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Fin de una era

El mundo despide a la reina Isabel y su hijo Carlos hereda la corona

La reina Isabel II del Reino Unido falleció a los 96 años en su casa de verano en Escocia y el mundo le envió sus condolencias al pueblo británico.

El mundo despide a la reina Isabel y su hijo Carlos hereda la corona
Damián Cichero 09 septiembre de 2022

Como si el final hubiese estado escrito, la reina Isabel II del Reino Unido falleció tan solo dos días después de haberle pedido a la primera ministra Liz Truss que formara gobierno.

Isabel falleció a los 96 años en su casa de verano de Escocia, lo que le puso término a su reinado de más de 70 años, el más largo en la historia del país.

En un comunicado, su hijo Carlos, el nuevo Rey, dijo que “la muerte de mi amada Madre, Su Majestad la Reina, es un momento de la mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia".

“Lamentamos profundamente el fallecimiento de una soberana y una madre muy querida. Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los Reinos y la Commonwealth, y por innumerables personas en todo el mundo”, agregó el nuevo monarca, de 73 años.

Por su parte, desde el palacio de Buckingham dijeron que el rey Carlos III y su esposa Camila, la reina consorte, permanecerán en el castillo de Balmoral, donde murió la Reina, antes de regresar a Londres el viernes para dirigirse a la nación. 

Un reinado histórico

Isabel se convirtió en reina en febrero de 1952 y fue coronada el 2 de junio de 1953, convirtiéndose en el monarca número 40 de una línea real que se remonta a Guillermo el Conquistador, quien asumió en 1066.

Sin embargo, recién se convirtió en heredera a la edad de 10 años, cuando su tío, Eduardo VIII, abdicó el 11 de diciembre de 1936 y su padre se convirtió en el rey Jorge VI. 

Cuando llegó al poder, Josef Stalin, Mao Zedong y Harry Truman dirigían la Unión Soviética, China y los Estados Unidos, respectivamente, mientras que Winston Churchill era el primer ministro británico.

El 9 de septiembre de 2015, superó los 63 años, 7 meses, 2 días, 16 horas y 23 minutos que su tatarabuela, la reina Victoria, pasó en el trono, convirtiéndose en el monarca con el reinado más largo del Reino Unido. 

Durante su mandato como Jefa de Estado británico, convivió con 15 primeros ministros, incluida la recientemente nombrada Truss. 

El rey ha muerto, viva el rey

Como sucede en todas las monarquías, la muerte de un rey implica que, automáticamente, uno nuevo lo suceda, evitando una situación de interregno. Sin embargo, esto no evita que el primero tengo un importante funeral.

Respecto al cuerpo de Isabel, la “Operación London Bridge” establece una ceremonia de varios días que tendrá un costo de unos 100 millones de libras.

El Gobierno británico decretó nueve días de luto y, durante los primeros ocho, se celebrarán las procesiones ante el féretro. Luego, en el noveno, el Big Ben hará sonar su campana a las 09:00 a.m. y, dos horas después, se dará comienzo al funeral en la abadía de Westminster.

Finalmente, los restos de la Reina serán trasladados hasta el castillo de Windsor, en donde será enterrada junto a su difunto esposo, el príncipe Felipe, y sus dos padres, en la capilla de San Jorge. 

Por otra parte, en lo que respecta a la coronación de Carlos, la “Operación Spring Tide” comenzará hoy a las 10:00 a.m., cuando sea proclamado Rey en una ceremonia en St. James´s Palace. 

Un par de horas después, la primera ministra Truss deberá jurarle lealtad junto con el resto de los miembros del Parlamento. Por su parte, las administraciones de Escocia, Gales e Irlanda del Norte lo harán durante los próximos días. 

Por último, tras el entierro de Isabel, deberá comenzarse a organizar la coronación de Carlos, la cual se realizará dentro de varios meses. 

Un dato a tener en cuenta es que, además del Reino Unido, Carlos se convertirá en rey de otros 14 países: Australia, las Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, Tuvalu, las islas Salomón, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.

