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Hutschenreuter: "con Vladimir Putin, Rusia se hizo más fuerte y volvió a ser un actor estratégico"

En la previa de las elecciones presidenciales en Rusia, El Economista dialogó con Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales

Hutschenreuter: "con Vladimir Putin, Rusia se hizo más fuerte y volvió a ser un actor estratégico"
15 marzo de 2024

Desde este viernes 15 de marzo, y hasta el domingo 17 inclusive, millones de rusos acudirán a las urnas para confirmar lo que ya es toda una obviedad: que Vladimir Putin seguirá siendo su presidente.

El mandatario, que gobierna Rusia desde el 2000 (fue primer ministro entre 2008 y 2012), goza de una alta popularidad en el país, a lo que se suma que no tiene importantes rivales en la contienda, principalmente por sus prácticas de perseguir opositores, tal como sucedió con Alekséi Navalni, quien recientemente falleció en prisión.

Sin embargo, aunque el país está lejos de ser una democracia, la mayoría de los rusos no parecen estar disconformes con esta situación, sino todo lo contrario, ya que le agradecen a Putin por haber restaurado el poder y honor de Rusia. 

Incluso, pese a las críticas de Occidente, la mayoría de la población apoya la actual guerra en Ucrania, lo que muestra, una vez más, que no todas las culturas tienen los mismos objetivos y visiones.  

Por ello, intentando comprender mejor este complejo contexto, El Economista dialogó en exclusiva con Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales y autor de libros como "La política exterior rusa después de la guerra fría" o "El descenso de la política mundial en el siglo XXI. Cápsulas estratégicas y geopolíticas para sobrellevar la incertidumbre".

Hutschenreuter
Alberto Hutschenreuter

Aunque en Rusia hay elecciones, diversos motivos, entre los que se destacan la detención de opositores o las constantes reformas constitucionales, nos hacen ver que el país está lejos de ser una democracia. Sin embargo, la mayor parte de la población no parece sentirse incómoda con esto. ¿A qué se debe esta situación?

El país no sólo está lejos de ser una democracia real, sino que la autocracia se endureció desde que comenzaron los choques en el Donbas tras la anexión de Crimea a la Federación Rusa. 

A medida que las relaciones con Occidente se fueron deteriorando, el régimen se tornó más vertical y a la oposición cada vez le fue más difícil ampliar sus espacios de expresión, pues se aprobaron disposiciones legales que restringieron su margen, por caso, aquellas personas que cometieron delitos (leves o graves) quedaron privadas de ser elegidas durante años. Así se fue frustrando a la "oposición no deseada".

De todos modos, es acaso importante decir que, desde la muerte de Stalin en 1953, ya no hubo totalitarismo en la ex Unión Soviética como así en su Estado continuador, la Federación Rusa. Sí hubo y hay autoritarismo. Se trata de un nivel menos asfixiante que el totalitarismo.

Putin tiene un apoyo cercano al 65-70%, según el centro independiente Levada, y ello se explica en función de algunos reflejos del primer Putin (2000-2008), es decir de aquel líder ordenador y reparador de Rusia; del carácter conservador y nacionalista del régimen; de la ausencia de líderes carismáticos en la oposición (el último posiblemente fue el fallecido Vladimir Zhirinovski, del Partido Liberal Democrático); de la capacidad para afrontar las múltiples sanciones internacionales; de la modesta recuperación económica; de la tenue expansión de la clase media; etcétera.

¿Putin ha hecho resurgir a Rusia? Cuando llegó al poder a principios de los 2000 el país estaba en crisis y hoy ya es una potencia regional.  

La década del noventa fue un desastre para Rusia. El intento de pasar de un "comunismo de vitrina" (como lo denominaba Adam Ulam) a un capitalismo sin red, tuvo consecuencias traumáticas para la sociedad (que todavía no ha olvidado ese período) y para el alcance internacional del país. 

Solo basta tener presente que el PIB se desplomó un 40% (muy por encima de la caída de la economía de Estados Unidos tras el crack de 1929). 

El entonces presidente Yeltsin ya no podía más y se decidió promover a Putin, un hombre proveniente de la extendida estructura de inteligencia, quién, ayudado por el buen precio de sus productos de exportación y la "puesta en caja" de los hombres con dinero que en los noventa manejaron a su antojo a los hombres con poder, logró reconcentrar el poder y ordenar el país.

Quiero decir que, a pesar del caos, Rusia era una potencia regional en los noventa. El experto estadounidense León Aron sostuvo que Rusia en los noventa era una superpotencia nuclear, una superpotencia regional y un gran poder (no una superpotencia mundial). 

Con Putin, Rusia se hizo más fuerte y volvió a ser un actor estratégico. La relativamente buena relación que mantuvo por entonces con Washington fue importante (había convergencia por el enemigo común: el terrorismo). 

