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De la mano del trigo y la cebada

Los cultivos de invierno vienen con buenos rindes y precios y ayudarán a las reservas del BCRA

El valor de las exportaciones de trigo y cebada llevarían el ingreso de los cultivos de invierno a US$ 5.000 millones, “una cifra que, de confirmarse, será récord”. Una parte se liquidará en el verano.

El valor de las exportaciones de trigo y cebada llevarían el ingreso de los cult
El valor de las exportaciones de trigo y cebada llevarían el ingreso de los cult
30 noviembre de 2021

En los diez primeros meses de 2021, el valor de las exportaciones de granos (cereales, semillas oleaginosas) y sus principales derivados industriales (aceites y harinas) se ubicó en US$ 34.200 millones, una cifra que excede en US$ 10.700 millones el ingreso generado durante el mismo período del 2020 (+46%) y que además se constituye en un nuevo récord. Además, el flujo de divisas se ha mantenido muy por arriba de años previos durante todos los meses, con un octubre generando US$ 3.000 millones, un crecimiento del 48% respecto del mismo mes de 2020.

“A su vez, todo indica que el aporte del agro y la agroindustria a la generación de ingresos y divisas del país seguirá en niveles muy altos, al menos en los próximos meses, considerando que se vienen muy buenos volúmenes en los cultivos de invierno del nuevo ciclo (2021-2022) que saldrán al mercado con precios internacionales en niveles altos”, señala un informe de Juan Manuel Garzón para la Fundación Mediterránea. 

Valor de exportaciones trigo y cebada.

Área sembrada y producción esperada 

De acuerdo a las distintas fuentes de información disponibles (MAGyP, Bolsas de Cereales y USDA), se habrían implantado aproximadamente unos 8 millones de hectáreas con cereales de invierno en el ciclo agrícola 2021-2022, incluyendo las tierras asignadas al trigo y la cebada.

Estos cultivos de invierno ya han completado prácticamente su ciclo productivo y están empezando a ser cosechados por estos días. Según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se llevaba levantada el 17,6% del área triguera al día 18 de noviembre. Los cultivos de invierno son importantes aportantes de divisas en los tres primeros meses del verano (diciembre, enero y febrero), un período en el que escasean las operaciones de exportación de los cultivos más fuertes del país (soja y maíz), que fuesen cosechados en el otoño previo, comercializados prácticamente en su totalidad, y en los que la cosecha nueva se encuentra recién en fases de implantación y/o desarrollo”, explica Garzón. 

En lo que respecta a los volúmenes que se esperan, los dos principales cultivos podrían estar generando casi 24,5 millones de toneladas: 20,0 millones el trigo y 4,5 millones la cebada. De confirmarse estos números, se estaría frente a la mayor cosecha de cereales de invierno, ligeramente superior al anterior récord de 24,4 millones de toneladas de la campaña 2018-2019.

Los precios internacionales 

En los últimos meses se ha producido una fuerte revalorización del trigo, consecuencia de un escenario poco frecuente, en el que varios países productores y exportadores de peso tienen problemas de producción en la misma campaña. Estados Unidos, Canadá, Kazajistán, Rusia y Australia son, entre otros, los países exportadores que en este ciclo agrícola 2021-2022 reducirán sus volúmenes, a consecuencia de menor disponibilidad de producto (problemas climáticos). La falta de oferta en el mercado ha hecho que los precios internacionales del trigo hayan subido entre 15% y 40% en los últimos 4 meses en las distintas plazas de referencia. En el caso de Argentina, en las primeras semanas de noviembre, el precio FOB del trigo se ubica por encima de los US$ 300 por tonelada, una cifra que no se veía desde el año 2014”, agrega el analista.

¿Cuánto del trigo nuevo ya está vendido? Con una producción de trigo estimada en 20,0 millones de toneladas y un consumo interno de entre 6 y 6,5 millones, los volúmenes que se pueden estar exportando en estos próximos meses se ubicarían entre los 13,5 y 14 millones de toneladas. Por su parte, en el caso de la cebada, los envíos podrían estar en el orden de los 3,3 o 3,5 millones de toneladas. 

