Continúa la incertidumbre respecto a la muerte de Yevgeny Prigozhin, líder del grupo mercenario Wagner, que falleció la semana pasada en un accidente aéreo.
Este miércoles, el Kremlin informó que los investigadores estaban sopesando la posibilidad de que el avión que transportaba a Prigozhin fuera derribado a propósito, lo que representa el primer reconocimiento explícito de que pudo haber sido asesinado.
"Es obvio que se están considerando diferentes versiones, incluida la versión, ya saben de lo que estamos hablando, digamos, una atrocidad deliberada", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Prigozhin saltó a la fama hace un par de meses, cuando, en el marco de la guerra en Ucrania, lideró un motín contra el presidente Vladimir Putin y los altos mandos del Ejército ruso, aunque finalmente decidió detenerlo.
El 23 de agosto pasado el avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo desde Moscú se estrelló al norte de Moscú, lo que provocó la muerte de las 10 personas a bordo, incluidas otras dos figuras destacadas de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y tres tripulantes.
Para sumarle más misterio al suceso, Rusia le informó a la autoridad de investigación de aeronaves de Brasil que "por el momento" no investigará el accidente del avión brasileño Embraer según las normas internacionales.
Al respecto, Peskov dijo: "En primer lugar, la investigación está en marcha, el comité de investigación se ocupa de ello. En este caso no se puede hablar de ningún aspecto internacional".
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (CENIPA), en aras de mejorar la seguridad de la aviación, había dicho que se uniría a una investigación liderada por Rusia si fuera invitado y la investigación se llevara a cabo bajo reglas internacionales.
La autoridad de aviación de Rusia no estaba obligada a decir sí a CENIPA, pero algunos exinvestigadores creen que debería hacerlo, ya que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales sospechan que el Kremlin está detrás del accidente.
Según la Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU (OACI), el vuelo procedente de Moscú con destino a San Petersburgo era nacional, por lo que no está sujeto a las normas internacionales.
