La Conmebol anunció que el offside semiautomático (SAOT, por sus siglas en inglés) volverá a utilizarse en las finales de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana 2025, acompañado nuevamente por la Tecnología de Línea de Gol (GLT), ambas desarrolladas íntegramente por el propio organismo. El anuncio ratifica la decisión del ente sudamericano de consolidar un arbitraje más moderno, veloz y preciso, especialmente en los partidos de mayor relevancia del continente.
Se trata del segundo año consecutivo en el que estas herramientas se aplicarán en las definiciones. Ya habían debutado en las finales de 2024 -Libertadores entre Botafogo y Atlético Mineiro, y Sudamericana entre Racing y Cruzeiro- y también se implementaron en la Recopa 2025 que enfrentó a la "Academia" y el "Fogao".
Según la Comisión de Árbitros, la introducción de ambas tecnologías representó un salto cualitativo en la exactitud de las decisiones arbitrales y una notable reducción en los tiempos de revisión, reforzando la confianza en los sistemas de asistencia.
En 2025, la Sudamericana coronará a su campeón el sábado 22 de noviembre en el estadio Defensores del Chaco, donde Lanús y Atlético Mineiro buscarán el título, mientras que la final de la Libertadores entre Palmeiras y Flamengo se disputará una semana después en el Monumental de Lima.
Cómo funciona el offside semiautomático
El funcionamiento del offside semiautomático depende de un complejo sistema técnico: 24 cámaras de alta velocidad, de las cuales 14 estarán destinadas a la detección precisa de la línea de gol y 10 al seguimiento automatizado del fuera de juego.
Estas cámaras, capaces de capturar más de 200 cuadros por segundo con una resolución superior a 500 píxeles por metro, procesan más de un millón de puntos de datos por segundo para recrear la posición exacta de jugadores y del balón en tiempo real.
El SAOT combina este hardware con un sistema de seguimiento óptico automatizado (tracking) que detecta hasta 29 puntos corporales por futbolista y determina con precisión milimétrica si existe o no posición adelantada. En competencias donde se utiliza la pelota oficial provista por FIFA, la tecnología se complementa con una unidad de medición inercial (IMU) en el interior del mismo, capaz de enviar datos 500 veces por segundo a la cabina de video arbitraje para identificar el instante exacto del impacto. Aunque este balón inteligente no es obligatorio en torneos Conmebol, el organismo adelantó que evalúa incorporarlo de cara a las próximas temporadas.
Cuando el sistema detecta una posible posición prohibida, envía un aviso inmediato a la sala VAR, donde los árbitros confirman manualmente el fotograma del contacto con el balón y la línea de offside generada de manera automática. Este proceso, que según la experiencia de FIFA dura "muy pocos segundos", concluye con la creación de una animación 3D que se muestra en las pantallas del estadio y se distribuye a los medios, garantizando transparencia para jugadores, público y televidentes.
Tanto el SAOT como la GLT ya forman parte de las principales ligas europeas -como la Premier League (Inglaterra) y la Bundesliga (Alemania)- y Sudamérica avanza ahora hacia su incorporación permanente: el Brasileirao será el primer torneo doméstico de la región en adoptarlo desde 2026. Para la Conmebol, estos avances permiten elevar los estándares de justicia deportiva, limitar los márgenes de error humano y posicionarse a la vanguardia en materia tecnológica.
Con esta decisión, el organismo que preside el paraguayo Alejandro Domínguez reafirma su apuesta por la innovación: "seguir modernizando el arbitraje y garantizar decisiones más rápidas, precisas y confiables" es, según destacó el comunicado oficial, una prioridad central de su agenda. Y las finales de 2025, con el SAOT y la GLT plenamente operativos, serán un nuevo banco de prueba para un fútbol sudamericano cada vez más regido por la precisión digital.


