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Guzmán cocina, pero se va quedando sin condimentos

El ministro de Economía, Martín Guzmán, cada vez se queda con menos herramientas para sostener la economía de cara a las elecciones legislativas.

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Luis Varela 19 agosto de 2021

Por Luis Varela

A 24 días de las PASO, con economistas de la talla de Miguel Kiguel denunciando que en el Gobierno hay cada vez más artilugios contables, el ministro Guzmán se pareció ayer a un cocinero que ya usó casi todos los condimentos, que tiene los estantes vacíos, y todavía debe enfrentar lo que queda para las primarias y luego otras nueve semanas para las elecciones legislativas.

El súper cepo recargado implementado desde el viernes pasado por el BCRA logró ayer frenar los dólares locales, permitió que los titulos públicos no perdieran precio y que el riesgo país cediera, pero las acciones argentinas volvieron a caer (en Buenos Aires y en Nueva York) y los dólares fuga aceleraron su aumento, lo cual refleja que la marcha de los inversores sigue siendo de salida, huyendo del peso.

Y dentro de todas las alquimias que está realizando, Guzmán lanzó ayer más medidas adicionales para lograr evitar que el dólar estalle y que pueda ir realizando algún tipo de renovación de los vencimientos de deudas en pesos. Así como les dio determinados permisos a los bancos si canjean Leliq por bonos, también les abrió negocios alternativos a los fondos comunes de inversión, para que participen en la toma de deuda n moneda local.

La colocación

Así, ayer, con 668 ofertas, Economía logró captar $94.798 millones al colocar más deuda, pero más de la mitad de los títulos tomados son con vencimiento antes de las elecciones de noviembre, lo cual indica que los inversores se mostraron dispuestos seguir el juego, pero que piensan en bajarse del barco unos días antes de la elección de verdad, el 14 de noviembre.

Sobre el dinero total captado ayer (dinero inducido, voluntariamente, con permisos adicionales a entidades y fondos comunes de inversión), el 52% de lo captado fue en una Letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 29 de octubre de 2021 (s29o1 - reapertura), el 20% en un Bonos del tesoro nacional en pesos a tasa fija 22% vto. 21 de mayo de 2022 (ty22p - reapertura), el 11% en una Letra del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 - reapertura), el 10% en una Letra del tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2022 (x31m2 - reapertura) y el 8% restante a una Letra del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de diciembre de 2021 (s31d1 - reapertura).

Esa 57° licitación de deuda, de un Gobierno que no se iba a endeudar, lo está haciendo ahora con un tipo de cambio anclado, congelado (ayer no se movió el valor del dólar oficial), y el 70% de lo que debe el Tesoro está atado a la inflación o al dólar, lo cual significa que una vez terminada la elección, sea quien fuere el que gane, y se liberen las variables de un sistema insostenible, la magnitud de un endeudamiento medido en dólares será enorme, salvo claro que el Gobierno haga un nuevo pito catalán, como hizo Lacunza en tiempos de Macri, y entre en un reperfilamento de deuda en pesos, o sea en otro default.

Ayer, con el esquema de operaciones de CCL y MEP únicamente en cuentas a nombre de los que hacen las transacciones, los dólares locales siguieron absolutamente bajo control, pero los dólares fuga se siguieron acelerando. Mientras el BCRA mantuvo las tasas quietas, tal como lo hace desde noviembre, en 38% las Leliq y 37% los plazos fijos, el dólar turista no cambió, siguió a $169,24. El oficial no cambió y siguió a $102,57, el blue bajó $1 hasta $182 y el mayorista no cambió: siguió en $97,25, con el BCRA sumando US$ 10 millones a las reservas hasta US$ 41.997 millones.

Mientras que el dólar Senebi saltó $2,08 hasta $175,60. El dólar MEP cedió 2 centavos hasta $169,39, el contado con liquidación subió 74 centavos hasta $168,01. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 87,4% y la del CCL y el mayorista fue del 72,8%. Y, medidas en pesos, la libra subió 31 centavos hasta $133,78, el euro subió 13 centavos hasta $113,89 y el real bajó 30 centavos hasta $18,06 pesos,

Pero luego de conocidos esos precios, los operadores locales hicieron una advertencia: el dólar blue y el dólar MEP pudieron estar tranquilos porque hay un cúmulo de inversores que enfrentan en estos días los vencimientos de los impuestos a las ganancias y a los bienes personales: tienen dólares, necesitan pesos, y por las vías que pueden se van pasando a moneda local para cumplir con la AFIP, pero una vez terminado agosto, la presión sobre todos los dólares volverá, en algo así como el oleaje que volvió una vez que se pagó el impuesto a la riqueza.

