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Análisis

Super

El prefijo “super” viene de la palabra “sobrar”. En Argentina no parecen sobrar muchas cosas y, también, para nosotros “sobrar” es cancherear.

El prefijo “super” viene de la palabra “sobrar”.
El prefijo “super” viene de la palabra “sobrar”. Télam
Federico Recagno 04 agosto de 2022

El prefijo “super” significa “lugar situado por encima”, por ejemplo: superponer, supervisar, superciliar. También “super” denota abundancia, como: superpoblación, superdotado.

Incluso, el término “superávit” es la situación que se genera cuando hay exceso de algo necesario y, en el diccionario económico, superávit es alcanzar más ingresos que egresos.

Nietzsche hablaba del “superhombre” que no es ni un varón ni una mujer, célebres, heroicos o santos, sino que representan un ideal a alcanzar. 

Para Umberto Eco (leer “Apocalípticos e integrados”) el héroe dotado con poderes superiores al humano es agradable a la imaginación popular.

El hombre y la mujer de hoy se autoperciben como números o algoritmos dentro de un sistema organizacional. Esta organización decide por nosotros, sea política, social, religiosa, comercial.

El superhéroe encarna, entonces, la posibilidad, la potencia, a la que el ciudadano vulgar aspira pero que no puede satisfacer, es una descarga y un horizonte.

Los superhéroes son personajes que pertenecen al mundo de la ficción y poseen algún poder superior, extraordinario, por encima de las posibilidades humanas.

Tienen un origen particular y alto sentido de la responsabilidad, aunque comienzan a aparecer, de un tiempo a esta parte, los/as superhéroes malvados (ver serie “The Boys”).

Volviendo a Eco, este sostiene que Superman es una imagen simbólica especial para una gran cantidad de ciudadanos. Superman goza de poder sobrehumano, no es terrícola, es enviado de pequeño a la tierra por su padre (un científico) pues su planeta se extinguía. Detenta superfuerza, supervelocidad, supervista, superoído, puede convertir el carbón en diamante y lucha contra el mal.

Pero, a pesar de todos estos poderes sobrenaturales, Superman es identificado por el lector en su parte humana, es adoptado, trabaja como periodista conviviendo entre personas, es Clark Kent que usa anteojos, se enamora, es tímido. Es un ser común y acomplejado.

Por estos días nos encontramos con la re-creación del Ministerio de Economía para convertirlo en un “Superministerio” de acuerdo a la difusión mediática.

De más está decir que las y los argentinos, los ciudadanos comunes, necesitamos creer que puede aparecer una luz entre tanta angustia, entre tantas cifras desalentadoras, entre tantos bolsillos vacíos en la fila del súper entre tanto riesgo de “hiperinflación”. 

El prefijo “super” viene de la palabra “sobrar”. En Argentina no parecen sobrar muchas cosas y, también, para nosotros “sobrar” es cancherear, tratar al otro con superioridad.

En las puertas del superministerio, en sus despachos, debería resonar la frase, para que los empoderados no la esquiven, que aparece en la historia del “Hombre-araña”, otro superhéroe: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

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