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El Gobierno empezará una nueva etapa

Milei obtuvo en la primera vuelta el 30% de los votos, el 54% que logró en el balotaje fue consecuencia del apoyo de aquellos que no querían la continuidad del peronismo en el poder. A esos más de 6.000.000 de votantes son a los que Milei debe mantener de su lado.

El presidente Javier Milei.
El presidente Javier Milei.
Augusto Milano 29 enero de 2024

Este miércoles puede comenzar una nueva etapa del gobierno de Javier Milei. Todos los análisis previos a las elecciones hacían referencia a las dificultades que tendría Milei para llevar adelante su agenda al no tener una presencia relevante en el Congreso. Es lo que se está viendo. Durante los primeros 45 días de gestión se trató de forzar esa realidad, pero que siempre termina imponiéndose. 

Milei tuvo que dejar de lado muchas de las iniciativas que contiene la ley Ómnibus y comprobó que no podrá hacer avanzar en las que mantuvo sin establecer algún mecanismo de negociación con otras fuerzas políticas. El experimentado Miguel Ángel Pichetto le sugirió al Presidente que arme una coalición estable. De lo contrario, sería un gran desgaste para el Gobierno tener que construir apoyos ocasionales para cada una de las propuestas que impulse

Conformar un interbloque no parecería una tarea muy compleja si el Gobierno estuviese dispuesto a sentarse y acordar los proyectos a sancionar durante este año. Después de todo, las propuestas liberales de Milei en el plano económico, con la excepción de las más extremas como la dolarización y la eliminación del Banco Central, forman parte del ideario de otras fuerzas políticas como el PRO y nos son novedosas, ya que muchas de ellas estuvieron en auge en los ´90.  

La diferencia ahora es que ahora hay una mayor demanda social de cambio luego de tres gobiernos consecutivos cuyo desempeño estuvo por debajo de lo esperado. 

La desmesura de las iniciativas oficiales no está en su contenido, sino en la forma de pretender implementarlas. Pretende modificar por DNU y aprobar un mega proyecto en un breve periodo de sesiones extraordinarias, buena parte del ordenamiento legal de Argentina que se fue construyendo durante años.     

Haciendo las concesiones lógicas que exige cualquier negociación política a las que Milei tendrá que acostumbrarse, podría sumar a su bloque de diputados a los del PRO, algunos de los 23 que están con Pichetto y varios de los que responden a los gobernadores. Ese interbloque podría estar cerca de los 100 integrantes y tener, además, capacidad de alianza con otros sectores como la UCR. Podría ser la mayor fuerza en Diputados y lograr avances con una agenda consensuada

Con el PRO el acuerdo debería ser sencillo, porque después de todo, el programa más articulado del Gobierno es el que elaboró Federico Sturzenegger que fue pensado originariamente para un gobierno de Patricia Bullrich.  

El discurso fundamentalista pasa factura cuando demuestra ser ineficaz para lograr resultados. El Presidente volvió a insistir con la dolarización en una entrevista. Pero no están los dólares necesarios para dar ese paso, por lo que su afirmación parece un mensaje que tiene por finalidad demostrar que no baja las banderas, aunque no haya posibilidades de concretarlas.

La voluntad popular puso a Milei en la Casa Rosada, pero también es la que llevó a sus cargos a gobernadores y legisladores. En democracia, el poder se reparte. Milei obtuvo en la primera vuelta el 30% de los votos, el 54% que logró en el balotaje fue consecuencia del apoyo de aquellos que, por sobre todas las cosas, no querían la continuidad del peronismo en el poder. Pero inicialmente desconfiaban de Milei. A esos más de 6.000.000 de votantes son a los que Milei debe mantener de su lado y no darles argumentos que justifiquen sus prevenciones iniciales.   

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