Datos del exterior

Ahora bien, más allá del relativo control cambiario que logró ayer el Gobierno argentino, desde el exterior llegaron dos malas noticias para el ministro Guzmán. El presidente de la FED de St. Louis, James Bullard, dijo que si la Fed no interpreta bien la inflación de este momento y retrasa una política monetaria dura, podrá requerir cambios muy disruptivos y rápidos más adelante.

Dicho de otro modo, lo que se discute en la Fed es si la inflación actual es transitoria o permanente. y la conclusión a la que parece estar llegando el directorio del organismo tiende que se termine pronto con la compra de bonos en Wall Street. En la votación del mes pasado, sobre 18 miembros, 11 dijeron que se debía seguir igual y 7 pidieron que se inicie el fin de la compra. Pero ahora parece que sólo 3 quieren cortar las compras, por lo que sería un hecho que a partir de noviembre se empieza a achicar de US$ 10.000 millones por mes la compra de papeles, por US$ 120.000 millones que se realiza actualmente. Primero achicando la compra de papeles hipotecarios y después de bonos propios del Tesoro.

Esa discusión alteró el ritmo de negocios mundiales, no solo en las monedas, sino también en el de operaciones bursátiles, con entrecruzamiento de valores, lo cual indica que este primer paso no es tendencia, sino tenedores de fondos que están caminando ciegos, a tientas. Así, ayer, en el exterior, el dólar subió 1,7% en Brasil 0,2% contra el yen y el mexicano y 0,1% contra el euro, pero bajó 0,2% contra la libra y el chileno. Y si algún detalle le faltaba a este movimiento, ayer los bonos cortos del Tesoro de EE.UU. cedieron en su valor contado pero los más largos subieron, por lo que sus tasas a vencimiento se bifurcaron: operaron 0,8% anual a 5 años, 1,27% a 10 años y 1,9% a 30 años.

La búsqueda de refugios

Evidentemente, la incertidumbre que generan los contagios de la cepa Delta está haciendo que muchos inversores busque refugio y que unos pocos sigan apostando a más, por lo que habrá que ver quién gana la partida: el cuidadoso o el arriesgado. Por lo pronto, hay dos detalles importantes que debe seguir con atención el inversor argentino: ayer nuevamente hubo fuertes bajas del 0,9 al 1,1% en los principales índices de la Bolsa de Nueva York, hubo suba del 0,8% en la Bolsa de México, pero se anotó una nueva baja del 1,1% en la de San Pablo, que es la única negativa en lo que va del año, y además con un contexto en el que el dólar se está escapando: el billete verde acaba de subir 10% en Brasil en los últimos cincuenta días, con un Jair Bolsonaro descontrolado y con Lula creciendo en las encuestas de cara a las próximas elecciones.

Detrás de ese dólar que es tomado en el mundo como refugio en este momento de gran incertidumbre, las commodities están mostrando precios que también denotan preocupación. El petróleo volvió a hundirse otro 2,7%, los metales preciosos estuvieron mixtos, los metales básicos perdieron valor, los granos siguen actuando sostenidos para beneficio de Argentina, pero las criptomonedas anotaron mayoría de bajas, ya que las naciones principales están iniciando proyectos propios de monedas digitales.

Con ese contexto, los bonos argentinos mejoraron apenas, ya que el BCRA no tuvo que intervenir con el MEP y el CCL tan encorsetados, por lo que el riesgo país cedió 7 unidades hasta 1.588 puntos básicos. Pero la Bolsa de Buenos Aires sigue siendo una lágrima: con $880 millones operados en acciones y $2.258 millones en Cedears, el índice Merval bajó otro 1,3%. Y los ADR argentinos tuvieron mayoría de bajas de hasta el 5,7%, con Despegar, YPF, Cresud e IRSA como los peores de todos.

Operadores de las ALyC y de los bancos siguieron recibiendo consultas de los inversores, que quieren abrir cuentas en bancos del exterior.

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