Ayer se confirmó que el himno británico será modificado, ya que la legendaria frase “God save the Queen” será remplazada por “God save the King”. 

Repercusiones en el mundo

Como era de esperar, la muerte de Isabel generó repercusiones a lo largo y ancho del planeta. 

A través de un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró que “en un mundo en constante cambio, ella fue una presencia constante y una fuente de consuelo y orgullo para generaciones de británicos, incluidos muchos que nunca conocieron su país sin ella".

"Su legado ocupará un lugar preponderante en las páginas de la historia británica y en la historia de nuestro mundo", agregó.

Por su parte, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que “con gran pesar en nuestros corazones, nos enteramos del fallecimiento de la Soberana con el reinado más antiguo de Canadá, Isabel II (...) su servicio a los canadienses seguirá siendo para siempre una parte importante de la vida de nuestro país". 

En este sentido, el premier australiano Anthony Albanese, manifestó que “con el fallecimiento de la reina Isabel II, ha llegado a su fin un reinado histórico (...) los corazones australianos están con la gente del Reino Unido que llora hoy, sabiendo que sentirán que han perdido parte de lo que hace que su nación sea un todo".

"Su Majestad la Reina Isabel II encarnó la continuidad y la unidad de la nación británica durante más de 70 años. La recuerdo como una amiga de Francia, una reina de buen corazón que ha dejado una impresión duradera en su país y su siglo", dijo el presidente francés Emmanuel Macron.

Asimismo, el Gobierno argentino expresó “su pesar por su fallecimiento y acompaña al pueblo británico y a su familia en este momento de dolor”, mientras que Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, consideró que Isabel “fue una reina para todos nosotros” y decretó tres días de luto. 

Oxígeno para Truss

Sin dudas, la muerte de Isabel es una terrible noticia para todo el pueblo británico. Sin embargo, en un momento en el que el país enfrenta una de sus peores crisis económicas de las últimas décadas, lo sucedido le permitirá a Liz Truss correrse del ojo de la tormenta. 

Truss asumió el pasado martes, luego de reunirse con Isabel, y tiene como misión contener una inflación de más del 10%, la más alta en cuatro décadas, y evitar que el país entre en recesión, a lo que se suma intentar congelar los constantes aumentos en las tarifas de energía. 

Un rato antes de la muerte de la reina, la primera ministra presentó una serie de medidas contra la crisis energética que incluían congelar durante dos años las tarifas de gas y electricidad. 

Los precios de las tarifas se congelarán en un máximo de 2.500 libras esterlinas, muy por debajo de las 3.549 estipuladas, permitiéndole a los hogares ahorrar hasta 1.000 libras al año. 

Para poder implementar el plan, el Gobierno deberá pedir prestados unos 100.000 millones de libras. 

Respecto al deceso de Isabel, Truss dijo que "la muerte de Su Majestad la Reina es una gran conmoción para la nación y el mundo".

"En las buenas y en las malas, la reina Isabel II nos brindó la estabilidad y la fuerza que necesitábamos. Ella era el espíritu mismo de Gran Bretaña, y ese espíritu perdurará", agregó.

Un ejemplo de que Truss gozará de cierta tranquilidad, al menos por unos días, ocurrió ayer, cuando tres sindicatos británicos, que representan a los trabajadores postales y al personal de transporte, dijeron que suspenderían sus huelgas programadas para mediados de septiembre. 

Por otra parte, una de las grandes cuestiones es qué pasará con los billetes y monedas de curso legal en el Reino Unido, los cuales poseen la imagen de Isabel.

Ayer, el Banco de Inglaterra confirmó que seguían siendo útiles: "Los billetes actuales con la imagen de Su Majestad la Reina seguirán siendo de curso legal. Se hará un nuevo anuncio sobre los billetes existentes del Banco de Inglaterra una vez que se haya observado el período de luto". 

Hay que destacar que la reina Isabel fue la primera monarca en aparecer en los billetes del Banco de Inglaterra.

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