El déficit presupuestario de Estados Unidos se disparó 26% en el año fiscal 2019 hasta US$ 984.000 millones, la cifra más alta en siete años, según informó hoy el Departamento del Tesoro norteamericano.
El desequilibrio del año fiscal 2019 que concluyó en septiembre pasó, como porcentaje del PIB, de 3,8% en 2018 a 4,6% este año, de acuerdo con la información oficial citada por la agencia EFE.
Esta alza se produce pese a las promesas del presidente Donald Trump de reducir el desequilibrio en las cuentas públicas y tras una reforma de impuestos que incluyó notables recortes para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores.
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero de 2017, el déficit creció de manera sostenida y con él la abultada deuda del país, de manera que los ingresos fiscales aumentaron 4% mientras que los desembolsos crecieron 8%, según las cifras del Tesoro.
De esta manera, tras sus tres primeros años de mandato, el rojo de Estados Unidos se elevó casi 50%, a pesar de contar con una tasa de desempleo en mínimos de hace casi medio siglo y un crecimiento económico sostenido por encima de 2% anual.
En 2017 el desequilibrio presupuestario fue de US$ 666.000 millones, y el año pasado ascendió a US$ 779.000 millones, reseñó EFE.
El récord del déficit se alcanzó en 2009 con US$ 1,4 billones en plena crisis económica tras el estallido de la burbuja financiera y en medio del multimillonario estímulo fiscal aportado por el Gobierno de Obama para reflotar la economía.
Caber recordar que cuando Obama dejó la Casa Blanca, el déficit se había reducido paulatinamente hasta los US$ 585.000 millones en 2016.
