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Las amenazas cruzadas entre Israel y Hamás ponen en vilo al mundo

Tras los ataques del grupo terrorista contra Israel el pasado sábado, el gobierno de Benjamín Netanyahu dijo que atacará con todas sus fuerzas la Franja de Gaza. Por su parte, si los bombardeos continúan, Hamás amenazó con asesinar a todos los rehenes que tienen cautivos.

Las amenazas cruzadas entre Israel y Hamás ponen en vilo al mundo
Damián Cichero 09 octubre de 2023

La tensión sigue en aumento en Israel y Palestina tras lo que fue un ataque sin precedentes del grupo terrorista Hamás en el sur de Israel.

El sábado, mientras lanzaban cohetes desde la Franja de Gaza, grupos paramilitares se filtraron en Israel, matando a cientos de civiles y secuestrando a decenas de otros.

Por su parte, el país liderado por Benjamín Netanyahu respondió inmediatamente bombardeando la Franja de Gaza.

Según las cifras oficiales, al menos 900 personas murieron en Israel, mientras que 687 lo hicieron en Gaza, a lo que se suman miles de heridos en ambos territorios, aunque parece que lo peor está por venir: el Ejército israelí dijo que había convocado una cantidad sin precedentes de 300.000 reservistas, por lo que una invasión en Gaza parece inminente.

Además, se confirmó un bloqueo más estricto, que impediría incluso que alimentos y combustible lleguen a la franja, donde viven 2,3 millones de personas. En esta línea, Netanyahu dijo que la respuesta de Israel "cambiará Oriente Medio" para siempre.

Por su parte, desde Hamás, conscientes de que la situación continuará escalando, intentaron sacar ventaja de la gran cantidad de civiles israelíes que tienen cautivos: el portavoz del grupo terrorista, Abu Ubaida, manifestó que, por cada bombardeo israelí de una casa civil sin previo aviso, ejecutarían a un civil israelí cautivo y lo transmitirían en vivo por redes sociales. 

Mientras tanto, un alto funcionario de Hamás expresó que, habiendo "logrado sus objetivos", el grupo está abierto a discusiones sobre una posible tregua con Israel.

Moussa Abu Marzouk dijo a Al Jazeera, en una entrevista telefónica, que Hamás estaba abierto a "algo por el estilo" y a "todos los diálogos políticos" cuando se le preguntó si el grupo islamista está dispuesto a discutir un posible alto el fuego.

¿Qué buscaba Hamás?

Hamás, también conocido como Movimiento de Resistencia Islámica, fue fundado en 1987 durante la primera Intifada o levantamiento palestino. 

Actualmente, el grupo, que está respaldado por Irán, gobierna en la Franja de Gaza, luego de imponerse en las elecciones de 2006 (las últimas en la región) y ganar una guerra civil con fuerzas leales al movimiento Fatah, liderado por el presidente Mahmoud Abbas, que tiene su base en Cisjordania y también dirige la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

En su carta fundacional de 1988, Hamás declaró que una de sus metas es la destrucción de Israel. Sin embargo, con el presente ataque, sus objetivos parecen haber sido otros.

Para empezar, sobre la base de otros sucesos históricos de cierta similitud, uno de los grandes objetivos de Hamás seguramente haya sido capturar varios civiles para intentar intercambiarlos por algunos de sus miembros detenidos en Israel. 

Por ejemplo, en 2011, Israel intercambió cientos de prisioneros palestinos para lograr la liberación de un soldado israelí, Gilad Shalit, que estuvo detenido durante cinco años. 

Por lo tanto, teniendo en cuenta que actualmente se estima que Hamás tiene entre 100 y 200 prisioneros, un intercambio podría representar una gran victoria para el grupo terrorista. 

Además, la enorme cifra también le permite a Hamás tener relativamente controlada la "venganza" que Netanyahu prometió, ya que el destino de los soldados israelíes, los ancianos, las mujeres y los niños llevados a Gaza es un freno para Israel a la hora de cumplir con su promesa de devolver el golpe con fuerza y rapidez.

En realidad, el gran objetivo del ataque es evitar que Israel llegue a un acuerdo de paz con Arabia Saudita. Cabe recordar que, pese a que Israel se fundó en 1948, en la actualidad apenas un puñado de países de Medio Oriente reconoce su legitimidad: Egipto, Jordania, Emiratos Árabes, Baréin, Sudán y Marruecos.

Por ello, lograr un acercamiento con Arabia Saudita, que lidera al mundo suní y que es estado guardián de los dos lugares más sagrados del islam, sería un logro sin precedentes para Israel a la hora de afianzar su posición en la región. 

Pero, sin dudas, la actual guerra dilatará el asunto: según el periódico israelí The Jerusalem Post, Arabia Saudita le informó al secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, que "pone fin a todas las negociaciones" para normalizar sus vínculos con Israel. 

El papel de Irán

No cabe ninguna duda de que Irán, país que ha declarado a Estados Unidos e Israel como sus máximos enemigos, apoya militar y económicamente a Hamás.

Sin embargo, una de las grandes cuestiones es si el ataque del pasado sábado está relacionado con uno de los últimos acuerdos entre Irán y Estados Unidos:  el presidente Joe Biden había convenido que, a cambio de la liberación de cinco estadounidenses detenidos en Teherán, Irán podría utilizar US$ 6.000 millones que estaban congelados en Corea del Sur. 

Los críticos del gobierno de Biden dijeron que parte de ese dinero se utilizó para financiar el ataque contra Israel. Sin embargo, Blinken afirmó que Irán aún no ha podido gastar ni un solo dólar.

"Aún no he visto evidencia de que Irán dirigiera o estuviera detrás de este ataque en particular, pero ciertamente existe una relación larga", agregó Blinken. 

Diversas fuentes aseguran que los fondos aún no se distribuyeron a Irán y el Banco Central de Qatar está supervisándolos. Según los términos del acuerdo entre Teherán y Washington, el dinero solo puede usarse con fines humanitarios, incluida la compra de alimentos u otros bienes fuera de Irán para su importación.

El impacto económico

Como era de esperar, la guerra ya está repercutiendo tanto en Israel como a nivel global: este lunes, el Banco de Israel informó que venderá hasta US$ 30.000 millones en moneda extranjera en el mercado abierto, la primera venta de divisas del Banco Central, para mantener la estabilidad del shéquel.

El lunes, el shéquel, que ya se había debilitado un 10% en 2023, cayó 2,8% frente al dólar hasta 3,95 (su nivel más débil desde febrero de 2016).

Por otra parte, empresas globales con presencia en Israel cerraron temporalmente algunas operaciones.

Por ejemplo, varias aerolíneas estadounidenses, asiáticas y europeas suspendieron los vuelos directos a Tel Aviv, mientras que la petrolera Chevron debió cerrar el campo de gas natural Tamar frente a la costa norte del país.

Además, H&M anunció que su socio de franquicia local cerró temporalmente todas las tiendas.

Este lunes, también subieron un 4% los precios del petróleo, recuperando parte de las fuertes pérdidas de la semana pasada, ante el temor de que un conflicto más amplio afecte el suministro de petróleo de Medio Oriente.

El crudo Brent subió US$ 3,57 (4,2%), a US$ 88,15 el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate cerró a US$ 86,38 el barril, lo que representó un aumento de US$ 3,59 (4,3%). 

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