En su reunión de la semana que viene el Banco Central Europeo no tocará la tasa de interés. En ese punto hay consenso en el mercado. Pero no hay una lectura unánime sobre cuando decidirá el primer recorte.
Se suponía eso ocurriría a mediados de 2024, pero ahora hay analistas que apuestan a que el BCE podría bajar la tasa en marzo.
Ese cambio es consecuencia de que la inflación se sigue desacelerando y apunta a ubicarse en 2,5% anual al cierre de 2024 aunque el promedio del año sería de 3,2%. En el segundo semestre de 2025 cumplirá con la meta de inflación de 2%.
Por otra parte, la actividad mejoraría muy levemente en 2024 y el PIB de la zona euro subiría solo 1%. Esas serían las proyecciones que presentará el BCE el jueves 14 al término de su reunión.
Las anteriores proyecciones estimaban una reducción más lenta de la tasa de inflación, pero al haber descendido hasta el 2,4% anual en noviembre, se impone una revisión.
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Frente a esos datos, los analistas entienden que el BCE empezará con el recorte de la tasa antes de que lo haga la Reserva Federal. La reducción alcanzaría a 150 puntos básicos en 2024 según el Deutsche Bank.
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