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Axel Kicillof y Javier Milei: la convivencia de personalidades antagónicas

El gobierno nacional y el bonaerense no solo tendrán diferentes colores políticos en la próxima gestión, sino que se trata de autoridades contrapuestas en medio de la reconstrucción del peronismo como oposición

Axel Kicillof y Javier Milei.
Axel Kicillof y Javier Milei.
24 noviembre de 2023

La victoria de Javier Milei en la presidencia y la de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires abre un escenario poco común en la historia democrática del país. Se trata de una disonancia entre el partido a cargo del distrito más populoso y el que llevará adelante el Ejecutivo nacional. 

Buenos Aires suele ser definida como "la madre de todas las batallas". Sobre ella también se dice que "pone presidente" y que es la provincia que "define la elección nacional". Sin embargo, el balotaje derribó esos mitos: La Libertad Avanza fue derrotado en Buenos Aires, pero el punto que Sergio Massa obtuvo de ventaja no fue suficiente para llevarlo a la Casa Rosada

Desde el retorno de la democracia, la situación de disparidad entre el gobierno nacional y el bonaerense solo se dio por 6 años. Raúl Alfonsín (UCR) convivió con Antonio Cafiero por un breve período; y Fernando de La Rúa (Alianza) lo hizo con Carlos Ruckauf (PJ). La cohabitación fue posible pero con profundas tensiones, ya que Buenos Aires fue acusada de desestabilizar al gobierno nacional, sobre todo previo a la crisis del 2001. 

De cara a la próxima gestión, el antagonismo entre el gabinete de Milei y Kicillof podría anticipar cierta rigidéz en las relaciones: el equipo de la nación estará compuesto por miembros de La Libertad Avanza y cercanos a Mauricio Macri; mientras que el bonaerense estará integrado por el kirchnerismo duro. Sin embargo, la convivencia será necesaria, ya que la dependencia entre ambos es mutua.

Los primeros vínculos "institucionales" ya fueron establecidos: el viernes, Kicillof se reunió con el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, en el Banco Provincia. 

El análisis

El senador bonaerense, Agustín Maspoli (UCR), afirmó que "la relación entre Nación y provincia de Buenos Aires no va a ser buena", sino "muy conflictiva". Y explicó: "Son formaciones, pensamientos, ideologías, formas de ver la política, de ver el Estado, muy diferentes y eso no puede de ninguna manera tener puentes o líneas entre uno y otro de trabajo".

En ese sentido, el analista político y director del Observatorio Electoral Consultores y Roger Data, Julio Burdman destacó que "van a competir dos personalidades contrapuestas y dos formas de ser economistas, porque finalmente Argentina va a tener por primera vez un economista presidente y tal vez un economista con potencial de ser el jefe de la oposición". 

El licenciado en ciencias políticas, Gustavo Marangoni, indicó que el antagonismo entre Milei y Kicillof se dará "no sólo porque el gobernador siempre ha tenido un discurso muy firme respecto de la orientación neoliberal, sino también porque el propio gobierno de Milei lo elija como un rival arquetípico", dado que Kicillof representa el kirchnerismo y fue ministro de Economía. 

Además, Marangoni subrayó que el "es un gobernador que en estos cuatro años ha tenido mucha asistencia económica por parte del gobierno nacional en lo que refiere a los recursos discrecionales, y en un contexto de ajuste es más que esperable que Nación corte buena parte, sino todos los recursos que hoy se destinan desde el Ejecutivo Nacional al gobierno bonaerense".

Maspoli también señaló que la capacidad de desestabilización de Buenos Aires dependerá de "el éxito de las decisiones que tome Milei y el apoyo que tenga de la sociedad". "Si hay un presidente que tiene éxito, no sé cuánto se lo puede desestabilizar. Si el presidente, por el contrario, pierde el apoyo que ha tenido en las urnas, la provincia de Buenos Aires puede ser un factor de presión en un contexto complicado económico y social que va a tener el país", agregó. 

Reforma de la coparticipación

Respecto a la coparticipación, uno de los ejes de tensión en la relación, Maspoli señaló que "sería sano que se discuta en el Congreso de la Nación una modificación de la ley, pero de cualquier modo los bonaerenses deberíamos recuperar más de lo que ya se recuperó en la gestión de María Eugenia Vidal en cuanto a lo que le toca a la provincia de Buenos Aires". 

El senador explicó que la provincia "aporta entre el 30% y el 35% de los ingresos nacionales, y hoy debe estar recibiendo entre el 22% y el 23%". Por ese motivo, se necesitan fondos discrecionales durante la gestión. "No es algo saludable para el país ni para tampoco las demás provincias", subrayó Maspoli. 

Por su parte, Marangoni sostuvo que la modificación de la ley "es muy dificil" debido al procedimiento institucional requerido. Pero indicó que "la primera parte del vínculo económico entre Nación y provincias va a pasar precisamente por recursos discrecionales, por obra pública y por el reclamo que han hecho los gobernadores en las últimas semanas".

Sobre la posibilidad de que Milei introduzca una propuesta de reforma de la coparticipación, Burdman, indicó que el gobernador "va a tratar de buscar un entendimiento con las provincias para que comiencen a recaudar sus propios impuestos porque Buenos Aires es una provincia tendría capacidad de salir beneficiada de un sistema de recaudación propia". 

Por ese motivo, la ley podría ser "una primera fuente de coincidencias que puede ser promisoria", dijo Burdman. Sin embargo, no descartó la posibilidad de controversias políticas, fundamentalmente al rol que ocupará Kicillof en la reconstrucción del peronismo. "Es uno de los políticos con más potencial en el espacio después de la derrota", indicó el analista. 

Y agregó que el PJ tendrá sus complejidades, por lo que habrá diferencias entre sectores e intendentes que podrían derivar en "cuestionamientos internos".  

En ese sentido, Marangoni agregó que en Kicillof estará la "clave del kirchnerismo", porque será su "interlocutor más válido, sino el único en términos territoriales". Y además, adelantó que "es factible que haya estrategias distintas desde las ocho provincias que quedaron en poder del partido justicialista". 

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