En una entrevista con la cadena CNBC, Donald Trump insistió con sus críticas a la política monetaria de la Reserva Federal que a su juicio subió las tasas de interés muy rápido en 2018 y las bajó muy lentamente en 2019. De no haberse dado esa suba de tasas, la economía hubiese podido crecer 4% y no 2,9% como lo hizo el año pasado, el índice Dow Jones estaría en un nivel mucho más alto y se hubiese podido pagar más deuda, según la visión del Presidente.
Entiende que la tasa de interés debería bajar porque es muy elevada en Estados Unidos mientras que en otros países está en terreno negativo. Una de las consecuencias es que el dólar está muy alto frente a las otras monedas, y si bien constituye una señal de fortaleza, también afecta la competitividad de la industria, afirmó Trump. De todas maneras, también reconoció que otros factores, como los conflictos comerciales y los problemas que enfrentaron empresas como Boeing y la huelga en General Motors, afectaron el crecimiento de la economía.
El tono empleado para cuestionar la tarea de la Fed fue más moderado que en otras ocasiones en buena medida porque todo indica que no tomará medidas en materia de tasas por un buen tiempo. Por otra parte, la Fed trata de pasar lo más desapercibida posible en los años electorales para que sus decisiones no sean parte del debate de la campaña. En ese contexto, el dólar seguiría relativamente estable y no cabe esperar que se revalorice en el corto plazo. Tasas relativamente bajas y una moneda sin sobresaltos es el mejor escenario que la economía de Estados Unidos a los países emergentes.
Además, cabe esperar algunos avances en materia de acuerdos comerciales porque Estados Unidos podría llegar, t a un entendimiento con la Unión Europea luego de haberlo logrado con China, Japón, México y Canadá.
