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Desde que asumió Alberto Fernández

Inflación: en dos años, los alimentos escalaron 154%

En febrero los alimentos se incrementaron, en promedio, casi 10%. Los programas oficiales no llegan a los barrios ni a los sectores de bajos ingresos.

El rubro de frutas y verduras encabezó las subas en los últimos meses.
El rubro de frutas y verduras encabezó las subas en los últimos meses.
07 marzo de 2022

La inflación resulta un problema central para la administración actual, sobre todo en el rubro de los alimentos. Desde que asumió Alberto Fernández, ese segmento acumuló una suba de 154,34%. 

En contextos de bajo crecimiento económico e informalidad elevada (y creciente), un enorme universo no tiene la capacidad de remarcar sus propios ingresos a ese ritmo y la situación social se descompone.

Con el nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de ser aprobado en el Congreso, se buscará enfrentar ese flagelo desde varios frentes. Aunque las medidas que se vienen llevando adelante no son distintas a las que se aplicaron en el pasado con un éxito escaso. 

El contexto internacional, con la suba en los precios a nivel mundial de las commodities desde la salida de la pandemia, desafíos logísticos de todo tipo y ahora la crisis que generó la invasión rusa en Ucrania, no ayudan a bajar las expectativas. Muy por el contrario.

Ayer, desde Comercio Interior reconocieron, por ejemplo, que el acuerdo firmado hace menos de un mes con panaderos y molineros para acordar el precio del pan “ya se está resquebrajando”.

Dijeron, además, que "las medidas que ponemos para ese desacople frente a los precios internacionales pueden llegar a ser insuficientes".

Alimentos, sin control

En los últimos meses, la inflación se recalentó, ya que marcó 3,8% en diciembre y 3,9% en enero. Hubo una alta incidencia de los alimentos frescos en los períodos mencionados, sobre todo en frutas, verduras y huevos. El mes pasado, la situación no fue distinta e incluso los aumentos fueron más homogéneos entre categorías.

Variación de la canasta básica en la gestión de Alberto Fernández.
 

Según informó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Ispeci), en base al relevamiento de los 57 productos que componen la Canasta Básica de Alimentos en 650 comercios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense, en febrero los alimentos se encarecieron 9,8%.

Como desde hace varios meses, el rubro de frutas y verduras encabezó las subas con un alza promedio del 10,37%, seguidos por los productos de almacén que se incrementaron 9,66%, mientras que las carnes hicieron lo propio, en promedio, 9,7%.

En tanto, Isepci destacó que “una familia de dos personas adultas y dos hijos/as pequeños/as en enero necesitaba $33.685 para cubrir sus alimentos indispensables durante treinta días, y un mes después, en febrero, ese grupo requirió $36.986”, resaltó la entidad.

La misma familia, para cubrir sus gastos básicos como salud, educación, transporte, energía y otros gastos indispensables -que sumados a la alimentación conforman la Canasta Básica Total (CBT)- precisó en enero $79.60.34. Un mes después, ese valor subió a $84.702,02.

Falta de capilaridad

Para enfrentar esa situación, el Gobierno viene implementando medidas de congelamientos o controles en precios y, a partir de 2022, se puso en marcha el programa +Precios Cuidados. Este vino a reemplazar al congelamiento que había impuesto la Secretaría de Comercio Interior en octubre pasado.

El programa +Precios Cuidados con 1.321 productos se lanzó en enero con revisión trimestral y una pauta de aumento promedio mensual de hasta 2%, y se encuentra disponible en cadenas de supermercados en todo el país. 

Sin embargo, el problema es que es difícil encontrar dichos productos, y con esos precios, en los comercios barriales. Los programas oficiales son acordados por supermercados donde, además, los sectores de menores ingresos no suelen realizar sus compras. 

La falta de capilaridad fue algo que el Gobierno buscó enfrentar cuando Comercio Interior estaba a cargo de Paula Español. En su momento, se implementó el programa Super Cerca, que en su mayoría contenía terceras marcas que no podían abastecer todos los negocios del conurbano y otras urbes del país.

En este punto, la secretaría que ahora conduce Roberto Feletti  trabaja para acordar una canasta de 75 productos dentro de +Precios Cuidados que esté disponible en los comercios de proximidad, garantizando el cumplimiento de los precios y el margen de rentabilidad de estos comercios.

Pocos resultados

“La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento”, dijo Alberto Fernández en el discurso de apertura de las sesiones del Congreso el 1° de marzo pasado. 

“Esa es una afirmación reiterada por él y los principales funcionarios de su gobierno desde que asumieron; mientras que los incrementos de los precios de la economía en general y de los alimentos en particular no dejan de aumentar”, resaltó el director de Isepci, Isaac Rudnik.

En el informe de la entidad se precisó que cuando asumió el actual Gobierno, el valor de la Canasta Básica de Alimentos para cuatro personas alcanzaba los $14.541,78. Veintiséis meses después (en febrero pasado), el mismo conjunto de productos costaba $36.981,91, o sea, tuvo un incremento de 154,34%. 

“Durante este período no sólo se lanzaron y relanzaron distintos programas para contener los precios y se anunciaron medidas de diferentes características; sino que transcurrieron períodos de importantes restricciones a la circulación de las personas por imposición de la pandemia que implicó una baja generalizada de la actividad económica en general y del consumo en particular”, concluyó el trabajo de Isepci.

FMI e inflación

En el acuerdo con el FMI ingresado a Diputados se plasmaron las “metas” de inflación para los próximos tres años. 

“Procuraremos reducir la inflación en un rango de 38%-48% para fines de 2022 y en 5 puntos porcentuales adicionales por año hasta fines de 2024”, resalta el documento, pero no menciona instrumentos. De hecho, pareciera que la variable no importa (no es vinculante) y, de hecho, gran parte de lo acordado (desde el tipo de cambio hasta las tarifas) son elementos inflacionarios. Las únicas anclas parecen ser las metas fiscales y monetarias, aunque no son tan exigentes como se pensó inicalmente.

El texto también reconoce que el escenario “base” está sujeto a importantes incertidumbres que podrían implicar un “recalibramiento” de las políticas a llevar adelante en el programa acordado con el organismo. La crisis que generó la invasión de Rusia a Ucrania entra dentro de esa consideración.

La suba en los commodities que exporta Argentina podrían tener un efecto de encarecimiento en el precio de los alimentos en el mercado local. Al menos así lo ve el Gobierno que, por caso, aplicó un fideicomiso de 800.000 toneladas de trigo para mantener a raya el precio del pan ante la disparada en el precio internacional del cereal.

Mientras tanto, las principales consultoras y bancos del país estimaron que la inflación ascendió en febrero al 3,9%, un valor similar al de enero, según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el BCRA. Sin embargo, la encuesta se hizo antes de la invasión de las tropas rusas.

Además, los analistas estimaron que la inflación llegará al 55% a fin de año, muy por encima del máximo del 48% previsto en el Memorándum elevado al Congreso.

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