“Ahora bien, debe advertirse que una parte de estos volúmenes ya se encuentran vendidos por los productores al sector exportador (antes de disponer de los granos). Al 11 de noviembre los exportadores ya llevaban comprados 7,6 millones de toneladas de trigo y más de la mitad de este volumen había sido adquirido en operaciones realizadas antes de septiembre. A su vez, a mediados de noviembre, las Declaraciones Juradas por Venta al Exterior de trigo ascendían a 9 millones de toneladas (DJVE de Agricultura), y las de cebada a 1,9 millones de toneladas (1,6 millones de cebada forrajera y 0,3 millones de cebada cervecera)”, dice Garzón. 

La relevancia de lo anterior es que todas las operaciones “cerradas” meses atrás tendrán valores de exportación inferiores a los que se observan en el mercado en estos últimos días (y seguramente los que se observen en las próximas semanas). Es decir, una buena parte de la producción exportable (cerca del 50%, aproxima el informe) terminará siendo colocada a precios que no son tan altos como los que podrían lograrse actualmente. Esto último es importante a la hora de dimensionar el potencial ingreso de divisas de próximos meses. 

El ingreso de divisas 

En cuanto a este ingreso de divisas asociado a los cultivos de invierno, se encuentra muy concentrado en los meses de diciembre, enero y febrero (50% del total del ciclo comercial). En los últimos cinco años, las exportaciones de trigo y cebada generaron en promedio de US$ 448 millones en diciembre, US$ 617 millones en enero y US$ 428 millones en febrero. En otros meses del año los valores se ubican por debajo de los US$ 200 millones (de junio a noviembre). 

Los promedios antes referidos esconden divergencias importantes, por caso, en algunos eneros se observan picos cercanos a los US$ 800 millones (2019 y 2020) pero en otros valores de US$ 500 millones o menos (2017, 2018 o 2021)”, agrega Garzón.

En un escenario de 13,5 millones de toneladas de exportaciones de trigo y 3,5 millones de toneladas de cebada, suponiendo una distribución de envíos con la estacionalidad que actualmente puede inferirse a partir de las declaraciones juradas de venta al exterior, que no varía mucho del patrón histórico, y utilizando distintas referencias de precios (observados, actuales y futuros), Garzón estima el flujo de divisas que podrían generar estos dos cultivos de invierno en los próximos meses. 

Para el mes de diciembre pronto a comenzar ese flujo se aproximaría a US$ 810 millones, para el mes de enero 2022 a US$ 1.100 millones y para el mes de febrero 2022 a US$ 735 millones. En los tres meses el flujo sería de un monto cercano a US$ 2.645 millones, una cifra que se ubica muy por encima de los US$ 1.130 millones del mismo período del ciclo previo.

El agro y la agroindustria vienen mostrando un muy buen año, logrando un flujo excepcional de ingresos y divisas, de la mano de un volumen interesante de granos gruesos producidos en el ciclo 2020-21 pero fundamentalmente de precios internacionales que se ubicaron muy por encima de la media de años previos. Este notable y oportuno desempeño del sector, dadas las necesidades del país, parece que se extenderá, casi con seguridad, más allá de 2021, al menos hasta el ingreso de la nueva cosecha gruesa en marzo de 2022”, dice Grazón. 

El valor de las exportaciones de trigo durante todo el ciclo comercial (desde diciembre hasta noviembre de 2022) podría aproximarse a los US$ 4.000 millones. Eso, junto con otros casi US$ 1.000 millones que puede aportar la cebada, llevarían el ingreso a unos US$ 5.000 millones, “una cifra que, de confirmarse, será récord histórico para el país”. 

Buenas noticias para un BCRA sediento de dólares. ¿Podrá comprar parte de esas liquidaciones?

“La producción y exportación de cultivos de invierno (cereales, legumbres) tiene un gran potencial de crecimiento en Argentina, pero ello requiere de, entre otras cosas, una política económica que no tenga sesgo antiexportador”, concluye el trabajo.

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