Los pedidos iniciales de subsidios por desempleo en Estados Unidos en la semana que concluyó el sábado 16 llegaron a 900.000, apenas 26.000 menos que en la previa cuando pegaron un salto y alteraron la tendencia descendente de los últimos meses.
Las solicitudes de subsidios dan una pauta sobre las desvinculaciones que hubo en el período. Al mercado de trabajo le cuesta recuperarse y las nuevas restricciones a las que obligó el rebrote del coronavirus agravaron la situación. En diciembre, luego de varios meses de suba, se perdieron 140.000 empleos y hasta ahora sólo se recuperaron poco más de la mitad de los 22.000.000 que se perdieron entre marzo y abril. En este contexto, Joe Biden impulsa un paquete de estímulos por US$ 1,9 billones y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sostuvo que la generación de empleo será el principal objetivo de su gestión en esta etapa.
Los analistas estiman que en algún momento de este año, el nivel de actividad volverá a su nivel previo a la pandemia, pero recuperar el empleo llevará más tiempo y no se concretará hasta 2023. La recomposición a diferentes ritmos de la situación anterior ha sido una característica común en la salida de todas las crisis.
En esta oportunidad, se ve agravada porque los sectores más dinámicos en términos de actividad, como el industrial, no son grandes generadores de empleo mientras que las restricciones por el Covid-19 golpean a los servicios que reúnen a la mayor cantidad de trabajadores. La tasa de desempleo alcanzó un pico de 14,7% en abril, bajó hasta 6,7% en diciembre del año pasado, y según los analistas del mercado, cerraría 2021 en 5,3%.
