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Los economistas, divididos por el “efecto Trump”

10 noviembre de 2016

“Con el resultado de la elección sobre la mesa, el panorama cambió en una manera que es difícil de anticipar”, sostiene un informe de ACM que capta el espíritu general del desconcierto sobre los “efecto Trump”. La reacción de los mercados, aquí y allá, fue menos panicosa de lo que se suponía inicialmente. ¿Y si “no pasa nada”? Tampoco puede descartarse y todo parece depender de las señales que vaya mostrando Donald J. Trump en las próximas semanas. ¿Se moderará, como sugiere el famoso teorema de Baglini? ¿El Trump candidato será parecido al Trump Presidente?- Cualquier cosa puede pasar.

Por ahora, aquí en Argentina, no hubo corridas contra el peso y desde Econviews, la consultora que dirige Miguel Kiguel, “dejamos inalterada nuestra visión del dólar de fin de año en $ 15,70”. El ingreso de capitales por el blanqueo continuará apreciando en términos reales al tipo de cambio y con el carry trade a pleno no esperamos sobresaltos de acá a fin de año, agregan. “No es momento de dolarizar”, recomiendan.

Dante Sica, director de ABECEB, tiene una visión algo más negativa. “En el corto plazo, habrá una mayor volatilidad financiera que encarecerá el crédito”, opina. ACM también espera menos apetito por el riesgo y condiciones de liquidez menos abudantes. “La eventual persistencia de condiciones financieras globales desfavorables no es una buena noticia ni para el sector público ni para el sector privado de un país que ha retornado recientemente a los mercados de crédito globales porque tiende a elevar el costo del financiamiento”, destacó.

Sobre la relación bilateral, que se reactivó (quizás como ninguna otra) desde la llegada de Macri a la Casa Rosada, Sica dijo: “Esperemos que la relación no se enfríe demorando los avances”. Si bien la participación de EE.UU. en las exportaciones argentinas ha venido cayendo en forma sistemática, sigue siendo un socio comercial clave, tercero en importancia detrás de Brasil y China. “Aunque las promesas de Trump en el área comercial apuntan principalmente a México y China, es de esperar que el nuevo Gobierno tenga una visión crítica sobre la apertura comercial en términos generales, poniendo potencialmente en riesgo el acceso a uno de los principales mercados de exportación de nuestro país”, dice Sica. Los productos alimenticios, como el azúcar, el jugo y el vino, y otros productos como el aluminio, algunos productos químicos y el petróleo crudo, agrega Sica, podría ser los más afectados.

Asimismo, la llegada de Trump a la Casa Blanca podría hacer peligrar algunos avances, como la apertura de los mercados de limones y carne, y la reciente decisión de evaluar la reinclusión de Argentina en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), que permitiría el ingreso a ese país con beneficios aduaneros en unas 500 posiciones arancelarias.

Por último, y en cuanto a las inversiones de EE.UU. hacia Argentina (un flujo que, según Am- Cham, podría llegar hasta los US$ 30.000 M), es muy prematuro estimar cómo reaccionarán, dice Sica. “Si bien el flujo de inversiones no será independiente del avance o retroceso de la relación bilateral, Argentina tiene particularidades que la hacen atractiva (sobre todo vinculadas a sus déficit de infraestructura) y una vez resueltas algunas cuestiones regulatorias, abundarán los proyectos con retornos interesantes para las inversiones en nuestro país”, precisó el director de ABECEB.

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