De todos modos, Rusia continuó siendo una potencia no completa, pero logró obtener deferencia por parte de Occidente.

¿Cómo cree que afectará la muerte de Navalny al ya casi obvió triunfo de Putin? La oposición seguramente intentará quitarles legitimidad a los comicios.  

Considero que difícilmente la muerte de Navalny tendrá un efecto político mayor. Con su reclusión, el alcance de su voz se fue debilitando, incluso en su principal herramienta de propaganda y proyección: las redes, segmento donde la opresión del régimen se hace sentir.

Aunque prácticamente no existen dudas sobre el resultado de las elecciones, el régimen necesita llevarlas adelante. Lo necesita porque las elecciones legitiman a Putin, pero, sobre todo, legitiman la guerra, pues el régimen, como bien sostiene Andrei Kolesnikov, no quiere que se hable de "la guerra de Putin" sino de "la guerra de Rusia". Esta es una de las "legitimidades" que pretende el régimen. 

Otra cuestión que se busca con la elección es legitimar la ideología del régimen y su líder, es decir, la idea y práctica relativa con la defensa del régimen ante la intención occidental de acabar con la distinción de civilización rusa. 

En este sentido, Putin se presenta como el líder ruso menos favorable para los intereses extranjeros. Desde este enfoque, ningún otro candidato más que Putin garantiza el amparo y promoción de los valores tradicionales de Rusia y que el país pueda ir más allá del rango de mero aportante de materias primas (una economía "fósil", como la denominan peyorativamente en Occidente).

Conmoción en Rusia por la muerte de Alexei Navalny, el máximo opositor a Putin
Alexei Navalny, el máximo opositor a Putin

¿La estrategia de Putin de invadir Ucrania ha sido contraproducente? Moscú parece cada vez más aislada de Occidente.  

Ninguna estrategia que implique avasallar los grandes principios del derecho internacional proporcionará prestigio al actor que la lleva adelante; además, dependiendo del sitio y los intereses en juego, ello impactará en el sistema de seguridad regional y mundial.

Pero la invasión (Rusia la denomina "Operación Militar Especial") requiere también reflexiones geopolíticas y de poder. Desde mi enfoque, si bien Rusia transgredió la ley, hay responsabilidades de Ucrania, la Unión Europea y Estados Unidos. La guerra era innecesaria, aunque posiblemente funcional desde el segmento estratégico de la guerra: el de la pugna Occidente-Rusia, que comenzó mucho antes del 24 de febrero de 2022.

Moscú ha quedado aislada de Occidente (situación que se inició antes de la guerra, sobre todo, a partir del envenenamiento de Navalny en 2020), pero no del resto del mundo, donde Rusia pudo reunir lo que se denomina una "mayoría global". 

Moscú logró un importante éxito al "globalizar" el conflicto, es decir, mostrar que no está sola y que cuenta con poderosos cercanos: China, India, Turquía, Arabia Saudita, entre otros. 

¿Cómo podría impactar en los vínculos entre Rusia y Estados Unidos un nuevo triunfo de Donald Trump? Parece que el vínculo de Putin con él es mejor que con Joe Biden.  

Tengo algo más que la sensación de que cada vez que los demócratas están en el poder en Estados Unidos, hay problemas con Rusia. Con Clinton se inició la ampliación de la OTAN, cuando ocurrieron los sucesos de Ucrania-Crimea, Obama estaba en el poder, y ahora con Biden, hay guerra. 

Posiblemente, los republicanos no es que no consideren a Rusia un rival, pero tienen una visión más enfocada en códigos de convivencia o "cultura" internacional. Además, para ellos el rival y competidor es China, no Rusia. Más aun para un eventual mandatario- empresario avasallante como Trump.

trump putin
Donald Trump junto a Putin

Después de tantos años en el poder, ¿no es momento de que Putin comience a buscar un sucesor? Los años pasan y nadie parece poder apropiarse de ese lugar.

En mi opinión, hay dos ciclos-Putin. El primero corresponde a la primera década de este siglo. Un Putin reparador, pero no transformador. No es un líder como Gorbachov y Yeltsin, quienes, más allá de los resultados, fueron líderes transformacionales. 

Luego hay un "Putin II", un líder más desconfiado, asertivo y retador. Es el mandatario de 2014 hasta hoy. Continuó siendo conservador. 

El Putin que gobernará Rusia hasta 2030, el "Putin III", necesariamente tendrá que ser más transformador, pues Rusia está obligada a modernizar y tecnologizar su economía si aspira a ser un poder más completo en el siglo XXI.

Su sucesor posiblemente surgirá de aquellos que lo acompañen en este nuevo ciclo, pero tendrá que ser alguien que garantice las ideas y valores de Rusia, no que facilite las de otros actores o ajenos adversarios de Moscú. 

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