En junio, subieron tanto las importaciones como las exportaciones de China que registró un saldo positivo de su balanza comercial fue de US$ 46.420 millones mientras que en mayo había sido de US$ 62,900 millones.
El crecimiento de las importaciones fue de 2,7% con relación al mismo mes del año pasado con un fuerte incremento en la compra de productos agropecuarios. A su vez, las exportaciones se incrementaron el 0,5% en la medida en que se fue recuperando la demanda de algunos países que son socios comerciales importantes de China.
Los analistas estiman que esta tendencia positiva se mantendrá en la medida en que no sea necesario volver a cerrar actividades económicas, o postergar la apertura de otras, como consecuencia de un rebrote del coronavirus.
Por otra parte, el superávit de China en el intercambio bilateral con Estados Unidos se redujo con relación al de un año atrás como consecuencia de un incremento mayor de las importaciones que de las exportaciones.
Los datos del sector externo de China demuestran que la economía global está dejando atrás el peor momento de la crisis. De todas maneras, no cabe esperar que en este momento China pueda jugar el mismo papel que en la anterior recesión, cuando su expansión fue clave para que el resto de los países pudieran recuperarse. En 2008 y en 2009 creció 9,7% y 9,4% respectivamente. Este año, en cambio, lo hará apenas por encima del 1%.
