y debemos entender que el precipicio sería que la inflación se espiralice aún más y lleguemos por ejemplo al 200% anual; recordemos que llegamos al 100% después de habernos alarmado por que era del 50%, y se siguió con el mismo camino".

Los dólares para arriba

Con ese marco, los dólares oficiales siguieron subiendo ayer más lento que la inflación, por lo que el tipo de cambio real se va atrasando lentamente, mientras que los dólares libres volvieron a subir otro escalón, ahora que se incluyeron el dólar cultura y el dólar turismo, con al menos doce sectores tocándole el timbre a Economía para que también les entregue un dólar especial. Así, ayer el dólar blue subió $2 hasta $291, el Senebi subió $1,65  hasta $319,31, el dólar MEP subió $5,73 hasta $299,42 y el contado con liquidación saltó $7,82 hasta $313,72. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 84% y la del CCL y el mayorista fue del 107%. Y si se quiere lo más grave del caso es que el BCRA tuvo que vender más reservas en el MULC (aunque en el balance del día, con la importación encepada, perdió sólo US$ 20 millones), pero atención: la deuda bola de nieve del BCRA sigue creciendo, ya que chupó de los bancos depósitos por otros $ 571.830 millones en Leliq cortas. Ayer las tasas siguieron sin cambios en el 75% anual para Leliq y plazos fijos pero, según el dato que emita el Indec es altamente posible que la autoridad monetaria eleve la tasa de los plazos fijos al 78% o incluso al 80% anual, para intentar desalentar la huida hacia el dólar que es incesante.

Caída de los bonos

Por supuesto, con el bono más corto de EE.UU. pagando una tasa del 4,5% anual, los bonos de América Latina bajaron en bloque y los bonos argentinos no sufrieron tanto, salieron casi empatados, ya que la gran suba del dólar afirmó los papeles dolarizados o los que están atados a la inflación, que es el grueso de la deuda gigantesca que emitió este Gobierno, sin haber pagado prácticamente nada de la deuda heredada del gobierno de Macri.

En cuanto a los papeles privados, a nivel internacional sigue la batalla entre inversores agresivos e inversores conservadores. Los que son altamente especulativos empiezan a entender que la suba inflacionaria de EE.UU. está en un pico, que empieza a verse algún atemperamiento en el recalentamiento del empleo, por lo que entienden que la suba de las tasas de la Fed está cerca de su piso máximo. De hecho, Mark Zandi, economista jefe de Moody's afirmó de manera muy segura que "la inflación en EE.UU. se reducirá a la mitad en seis meses" y eso impulsó una compra de papeles heridos en extremos, agudizando la rotación, y finalmente los índices se dieron vuelta como una media, y pasaron de caer 3% a terminar con subas, como en una verdadera montaña rusa.

Efectivamente, luego de una apertura con derrumbe, la Bolsa de Nueva York terminó festiva: el Dow subió 2,8%, el S&P mejoró 2,6% y el Nasdaq tuvo un aumento del 2,2%, mientras que las bolsas latinoamericanas tuvieron un día mucho más tranquilo: la Bolsa de San Pablo bajó 0,5% (a 16 días del balotaje) y la de México mejoró 0,2%.

En Buenos Aires se operó en algún sentido con la radio colocada en lo que pasaba en el Coloquio de Idea, donde el Gobierno impulsó la idea "Ceder para crecer", muchos empresarios fundadores del Coloquio estuvieron ausentes y se declararon hartos de ceder y lo más picante del día fue un debate entre Dante Sica y José Ignacio de Mendiguren, donde uno pugnaba por una economía abierta sin mil cepos y el otro manifestando que seguimos creciendo bien. Sica cosechó aplausos entre el auditorio y De Mendiguren... bien gracias.

Pero lo concreto es que de la mano de la suba del dólar y con el rumor sobre un hipotético plan de estabilización a ser lanzado en noviembre, el mercado local terminó en positivo. Con $1.760 millones operados en acciones y $4.618 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 3,2%. Al tiempo que hubo suba en bloque del 1 al 5% para los ADR argentinos que operan en Nueva York: con Despegar, YPF, Pampa E, Supervielle, Central Puerto, Francés, Macro e IRSA como las mejores del día.

Incertidumbre con commodities

Por supuesto, más allá de la inflación norteamericana y el encierro de la economía argentina, lo que manda en el mundo es el precio de los commodities y eso sigue en parte empastado por la tensión que sigue habiendo en torno a la guerra en Ucrania, con la Unión Europea llamando a todas las naciones del grupo a armar un sistema de defensa antimisilístico común, con la expectativa de que la escalada contra Putin no parece tener fin. Con ese contexto, ayer hubo una nueva suba del 2,1% para el petróleo. Los metales preciosos estuvieron débiles. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago, el trigo subió 1,1%, el maíz mejoró 0,7% y la soja cerró sin cambios. Mientras que en Rosario el trigo saltó 4,3%, el maíz cedió 0,4% y la soja cayó 5%. La Niña golpea mucho a Argentina, parte de la cosecha de trigo está perdida, y tendremos muchos problemas en los alimentos, inflación por escasez de oferta. Mientras que el panel de criptomonedas estuvo muy dividido, con el Bitcoin 1% arriba, pero con posiciones en general débiles en el resto de los valores del sector.

¿Hacia dónde vamos? Hoy habrá impacto por el número que entregue el Indec, aunque será difundido luego del cierre del mercado. Y la sopa que se está cocinando es la idea de que el plan de estabilización que plantearán Massa y Rubinstein en noviembre será más de lo mismo, el mismo planteo que se realiza desde hace años: un acuerdo entre precios y salarios, sin modificar la estructura de peso entre el Estado y los privados. Y bien lo definió el auditor Jesús Rodríguez, ex ministro de Economía de Alfonsín: "en Argentina muchos sufren de necrofilia ideológica, siguen enamorados de ideas muertas". 

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