El Banco Central Europeo decidió subir la tasa de interés en 75 puntos básicos para enfrentar una inflación que llegó al 9,1% anual en agosto.
Se trató del segundo incremento consecutivo luego del medio punto definido en la anterior reunión de la entidad realizada en julio.
- La tasa de depósito pasó de 0% a 0,75%.
Ese movimiento era esperado por los mercados a pesar de los riesgos de recesión que amenazan a la zona euro y que un apretón monetario podría precipitar.
El BCE también dio a conocer sus nuevas proyecciones económicas. En junio esperaba una tasa de inflación para este año de 6,8% y ahora la elevó a 8,1%, pero bajaría a 5,5% el año que viene.
En materia de actividad, el pronóstico de suba del PIB fue corregido al alza de 2,8% a 3,1%, pero se ajustó a la baja hasta 0,9% el de 2023.
El euro se movió poco luego de la decisión del BCE porque los inversores descontaban la suba de la tasa lo que le impulsó ayer la cotización de la moneda común.
El mercado espera que la tasa siga en alza hasta llegar a 1,5%. De todas maneras, quedará por debajo del nivel de tasas de Estados Unidos que la Reserva Federal elevará en su reunión del 21 de septiembre a un rango 3% y 3,25%.
